Sin límites (Riren)

Desde antes

En la mañana Levi despertó casi al medio día, al final de cuentas si decidió quedarse a dormir. Se levantó, ideando la idea de ir a la cocina para desyunar, una vez de pie se dirigió a buscar al castaño. Efectivamente, Eren ya habría preparado el desayuno, lo sirvió en la mesa para después ir hacia Levi, llevándolo de regreso para sentarlo sobre una silla cercana a la mesa.

-Buenos días, Levi... está el desayuno. Así que come -dijo Eren con una sonrisa y a la vez que se sentaba en otra silla.

-No era necesario... -replicó Levi, aunque realmente tenía hambre-. Pero gracias -añadió, y sin más, empezó a comer con tranquilidad.

-No es nada -contestó-. No quería comer solo -susurró para si mismo, aún así Levi pudo escucharlo, le quitó importancia.

Cada quién estuvo comiendo casi por media hora y luego de terminar Levi se levantó, no quería parecer descortés pero no tenía de otra.

-Debo irme -dijo en seco, no esperó la respuesta del menor y se fue al cuarto de Eren donde durmieron juntos anoche; por separado, claramente.

Una vez vestido, se encaminó hasta la puerta de salida.

-¡Ten cuidado! -gritó Eren,logrando ser escuchado a la primera.

Levi asintió y salió del departamento, siendo su destino el suyo propio.

El recorrer el camino de vuelta a casa, con una tranquilidad total, su teléfono vibró en su parte trasera y no tardó nada en leer el mensaje que había recibido.

«Levi, soy el padre de Aido.
Tenemos que salir del país y pues ya no será necesario que cuides de el, saldremos en media hora. Gracias por todo»

Justo en ese momento, paró en seco y directamente se volvió para dirigirse a casa de los Brown; una vez ahí, todos estaban por salir, aparentemente ya habría estado listo todo desde antes, y junto con ellos, estaba el pequeño.

-No es cierto -murmuró al fin.

-Onii-chan... -le llamó acercándose al mayor-. No me dejes ir...

-Oi, yo... -Levi se arrodilló frente al pequeño y colocó su mano sobre su mejilla-. Si fuera por mí, no te dejaría ir... pero, tienes a tus padres y no puedo hacer nada.

-No quiero -repitió, lanzándose sobre Levi y lo abrazó con sus pequeños brazos aferrados al cuello del chico-. Te voy a extrañar... mucho.

- Y yo a ti, mocoso -admitió Levi, susurrando solo para Aido-. Pero, solo... Te cuidas ¿está bien? Nos veremos pronto.

-Sí, nee Levi... -el tono de voz del pequeño pareció quebrar-. Yo te quiero -soltó sin más, las pequeñas lágrimas salieron de sus ojos marrones-, Onii-chan...

Escuchar aquellas palabras, provocó una sonrisa leve en Levi-. Y yo a ti, Aido -se apartó del pequeño y lo despeinó-. Hasta pronto, y espero volvernos a ver.

Levi se despidió de la familia y en especial de Aido, sí que se sentía deprimido aunque no se notara.

Al abandonar la casa de los padres de Aido, regreso a su departamento y entonces tomó la decisión de asistir a clases pero de manera online, desde su casa. Ya que estaba en último año, la fecha de graduación era dentro de 2 meses al igual que Eren.

Desde es entonces, Eren iba a clases normalmente a diario, extrañándose por la repentina ausencia de Levi ya que no recibía si quiera algún mensaje por su parte.

Por encima de eso, las calificaciones no bajaban totalmente, además de que gracias a Armin y sus enseñanzas particulares permitieron que Eren lograra obtener su diploma listo para ser entregado en ceremonia. Y así sucedió, el par de meses transcurrió casi que fugazmente.