The 10 Year Plan - Emiliaco AU

Parte 15: Testigo

El campus de NYU era enorme, Renata jamás había asistido a una escuela tan grande y el primer día, se moría del miedo.
Lo que la hizo sentir mejor fue que Joaquín pasó por ella temprano, pues el apartamento que compartía con Otto quedaba muy cerca del dormitorio de Ren, y le preparó una malteada especial, como las que Liz solía prepararles el primer día de escuela cuando eran niños.

— Si empiezas tu día con algo dulce, lo amargo que pueda venir, no vas a notarlo

Era en esos días cuando más extrañaba a su madre, cuando había recuerdos tan vívidos  de sus acciones o cosas que solía decir.
Y precisamente por eso, Joaquín decidió verla, para darle ánimos.

—El primer día de escuela que pasé sin mamá, también fue muy difícil para mí, pero aquí estoy para ti, siempre, hermana.
Si necesitas algo, tienes mi número y el de Otto, puedes marcarle a cualquiera de los dos, ¿va?
— Sí Joaco, muchas gracias por acompañarme hoy y por el desayuno.
— Te dejo, tengo ensayo pero regreso a una clase en la tarde, salgo a las 7.
— ¿No tenías esa clase con Otto?
— Me dijo que este semestre la cambió y ahora la toma en otro horario, a las 9.

No era una mentira que hubiera clases tan noche, lo que sí era una mentira, era que Otto asistiera a dichas clases.

M E S E S  A T R Á S

Un día, mientras buscaba una playera en el cajón de ropa, Otto encontró una carta que Emilio le había escrito a Joaquín, fechada para el Año Nuevo de 2025, es decir, el primer año que estuvieron separados, que básicamente era para recordarle a Joaco que Emilio iba a estarlo esperando diez o quince años o el tiempo que fuera.

Después de leer esa carta, Otto decidió preguntarle a Renata acerca de Emilio, que no fue más allá de decir que era un chico muy amable, noble y talentoso; nada que Otto no supiera de antemano.
Cuando Renata se descuidó, él tomó su celular y leyó una conversación que Renata había tenido con Romina, la hermana mayor de Emilio:

Cuando terminó de leer, Otto tuvo una sensación mezclada de enojo y tristeza: se sentía muy triste porque de verdad quería mucho a Joaquín, era el primer novio que tenía que lo había hecho sentir así y de quien en serio se había enamorado; el enojo provenía de sentir que Joaquín lo veía como un pasatiempo, como alguien desechable.
Obviamente, Otto no se tomó la molestia de hablarlo con Joaquín, simplemente tomó por buena la conversación entre dos personas ajenas a la historia central.

P R E S E N T E

Renata había quedado con su primer grupo de amigos de tomar un café después de clases.
Mientras esperaba a su hermano, decidió hacer tiempo yendo a la biblioteca; mientras paseaba entre los estantes, escuchó un ruido húmedo, "hay una parejita besándose en la de atrás", pensó.
Cuando retrocedía para no encontrarse con una escena incómoda, llegó un mensaje de Joaquín.

"Por favor, márcale a Otto, llego por ustedes en unos 10 minutos"

Renata marcó el número de su cuñado y, mientras sostenía el teléfono contra su oído,   escuchó claramente la canción del Cascanueces, obra en la que había participado Otto cuando estudiaba ballet en México y que era su tono de llamada.

Renata se dio la vuelta aún sosteniendo el teléfono y comenzó a caminar hacia la fuente del sonido, que provenía del mismo lugar que el ruido que estaba haciendo la pareja que había querido evitar.

—Por favor, no contestes, por favor, no contestes, por favor no...

Su pensamiento se vio interrumpido por la voz jadeante de Otto.

—Hola Ren, ¿qué pasó?

Renata no necesitaba escuchar la bocina del celular, escuchaba muy claramente la voz del novio de su hermano a escasos tres metros de ella, separados únicamente por una estantería de libros.

—Joaquín nos está esperando, te veo en el estacionamiento.