VI

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Ponte de l'Accademia, Venecia, la silueta de una pequeña niña era lo único que cruzaba el puente, caminaba mientras hojeaba unos amarillentos y antiguos papeles cuando de pronto un viento casi se los quita de las manos, los metió en su bolsillo para protegerlos y se ajustó el cuello de su abrigo por el frío, el viento comenzó a hacerse cada vez más fuerte, llegó al punto de que ella misma podría salir disparada al agua en cualquier momento, se acerco a la baranda y fuertemente la agarró para sujetarse, tenía miedo de caer al agua y el viento se hacía más fuerte, no podía soportarlo más, de una bolsita de tela amarrada en su pantalón sacó un poco de tierra , se agachó y la puso en el suelo, ésta se alzó en un muro de tierra protegiéndola del viento mientras pensaba que hacer, de pronto un silbido se escuchó en el aire y se agachó rápidamente mientras en ese mismo instante el muro se cortaba a la mitad de forma horizontal junto con la baranda, fue entonces cuando el viento paro en seco y alguien hablo -así que tu eres la niña-.

-quiero que me des esos papeles- dijo la chica que había aparecido, vestida completamente de negro, llevaba pantalones, chaqueta e incluso guantes de cuero, su tez morena era cubierta gran parte por su largo cabello azul -¡dámelos ahora!- exclamó y levantó su mando derecha haciendo que la pequeña niña se elevará del suelo dos metros y se quedara en el aire. -muy ingenioso, esperaste a que no hubiera tierra para atacarme..... si, muy bien pensado, un puente es la mejor opción para atacarme- la niña no se veía nada preocupada por estar desprendida en el aire, casi le parecía cómico -no puedes lanzarme al agua por que no quieres mojar los papeles así que por ahora estoy a salvo, también estas confiada por que piensas que estoy asustada o algo parecido lo cual es un grave pero común error- levanto entonces su mano y la apunto con su dedo índice, la tierra debajo de ella inmediatamente se deformo y salió disparada una aguja desde este punto hacia la chica de negro, la cual por poco logró esquivar ese ataque, sólo que perdió su concentración y la pequeña cayó al suelo, sus manos ágilmente sacaron tres pequeñas bolsas de una suave tela ubicadas en su cinturón y las lanzó esparciendo tierra por toda el puente- intenta quitarme los papeles si puedes- Reto la pequeña niña de coletas.

-Dime cuál es tu nombre - exigió la chica de negro- me gusta saber el nombre de la persona a la que asesinare- sonaba confiada pero la amenaza no tubo ningún efecto en la niña -me llamo Esther, elemental de Tierra y tú debes ser Abigail del elemento viento, yo si he estudiado- la pequeña niña sonreía. -así que el nombre de la pequeña prodigio de Tierra es Esther, interesante, ahora señorita Esther tendré que quitarle esos papeles por las malas-. Aby movió sus manos una a cada lado y una ráfaga de viento comenzó a moverse rápidamente, luego las junto muy fuerte en una palmada y Esther dio una voltereta hacia atrás, nadie más que ellas dos pudo haber notado el peligro de muerte en el que estuvo Esther, Aby movía las manos hacia todas direcciones atacando con un gran control del viento, Esther por otro lado esquivaba dando saltos y volteretas, se agachaba y movía rápidamente, su velocidad comenzó a disminuir después de unos minutos y le habían aparecido rasguños en su abrigo, varias partes parecían haber sido dañadas con un cuchillo o algo afilado, entonces fue cuando tropezó y la ráfaga la mando a volar muy fuerte contra la baranda, sus mejillas fueron marcadas por varias líneas rojas desde donde comenzó a brotar sangre, Aby, tan rápida como el viento, se deslizó hasta unos centímetros suyo y la tomo por el cuello, presionó un poco para ahorcar a Esther -ahora dame los pa....- la mano de Esther cambio de forma y se estiró en una larga cuchilla de tierra que atravesó a Aby, ahí fue donde lo comprendió todo, Esther si era una prodigio y nunca estuvo en verdadero peligro, su cuerpo estaba cubierto de Tierra desde antes de la batalla y lo más probable es que fuera una trampa para ella.-te falta mucho por aprender Abigail del viento- su larga cuchilla volvió a tener forma de mano y Abigail cayó de rodillas, de su pecho caía una gran cantidad de sangre -po....por favor.... mi hermana- y Abigail perdió la conciencia.

Natasha estaba viendo desde un extremo del puente como su hermana mayor luchaba contra la otra chica que debía tener su misma edad, pero se movía con una agilidad impresionante que ella no podría igualar jamás, cuando vio a su hermana mayor atravesada por el cuchillo de la niña no pudo aguantar el gritar -¡Hermana!- las lagrimas comenzaron a salir sin poder evitarlo y comenzó a correr pero luego de dos pasos los sulis la sujetaron -calma Natasha, nosotros nos haremos cargo- de sus manos parecía salir humo y luego se materializaban armas pero Natasha se logró soltar y corrió en dirección a donde su hermana se encontraba arrodillada, entonces cayó hacia adelante y la pequeña niña de tierra se giró y la miro fijamente mientras ella corría, llegó a donde se encontraba su hermana y se arrodilló junto a ella llorando, Esther miro a los hombres de negro que corrían tras ella y uno lanzo una lanza negra hacia ella, fácilmente la esquivó, los apunto con su dedo y comenzaron a salir disparadas balas de piedra que impactaban y dañaban letalmente las cabezas de los cinco sulis que cayeron muertos al suelo, luego comenzaron a desvanecerse. -¡eres un monstruo!- desde el suelo Natasha le gritaba mientras lloraba y sostenía a su hermana moribunda -no morirá pero ha perdido mucha sangre, cerca de aqui hay un hospital, apresúrate y ella estará bien- luego de decir esto Esther se dio la vuelta, se sacudió un poco, se arreglo el cuello de su abrigo para protegerse de la fría noche, fue desapareciendo lentamente en el otro extremo del puente.

Elementos del libro gris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora