C5: Necesidad

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ESTEPHANT

Es un caso extraño el que vivo.

─ Señor, disculpe que lo interrumpa, pero su reunión con los accionistas comenzará en media hora ─ Pedro, mi chófer, me recuerda mi agenda.

─ Bien, espera cinco minutos más y nos vamos ─ nuevamente reina el silencio y yo me dedico a observarla desde mi posición.

No logro entender a esta chica. Desde la primera vez que la vi me causó curiosidad. Ni yo he logrado descifrar aquello que me mantiene tan intrigado.

Ella ríe con su extrovertida amiga. Su sonrisa es algo que no siempre predomina en sus expresiones. Ella, por lo general, se mantiene pasiva, sin expresión alguna.

Siempre que la observo es lo mismo. No hay sobresaltos en su actuar, es la misma con todos, no hay nadie con quien haga una excepción, aunque suele permitir un poco de violación a su espacio personal a sus compañeros, aun se puede observar la distancia invisible que impone sin siquiera proponérselo.

Luego está el cambio. Ya no sube a atender al personal de mi empresa. Evita con esfuerzo notable hasta cruzarse conmigo. No me he esforzado mucho para saber que no le soy de su agrado.

Cada que he bajado a pedir cualquier cosa es sólo puro pretexto, lo hago por ella. La necesidad de verla me consume y cada día que pasa es más fuerte, sólo que no es el tipo de necesidad carnal, es algo más.

Es algo más que no comprendo.

Ella es una chica ordinaria. Alguien que no representa un gran símbolo de belleza; pero, al mismo tiempo, su misma forma de ser la hace alguien totalmente distinta al montón. Las ojeras y su piel pálida me intrigan más que una noche de pasión, algo la atormenta y no son los estudios, estoy más que seguro de eso.

Sus silencios guardan miles de secretos que, si observas bien, son más que simples verdades. Ella es un enigma que me exaspera y cautiva, en las mismas proporciones.

Capaz no lo sepa, pero ella es alguien que causa intriga en más de uno. La miran, la siguen, pero ella no lo nota. No es el tipo de mujer que se enaltece por ser el centro de atención; todo lo contrario, ella disfruta el anonimato, le gusta pasar desapercibida.

Entonces, sigue la misma interrogante en mi cabeza.

¿Qué tiene de especial alguien tan simple? Entonces, ahí viene la otra controversia con respecto a ella. La palabra simple no es precisamente lo que ella representa. Encierra algo más enredado, más extraño, más cautivante.

─Vámonos ─ ordeno mientras envío un mensaje a mi secretaria.

Hoy no iré a su lugar de trabajo, no tiene sentido. Ella no estará, es su día de descanso, es por eso que estoy aquí.

La mandé investigar, por eso sé su horario, su ritmo, sus pasos. Conozco todo de ella, todo lo posible, todo lo que puedo pagar, todo lo que se me permite saber, porque extrañamente ella está blindada.

Cuando lo supe me causó risa, cómo alguien como ella puede estar blindada, oculta, invisible. Se supone que es alguien común, alguien sin poder para hacer tal hazaña, pero ahí vamos de nuevo, la realidad es otra, su blindaje es tal que ni mi dinero ni mis conexiones han logrado romper esa barrera.

Entonces, ahí renace más mi curiosidad, para su desgracia y deleite mío, no soy el tipo de persona que se queda con la curiosidad. Voy a revelar todos sus secretos, cueste lo que me cueste...






ANTONELA

Entro sin observar a nadie en específico y sin perder tiempo me introduzco entre mis compañeros para poder llegar hacia el baño del personal. Corro a cambiarme y dejo mis cosas en mi locker.

ALAS FRAGMENTADASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora