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Lemis miró el portal cerrado y se acercó, abrió el libro gris que tenía en la mano, conjuró la llave tal cual decía el libro y la puso en la puerta, no pasó nada por unos segundos, los pilares comenzaron a brillar y el portal comenzó a abrirse, el único portal cerrado solo por parte de la tierra, se abrió por completo y Lemis saltó hacia atrás, del portal salió un hombre alto, blanco, más blanco de lo normal, de cabello azul, sus alas también blancas como la nieve, llevaba un traje negro -¿Por que has abierto este portal? inmundo Norvario- Lemis se inclinó y dijo -vengo de parte del gran sabio- su voz era un poco temblorosa -vengo a pedirles el espejo de Javat- levantó la mirada y el hombre de cabello azul lo miraba con desprecio -¿para eso vienes a molestar en la tumba de uno de los nuestros?- Lemis bajo la mirada ante esas palabras -eso es un insulto y una declaración de guerra- Lemis seguía con la mirada baja -necesitamos el artefacto para eliminar al señor oscuro- dijo Lemis esperando respuesta, se escuchaba solo el fuerte viento soplar -necesita...- comenzó a decir Lemis pero una estaca de hielo atravezó su hombro, cerró su boca y siguió con la mirada baja -te escuche Norvario, no me hagas matarte- Lemis se quedó en silencio -el espejo solo separa la parte malvada de una persona, si lo que buscas es volver a juntarlas es imposible, tu "gran sabio" tomó una decisión y esa decisión se le escapó de las manos, la única manera de eliminar la parte mala es matando a la buena y lo saben- se quedó en silencio unos segundos -¿Puedo decir algo?- dijo Lemis con voz temblorosa, miró al Andeo quien asintió -hemos encontrado a una chica que puede curar, según el libro blanco...- una estaca de hielo atravezó su muslo -alguien como tu no tiene derecho a decir nada sobre el libro blanco, pero si lo que dices es cierto, hay una posibilidad de que el espejo úna dos mitades separadas, si la chica que cura lo soporta- volvió a quedarse en silencio, luego estiró su mano en la cual tenia un anillo color turquesa, el anillo cambió su forma y se transformó en un espejo circular con piedras preciosas alrededor, luego volvió a convertirse en un anillo que quedó en la palma de la mano del Andeo -te daré esto a cambio de tu vida- en cuanto pronunció tal cosa la mirada de Lemis cambió a una de perplejidad absoluta -si lo que quieres es el espejo debes morir y ocupar el lugar de quien yace en esta tumba- Lemis bajó la mirada y se puso a recordar todo lo hablado con el gran sabio, todo lo que le dijo sobre su parte malvada que era el señor oscuro, la idea de usar el espejo y a Eli para unir denuevo las partes, la misión de buscar un portal hacia Andra y poder obtener el espejo, pero morir por el espejo y que volviera el Andeo que casi destruye a Norvaria no fue parte de la conversación, ni parte del pensamiento de ninguno de ellos -y... si... me niego- dijo Lemis -Muere tu gran sabio- dijo crudamente el Andeo, Lemis lo miró mientras una lagrima caía por su mejilla -Está bien, moriré por el hombre que salvó a mi pueblo- el Andeo sonrió, extendió sus alas y lanzó una rafaga contra Lemis, la cual no hacía daño, pero la marca de Lemis cambió de color a negro poco a poco, ahora estaba maldito -Esta maldicion hará que mueras y Verok reviva, así que ten- Le lanzó el anillo a Lemis -Hasta nunca- guardó sus alas y se fue a través del portal el cual volvió a cerrarse tras él, Lemis estaba condenado.

El señor oscuro cayó a Kathar dejando atrás a Torret, no había tiempo para rescatarlo ahora que había tantos enemigos, para su mala suerte Mike no soportó la unión de elementos y terminó muriendo a manos de la pequeña prodigio, cayó donde habían peleado los otros seres oscuros contra Esther, vio el cuerpo de Mike despedazado y todo el suelo cubierto de metal -maldicion- dijo en voz baja para si mismo y llamó a los soldados Ashnianos pero nadie le respondió, los altos mandos de Kathar lo habían abandonado también, frente a él cayó él gran sabio seguido de Isaac y finalmente Fani -danos a Esther, ya no tienes a nadie en la tierra- dijo el gran sabio un tanto molesto, el señor oscuro lo miró y rió -¿aun piensas que puedes volver a unirme a ti? ¡Idiota! Solo debo matar a esa mujer de la marca verde y tu plan se va por la borda- siguió riendo mientras Isaac y Fani lo miraban, el gran sabio miraba a Mike -¿piensas que matando a tus súbditos podrás lograr tu objetivo?- el ser oscuro no respondió -eres todo el odio que tuve algún día y que tendría el resto de mi vida, eres todo lo malo, ambicioso, asesino, destructor y controlador, solo por eso debes morir aquí y ahora- los puños del gran sabio que estaban cubiertos de humo negro todo este tiempo dejaron ver unos extraños guantes blancos, Yorod, los guantes de Luz, los únicos capaces de ser usados por cualquiera y de lastimar al ser oscuro así como cualquier arma ancestral, el ser oscuro comenzó a cubrirse de humo y saltó, el cielo y el suelo se volvieron negros, Isaac se prendió completamente en fuego anaranjado muy poderoso, Fani tomó su collar y comenzó a conjurar, estiró su mano haciendo aparecer su Katana con el dragon en la hoja, su cuerpo comenzó a arder pero no tan fuerte como Isaac, el gran sabio se cubrió de humo y comenzó la batalla.

Elementos del libro gris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora