Elementos del libro gris

IV

-¡Señor lo siento mucho! le juro que no se de donde apareció, era una mujer y de pronto desapareció y luego me golpeó, de verdad lo siento- Mike se disculpaba histérico de rodillas ante el líder oscuro, estaba aterrado y hablaba rápidamente suplicando perdón, está había sido la segunda vez que se le escapaba el elemento de la profecía, estaba desesperado hasta que escucho la voz del ser oscuro -cállate- le dijo con su grave voz pero de una manera tan relajada que no parecía ser él -sé quien es la chica y no tienes oportunidad contra ella- luego todo quedó en silencio, pasaron varios minutos antes de que volviera a hablar el ser -esta bien, es hora de partir, ¡Mike!- este grito asustó a Mike el cual sorprendido cayó en el suelo hacia atrás- s.... si señor- respondió, -vendrás conmigo, ya se donde se dirigen-.

Codish iba durmiendo incómodo sentado al lado de Kate, la maestra de Lucía, que situada en el lado de la ventanilla miraba hacia afuera, aunque al ser de noche no se veía nada más que sombras y siluetas lejanas de los árboles, Eli miraba también hacia afuera sentada en frente de Kate, a su lado Lucía dormía al igual que Codish apoyada en Eli, dormía profundamente, Kate hablo:
- tu.... Elizabeth ¿no? Lucia me hablo de ti, ¿cómo te encuentras?- Kate miraba a Eli de forma preocupada -se..... maestra.... estoy bien- Ahora Eli miraba a Kate un poco asustada -Eli, tranquila, ahora estaré con ustedes protegiéndolos- le dedicó una acogedora sonrisa a Eli, la cual se veía un poco más tranquila aunque aún asustada - Dime Eli, ¿hay algo que quieras saber?- Eli la miró sorprendida, como si ella le hubiera leído la mente -yo.... quiero hacer lo que hacen ustedes, dígame maestra como se hace- Kate sonrió - tranquila, aún no es tiempo, procura descansar, yo me quedaré vigilando y muy pronto te enseñare todo- al poco rato Eli, mucho mas tranquila, se acomodó y se durmió al igual que sus jóvenes compañeros de viaje.

Cuatro horas habían pasado desde que Eli se quedó dormida, el reloj marcaba las dos y media de la madrugada, fue entonces cuando se escuchó un extraño ruido y el tren comenzó a detenerse muy despacio hasta que quedó completamente quieto, el guepardo de Kate ya se encontraba a su lado y ambos estaban en posición de alerta esperando lo que fuera que podría pasar, fue entonces cuando la ventana comenzó a oscurecerse, estaba siendo tapada por algo negro y oscuro, viscoso, que caía desde el techo y cubría el tren completo dejando la visión en manos de las luces las cuales luego de un parpadeo se apagaron todas.

Del cuerpo de Kate comenzaron a brotar rayos, hilos de luz que salían como balas desde su cuerpo hasta los muros de la pequeña habitación en la que estaban, ella brillaba haciendo desaparecer toda la oscuridad pero sólo dentro de aquella habitación, se encontraba en posición de ataque y muy alerta hacia la puerta, fue entonces cuando la ventana pareció despejarse, la cosa que la cubría se abrió paso dejando ver el oscuro paisaje a lo lejos y ahí, a unos cinco metros de la venta de Kate se alzaba una gran silueta de un hombre, Kate en un instante lanzó uno de sus rayos más potentes hacia la silueta rompiendo la ventana con un gran estruendo, Lucia pareció despertarse y Codish se movió un poco, el rayo fue directo a la silueta y la atravesó, no le causó ningún rasguño y cuando levanto la mano todo se volvió negro para Kate.

El tren estaba detenido, todo oscuro y apagado, cubierto por una viscosidad oscura que se metía por una ventana rota, a unos cuantos metros una silueta se veía parada estirando la mano de donde salía la cosa viscosa, Isaac lo miraba desde arriba del tren, estaba completamente tapado con ropa negra, tenía guantes y una capucha. Corrió por el techo a toda velocidad y cuando estuvo lo más cerca posible de la ventana rota de su mano broto una llama, una pequeña bola anaranjada que brillaba cada vez más, la lanzó con una velocidad y fuerza increíbles, se hizo cada vez más potente e intensa y atravesó a la silueta oscura que no vio venir el ataque, se comenzó a hacer humo junto con toda la cosa viscosa que cubría el tren y el sospechoso sujeto de la capucha desapareció en la oscuridad de la noche.