Mi primer día de instituto en una ciudad nueva, en un estado nuevo; a la mierda de todo el resto del mundo. Millones de preguntas invaden mi cabeza... ¿Encajaré con esos idiotas o me estaré solo durante todo el currso? Bueno, pase lo que pase, tengo a Bella.
Bella es algo así, parecido como a una novia, con un buen culo y dos buenas peras, y creo que siempre estará conmigo, o bueno, eso es lo que ella dice.
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Me voy a presentar; yo soy Christian Broooks, vengo de Carolina del sur, y tengo diecinueve años. Me gusta jugar al fútbol américano, y de hecho jugaba en el equipo profesional de Carolina del sur.
Mi nuevo profesor, me hizo bastante preguntas -algunas, que ni siquiera venían a cuento. - Más tarde, mis nuevos compañeros empezaron su turno de preguntas;
¿Por qué has venido a este instituto? – preguntó, - entre otras - una chica bastante atractiva, que me miraba con picardía, y no dudé en responderle como se merecía; lo tenía a tiro echo.
Para conocer chicas como tú. – le contesté, y todos se rieron.
Noté casi al momento que a todos, o bueno, a casi todos les había caído bien; y eso, era un punto bastante bueno a mi favor.
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Tras presentarme me senté, en el único pupítre que había libre, y entonces me fije en una chica que estaba a mi lado. Ella escribía cosas en un cuaderno pequeño de rayas que tenía a su lado.
La miré, y ni siquiera me miró, tan solo apartó mis cosas de su mesa, ya que eran mesas conjuntas.
'Lo siento’; le dije tras haber notado su reacción, pero ella no me miró, una vez más.
Mientras el profesor explicaba la materia, observé sus ojos y vi algo que no había visto en nadie más. Esa chica tenía algo especial, y esa cosa me había llamado la atención desde el principio.
Tenía el cabello castaño, largo y rizado; sus ojos eran verdes oscuros, con un retoque amarronado por los bordes; su nariz era pequeña, pero bastante bonita, y está era algo achatada por abajo; y su sonrisa… Era la mejor que había visto hasta ahora.
Me lanzó una mirada fulminante, y en seguida dejé de mirarla. - Creo que no le gustaba que le miraran tan de cerca. - Pero, para mí opinión, esa chica era la mejor que había visto hasta ahora.
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El profesor abandonó la clase, y empezó el descanso de quince minutos.
Fui a comprar una bebida y la vi allí sola; me dirigí hacía ella, o por lo menos hice el intento, pero cuando la llamé, y me miró, varias chicas se abalanzaron hacía mi y no pude alcanzarla.
Ella me miró con desprecio y tan solo dijo: ‘Uno más de un montón.’
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Estuve bastante frustrado esa mañana, ya que quería conocerla un poco más, pero ella evitaba cada intento de acercamiento.
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Déjame soñar.
Romance'A veces lo que más deseas, nunca se cumple y a veces lo que menos esperas que suceda, ocurre. Conoces a cientos de personas y ninguna te deja huella y de repente conoces a una persona y esa persona, sin duda, te puede cambiar la vida para siempre.'
