Christian, Christian Brooks... ¿Estás bien? - me peguntó una desconocida señora mayor que estaba a mi lado.
¿Dónde estoy? Me había preguntado varias veces asustado, aquella situación era bastante rara...
Y Patricia... ¿Dónde estaban Tris y mi pequeña Hannah...?
¿Por qué solo estaba esa señora mayor en aquella sala de hospital...? - exclamé y la señora me sugirió que me calmara.
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Me levanté de aquella camilla bastante asustado... Ese día entraba mucha luz por aquella vieja ventana; y no podía parar de pensar en ellas... No podía contener aquella ira que me había hecho pensar que, quizá, les hubiera sucedido algo.
Minutos más tarde, llegaron dos médicos y mientras me sostenían, noté como me pinchaban algo por la espalda; era una aguja, caí en el suelo, y nadie me sostuvo...
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Cuando me desperté, ya era de noche, y me levanté de nuevo en aquella sala, pero está vez no había nadie... Pensé que esa señora se habría asustado y se habría marchado.
Respiré hondo, ya que apenas recordaba a nadie, solo a Tris y a Hannah...
Me levanté de esa cama nuevamente y anduve por los pasillos, sala por sala en busca de alguna respuesta, algún indicio que me asegurar que ellas estaban bien, pero no la vi por ningún lado...
¿Alguien me puede decir donde está Patricia Grier? - grité pero, nadie me escuchó, y entonces mis ojos se llenaron de lágrimas, ¿dónde estarían?
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Pasaron unos segundos, e intenté parar a algún médico, pero, ninguno quería escucharme; solo decían, espere en su sala, ahora le atenderemos.
¿Nadie me escucha? ¡Sólo quiero saber dónde están mi mujer y mi hija! - grité de nuevo, y está vez una médica me miró fijamente.
Estaba tan furioso, por no saber sus paraderos, que nadie iba a hacer que me sentará y esperara, necesitaba saber lo que había pasado con ellas.
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¿Está bien caballero? - me preguntó una médica, bastante joven, supuse que estaría de prácticas, por eso me había ayudado.
Solo quiero saber donde está Patricia Grier y Hannan Brooks, solo eso. - le pregunté con lágrimas en los ojos, pero ella me miró extrañada.
Está bien, iré a mirarlo en la hoja médica. - me dijo, y enseguida se fue.
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Pasó un rato de eso, y me había vestido ya, estaba dispuesto a regresar a casa... Pero, la señora mayor de esa misma mañana, apareció nuevamente.
¡Christian Brooks! ¿Te han dado el alta? - dijo la señora, cuando me abrazó.
¿Quién eres tú...? - le pregunté y ella se separó temerosa de mi.
Ah, sí, lo entiendo... Yo soy Anne cariño... - dijo ella y no la miré.
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¿Anne? ¿La hermana de mi madre? ¿La misma que no fue a visitar a mi madre cuando murió...? ¿Esa era ella? Me preguntaba a mí mismo, pero... ¿Cómo iba a ser posible que ella me visitara? Yo estaba en Carolina del Norte y ella... Ella era de Inglaterra.
¿Por qué estoy en este hospital? - le pregunté y ella me miró extrañada.
Hace semanas que estás aquí, mientras ibas en tu coche, tuviste un fuerte accidente... Dicen que has tenido suerte de hoy... - dijo ella, y al mirarla con furia calló. Bueno, has tenido suerte de hoy estar aquí. - continuó ella si mirarme.
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¿Dónde están Tris y Hannah? - le pregunté después de estar un buen rato mirando la ventana.
No iba nadie más en el coche contigo... - respondió ella, y de repente entró la médica que me había atendido hacía minutos.
Señor Brooks, no hay ningún registro de Tris Grier y Hannah Brooks en Inglaterra. - dijo la médica y enseguida la miré.
¿Inglaterra? ¿Acaso estoy en Inglaterra? - le pregunté y mi tía le susurro a la médica que se marchara.
Todo esto, ha pasado aquí Christian, cuando tus padres murieron tú volviste a Inglaterra, y nunca has vuelto a Estados Unidos.
Ayer mismo, oh díos esto no puede ser... ¿Cómo puedes decir que no he vuelto a Carolina, cuando allí mismo estaba ayer, con Hannah y Tris? - grité furioso, y me fui de aquel hospital.
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Minutos más tarde, la médica me advirtió que si decidía irme, si me pasaba algo nuevamente, el hospital no se haría responsable de eso, y aunque fuera importante, decidí irme, tenía que encontrarlas.
¡No puedes irte, de nuevo, allí en los Estados Unidos no te queda nada! - gritó mi tía.
Iré, yo iré a buscar a Tris, me arrodillaré ante ella y le propondré matrimonio, eso es lo que haré, pienso encontrarla. - le respondí, y ella agachó su cabeza.
¿Qué pasa...? ¿Sabes algo de Patricia? - le pregunté.
Nunca has estado con nadie que se llamará Tris, y Hannah no es tu hija. - respondió ella y la miré decepcionado.
¡No sabes nada, no has estado allí y no los conoces! - le grité y ella me enseñó una carta que mi padre le había enviado antes de morir.
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Leí esa carta, y ponía cosas muy crueles sobre mi madre... Ahora podía entenderlo todo; mi padre y la hermana de mi madre siempre habían estado juntos, y cuando murió mi madre, mi padre desapareció...
No, no, no esto no podía ser un producto de mi imaginación, ellas realmente existían; todo lo que creía se desvaneció en un segundo, todo lo que sentía se puso en duda.
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¿Por eso has decidido volver no? No eras con la única que estaba mi padre ¿verdad? - le pregunté, todavía pensando en todo lo que ponía en esa carta.
Te prometo, que no existen Tris y Hannah, ha sido un accidente muy fuerte, y no debes cargar con toda la culpa... - dijo ella con lágrimas en los ojos, pero yo, me negué a creerla, me negué a creer que eso era cierto.
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Déjame soñar.
Romance'A veces lo que más deseas, nunca se cumple y a veces lo que menos esperas que suceda, ocurre. Conoces a cientos de personas y ninguna te deja huella y de repente conoces a una persona y esa persona, sin duda, te puede cambiar la vida para siempre.'
