Estaba llegando al final de aquella larga escalera cuando escuché una desconocida voz.
-'Tiene que ser él. Tiene que ser Louis.' pensé.
Era una voz fina y dulce. Sin duda, la voz más bonita que había escuchado jamás.
Las piernas me temblaban y tenía miedo de caer al suelo. ¿Por qué estaba tan nerviosa? Seguro que era un chico normal, nada fuera de lo común. Pero tenía que comprobarlo y salir de dudas.
Fui dirección al salón y allí estaban mis hermanos, mis padres y... él.
Me quedé paralizada unos instantes. No sabía que hacer ni que decir.
-'Anna, no te quedes ahí parada y saluda'. -Dijo mi madre.
-'Si, lo... siento'.
Fui andando hacia él y cuanto más cerca estaba, más nerviosa me ponía.
El corazón me iba a mil por hora. Parecía que se me fuese a salir del pecho.
-'Hola, soy Louis.' -Me dijo.
-'Yo Anna. Encantada'.
Me dio dos besos y me sonrió a escasos centímetros de mi boca. Si, tenía una sonrisa preciosa. Sus verdes ojos le brillaban y hacían resaltar su blanca tez.
Me quedé unos segundos en frente de él observándole. Cada rasgo de su cara. Cada lunar. Cada arruga que se le formaba al sonreír. Noté que un escalofrío me recorría el cuerpo, y seguidamente, se me puso la piel de gallina.
No dejaba de sonreír a pocos metros de mí.
-'Para. No sigas sonriendo.' -Pensaba.
Pero, ¿por qué? Me encantaba esa sonrisa. ¿Acaso tenía miedo de enamorarme? Bah, tonterías. Eso es imposible, no creo en el amor desde hace mucho.
Me di la vuelta y fui a tomar asiento.
Louis nos estuvo contando que le encanta jugar al fútbol y cantar. Nos dijo que tiene un grupo de música junto con otros cuatro chicos llamado 'One Direction' creo que dijo. La verdad, no lo recuerdo muy bien. Estaba perdida en su mirada, en sus labios. Aquellos labios que con tantas ganas deseaba besar... -'¡Pero qué estoy diciendo! Me he vuelto completamente loca. Debo de tener fiebre.' -Pensé. -'Esto no es normal, no, no lo es'.
Me levanté y disculpándome fui a la cocina a por un vaso de agua.
Bebí un gran sorbo para intentar relajarme. A los pocos segundos, entró mi hermano y me preguntó:
-'Hermanita, ¿estás bien? ¿sucede algo?'
No sabía si decírselo o no. A saber como se lo iba a tomar. Pero quien mejor que tu hermano mayor, que es como tu mejor amigo, para aconsejarte sobre este tema.
-'Verás, siento algo dentro de mí que hacía demasiado tiempo que no sentía. Ni me acordaba lo que era esa sensación. Desde el primer momento en el que me has nombrado a Louis, me imaginé como podía ser físicamente, pero jamás me le imaginé así. Apenas puedo estar delante de él porque me pierdo en su mirada, en su boca. Estoy muy nerviosa y no sé por qué. No sé lo que me pasa Adrien.'
Mi hermano me escuchaba atentamente y se animó a hacerme una pregunta directa, sencilla y clara.
-'Anna, ¿te gusta Louis?'