-"Si soy yo. Anna Evans. La hermana de Adrien."
-"Ya ya, sé quien eres". Rió.
-"¿Qué tal has dormido?" me atreví a preguntar.
-"Pues si te soy sincero, mal". Suspiró. "Me he pasado toda la noche dándole vueltas a por qué no me respondiste a los mensajes ni a las llamadas". Dijo en un tono triste.
A mi todo esto me había pillado por sorpresa. Jamás un chico 3 años mayor que yo me había dicho cosas como las que me dijo él.
-"Verás Louis, tú a mi me gustas, y lo de ayer no me lo esperaba. Pero..." dije callándome unos segundos. "¿y si quedamos y lo hablamos? Va a ser mejor hablar en persona que por teléfono". Dije riendome.
-"Perfecto, ¿te paso a buscar a las seis? ¿Te viene bien?"
-"Genial. Luego nos vemos". Colgué.
No me podía creer lo que acababa de hacer. Había quedado con Louis. Nada más y nada menos que el perfecto Louis Tomlinson. Se lo tenía que contar a Adrien. Iba a flipar.
Salí corriendo hacia su habitación y entré.
-"Adrien, no sabes lo que acabo de hacer".
-"¿¡Qué has hecho, Anna!?" Dijo preocupándose.
-"He llamado a Louis, y le he dicho de quedar. ¡Hemos quedado esta tarde a la seis para hablar!" Dije dando pequeños saltitos.
"Conque una cita, ¿eh?" Dijo sonriendo de medio lado.
"No es una cita idiota". Dije dándole un golpe en el brazo.
"¡Si lo es!" Dijo cogiéndome y tirándome a la cama.
-"¡Adrien, para!" Dije entre risas. "¡No más cosquillas!"
-"No voy a parar hasta que admitas que tienes una cita". Dijo sin parar.
-"Está bien, tengo una cita". Dije riendome.
De repente me soltó y vi como se entristecía.
-"Te haces mayor mi niña, pero tú siempre serás mi pequeña".
Al escuchar aquello me emocioné y una lágrima salió de mis ojos y recorrió mi cara. Abracé a mi hermano más fuerte que nunca.
-"Sabes que me vas a tener siempre".
-"Lo sé, más que de sobra". Dije . "Y te voy a estar eternamente agradecida por lo que haces a diario por mí".
Y le volví a abrazar. No sabría que sería de mí si algún día me faltase Adrien.
-"Bueno, pequeña, ve a arreglarte que al final vas a llegar tarde a tu primera cita".
Asentí sonriendo. Me levanté de la cama y me dirige a la puerta.