Una vez terminado el fenómeno Aristemo, Emilio y Joaquín prometen que, de no estar casados dentro de diez años, van a casarse entre ellos.
AU Original: https://twitter.com/cholepistolas/status/1101238855997554688
Portada: @dannyzaoliv
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Emilio llegó cinco minutos antes de la hora fijada por ambos y aún así, Joaquín ya lo estaba esperando.
Después de cordiales saludos y charla casual sobre los ratings del último capítulo de la serie, ambos suspiraron, pues sabían que el tema que estaban por tocar era sensible para ambos y ninguno quería abordarlo. Pero alguien tenía qué, y Emilio solía ser el de la iniciativa.
...
—Respecto a lo que te dije ayer sobre nosotros... Joaquín yo de verdad siento todo eso por ti. En serio te amo, como no tienes idea y nada me haría más feliz que estar contigo.
—Una vez lo intentamos ¿te acuerdas? Es más, creo que usaste exactamente esas mismas palabras para pedirme que estuviera contigo. Y tontamente dije que sí.
—Joaquín yo...
—¿Tú qué? ¿No te acuerdas esa vez que entró tu papá? Porque yo sí. Yo sí me acuerdo ¿y sabes por qué me acuerdo? Porque tuve una mano roja marcada en el hombro como tres días, de lo fuerte que me tomó para separarnos.
—Joaquín...
—No, espérate, la cereza de ese pastel fue tu gran anuncio cuando empezaste a andar con...
—JOACO POR FAVOR PARA.
Emilio tenía los ojos hinchados, como los tiene alguien que lleva cinco minutos aguantándose el llanto y cinco años con la razón de ese llanto. Joaquín se percató de eso y suavizó su tono, pero seguía siendo su momento de dejar las cosas claras.
—Esa relación o como quieras llamarlo, terminó hace mucho. Tú comenzaste algo con otra persona... y yo no iba a ser casa chica ni tuya ni de nadie. Y por supuesto, ella no estaba dispuesta tampoco a ser tu tapadera.
Él sabía que se lo merecía, pero aún así, estaba dispuesto a todo por su chiquito bonito.
—-Y lo dejamos por la paz. Y estamos bien.
Hubo una pausa. Emilio miraba su taza de café, ya frío y Joaquín lo veía a él con un aire de remordimiento; también lo amaba muchísimo y odiaba ser tan duro con él pero después de esa humillante escena en los camerinos y de tener que explicarle a su hermana y su mamá que la mano roja en su hombro era maquillaje, no quería que lo lastimaran. No más.
— Joaquín, por fin ambos estamos libres, podríamos...
— Voy a detenerte justo ahí, para darte una noticia que quizás te haga repensar lo que estás por pedirme.
Emilio se enderezó en su asiento; tenía una cuenta privada donde se enteraba de algunos rumores y también leía las historias que lxs fans escribían y había visto un rumor bastante fuerte de que Joaquín estaría en un musical.
—¿Tiene que ver con lo de Nueva York?
—Sí. Cuando tuvimos el descanso de grabaciones y me fui a Nueva York, participé en algunas audiciones abiertas.
—¿Y?
—Bueno, quedé en lista de espera para una... un revival de un clásico... se llama Hello, Dolly!
—¡JOAQUÍN NO MAMES QUÉ INCREÍBLE!
—Emilio, baja la voz. Aún no es seguro.
— ¿Y cuándo te confirman?
—En las siguientes semanas. Tengo una corazonada pero tampoco me quiero ilusionar demasiado. Digo, también quise entrar a Evan Hansen hace un año pero esa sí se me peló.
Joaquín tenía ese brillo especial en sus ojos, que aparecía cuando hablaba sobre el teatro, que a Emilio tanto le gustaba. Era feliz cuando él era feliz. Y doblemente miserable cuando Joaco sufría.
— Oye hace unos meses me dijiste algo de la Voz pero ya no supe qué onda.
—Sí, mi manager lo estuvo moviendo hace un tiempo, como teníamos las grabaciones no pude estar en esta última temporada y estaba viendo si me aceptarían para la siguiente. Tampoco es seguro.
