Capítulo 19 // Infiltrados en Slytherin

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Abril había regresado de la lavandería con cuatro túnicas de Slytherin y cuando entro al baño se encontró con sus tres amigos listos para arrojar los pelos a la poción.

—Bien. Recogí estas túnicas de la lavandería —dijo Abril , enseñándoles una pequeña bolsa —. Necesitaran tallas mayores cuando se hayan convertido en Crabbe y Goyle.

Los cuatro miraron el caldero. Vista de cerca, la poción parecía barro espeso y oscuro que borboteaba lentamente.

—Estoy segura de que lo he hecho todo bien —dijo Hermione, releyendo nerviosamente la manchada página de Moste Potente Potions—. Parece que es tal como dice el libro... En cuanto la hayamos bebido, dispondremos de una hora antes de volver a convertirnos en nosotros mismos.

—¿Qué se hace ahora? —murmuró Ron.

—La separamos en los cuatro vasos y echamos los pelos. Hermione sirvió en cada vaso una cantidad considerable de poción. Luego, con mano temblorosa, trasladó el pelo de Millicent Bulstrode de la botella al primero de los vasos.

La poción emitió un potente silbido, como el de una olla a presión, y empezó a salir muchísima espuma. Al cabo de un segundo, se había vuelto de un amarillo asqueroso.

—Aggg..., esencia de Millicent Bulstrode —dijo Abril, mirándola con una mueca  — Apuesto a que tiene un sabor repugnante.

—Gracias por hacerlo mas fácil, Abril — dijo sarcástica Hermione — Venga. Echad los vuestros —les dijo Hermione.

Abril metió el pelo de Miranda en el vaso siguiente, Harry metió el pelo de Goyle en el penúltimo vaso, y Ron, el pelo de Crabbe en el último. Las cuatro pociónes silbaron y echaron espuma.

—Esperen —dijo Harry, cuando Abril y Hermione cogieron sus vasos —. Será mejor que no los bebamos aquí juntos los cuatro.

—Bien pensado —dijo Ron, abriendo la puerta —. Vayamos a retretes separados.

Con mucho cuidado para no derramar una gota de poción multijugos, Abril pasó al ultimo cubículo.

—¿Listos? —preguntó Harry

—Listos —contesto ella y las voces de Ron y Hermione.

—A la una, a las dos, a las tres...

Tapándose la nariz y cerrando los ojos con fuerza, Abril se bebió la poción en dos grandes tragos. Sabía a espinacas muy cocidas.

Inmediatamente, se le empezaron a retorcer las tripas y sintió un dolor agudo en la boca del estómago que provocó que se sentara sobre la tapa del inodoro, Abril se abrazaba a si misma en un intento de amortiguar el dolor.

Luego, un ardor surgido del estómago, se le extendió rápidamente hasta las puntas de los dedos, de manos y pies. Jadeando, se arrodilló y tuvo la horrible sensación de estarse derritiendo al notar que la piel de todo el cuerpo le quemaba como cera caliente, sus ojos ardían y entonces se dio cuanta que se estiró uno cuantos centímetros, la túnica le apretaba ligeramente, con una mano tomó su pelo y notó que este se tiño de rubio.

Todo concluyó tan repentinamente como había comenzado. Abril se encontraba arrodillada, sobre el frío suelo de piedra. Ella se levanto temblando y como pudo cambió su túnica de Gryffindor por la de Slytherin, escucho unas voces de fondo pero no les prestó atención, saco un pequeño espejo de su mochila y miró maravillada y asustada, la perfecta réplica de Miranda en la que se habia convertido.

Se tocó la cara, maravillada por el detalle, miro sus ojos y ambos eran azules, unos golpes en su cubículo la trajeron devuelta a la realidad. Al salir se encontró con los falsos Goyle y Crabbe que la miraban boquiabiertos.

Abril en Hogwarts: La Camara SecretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora