«Trató de recordar qué había pensado la primera vez que la vio. Intentó discernir cómo había sucedido; cómo había pasado de ser una desconocida a convertirse en la persona más importante del mundo.» -Eleanor y Park, Rainbow Rowell.
Pasó medio año en el que Alexander y yo no hablamos, hasta que un día recibí un mensaje de él, charlamos varias veces luego de esa vez. Empecé a interesarme en el, pero conforme íbamos hablando me di cuenta demasiado tarde que me estaba empezando a gustar, por lo tanto, siempre me ponía nerviosa y no sabía las estupideces que le decía.
—No, pues... Consíguete otra novia— envíe el mensaje en respuesta a algo que él me había dicho, suspiré, creía que diciéndole eso se iba a fijar en mi, que estupidez ¿no?
—Estoy en eso, nunca encuentro nada interesante, la mayoría son unas estúpidas, con todo respeto— tiré una carcajada, opinaba lo mismo, todas plásticas, falsas, doble moral... Inclusive yo soy así.
—Todas somos unas estúpidas— todas las personas en el mismo saco.
—Algunas más que otras— recibí su mensaje y nuevamente volví a reír, eso era verdad.
—Solo debes de escoger a una estúpida que te llame la atención— porque yo ya encontré a mi estúpido, por un momento llegué a pensar que esa estúpida podría ser yo... Que patético ¿no?
—En la escuela no hay mucho que elegir, tú eres genial, me caes bien— me sonrojé, demasiado para mi gusto.
—Me enamoras— me estaba muriendo de la risa.
—¿No que no soy tu tipo?— Sostener esa mentira fue lo peor que pude haber hecho. Siempre fui el tipo de chica que era directa y les decía a los chicos cuando me gustaban... Pero con él me fue imposible.
—Y yo tampoco soy tu tipo— era obvio para mi.
—Exactamente— leí el mensaje y sonreí tristemente, lo sabía, pero aún así dolía.
—Auch. Quizás sí eras mi tipo y acabas de cagarla.
—Pues ni pedo— nunca te importé ¿no es así?
—No pues... Gracias— me ha dolido, más de lo que debería.
—¿Por romper tu corazón?
—Sí— fui sincera.
—Lo siento, querida, pero ¿qué tengo yo que te podría gustar?— esa pregunta me tomó desprevenida, ¿qué me gustaba de él? Ni idea.
—Lo raro ¿quizá?— me tomé unos minutos para pensar, no encontré nada.
—¿Qué más?— luego de cuestionármelo sabía que responderle... Sus lentes, sus ojos, su cabello despeinado, su actitud, su caballerosidad, su escritura, su todo.
—¿Para qué quieres saber?— no podía decirle lo que pensaba, claramente no podía.
—Curiosidad.
—Te gusto, lo sé— me lancé a enviarle ese mensaje, esa frase se me pegó de tantas veces que Valeria lo decía.
—Me caes bien— otra vez eso me había dolido.
—Rompes mi corazón— y aunque lo decía como si fuera un juego... Era verdad.
—Perdona— él ni enterado de lo que pasaba —Podría besarte sin que fueras mi novia ¿sabes?
—¿Te me insinúas acaso?— mi corazón se aceleró un montón... ¿Qué demonios pasaba con él?
—No, lo afirmo— ¿A qué demonios se refería?
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Tóxico
Fanfiction«Y si te digo adiós no es porque no te ame, es porque un día me dí cuenta que te amaba tanto que dejé de amarme a mí» -Roberto Rocha -Eres uno de los pocos seres vivos que conozco que es así de brillante... Y eso me encanta. -Es importante, mujer. ...