Capítulo 10: Sanatorio

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Camile muy angustiada y temerosa despertó de lo que parecía ser tan sólo un desagradable sueño, que la dejó muy asustada y pensativa ¿y sí?
¿Erick le quería advertir algo con esa aterradora pesadilla que parecía real?

Luego de retomar la consciencia Camile se detuvo a observar en Donde estaba ya que era un lugar diferente en el que nunca antes había estado.
Estaba recostada en una cama de metal antigua con sábanas blancas y Lo que parecía ser un pijama del mismo color. Toda la habitación tenía el mismo color  no tenía ventanas y sólo había una puerta con una pequeña abertura que parecía ser para pasar algo del exterior a esa habitación.

Al Lado derecho de la habitación un pequeño retrete y un lavamanos sin paredes ni nada alrededor que cubriera el "baño".

En ese momento alguien entró a la habitación y La sacó de su ensimismamiento, era una mucama, que procedía a cambiar tendidos y a Hacer su trabajo.

Camile sin mirarla le preguntó

- ¿Dónde estoy?

- Señorita este es el Sanatorio de Green wayde.

- Pero ¿Por qué?

- Entiendo que usted está aquí por un ataque de psicótico, los agentes de policía la mandaron de inmediato para mejorar su estado.

- Yo no estoy loca

- Mi pequeña nadie en realidad lo está, sólo es el temor a lo desconocido y diferente.
Tan sólo preguntate ¿Qué es la cordura en realidad?

Camile soltó en llanto sin saber que responder a la amable anciana.

En ese instante alguien más entró a la habitación parecía ser una doctora era trigueña, sus ojos eran negros como la noche, usaba un lindo labial carmesí, su cabello era corto llevaba un lindo corte de muñeca, parecía tener unos 30 años, era alta y delgada. Tenía puesta una bata blanca que caracteriza a los doctores y maestros, una falda dejando ver sus hermosas y largas piernas.

La mujer le habló a Camile en un tono amable

- Hola Mi nombre es Astrid, soy tu psiquiatra.

- Yo no estoy loca, sólo saquenme de aquí para descubrir quien asesinó a Mi novio - declaró Camile en un tono grotesco -

- Calmate Camile no estoy diciendo que estés loca sólo que necesitas ayuda- inquirió la psiquiatra amablemente-

- Ayudeme- Dijo Camile entre sollozos

-Linda, aquí te ayudaremos y vas a mejorar lo Único que debes hacer es colaborar con nosotros.

- Esta bien pero Por Favor No Me traten como una loca- esclamó Camile en un tono más suave y sumiso-

La psiquiatra miró a Camile con una sonrisa muy tierna y casi maternal y finalizó
- Aquí vas a mejorar lo Único que debes hacer es colaborar - Y Le señaló unas pastillas en un pequeño vaso -

- No Voy A tomar eso - Hablo Camile molesta

- Hazlo - Comentó Astrid en un tono más fuerte y demandante

Camile se negó

Luego la psiquiatra hizo un gesto y llamó a lo que parecían ser enfermeros y proclamó

- Inyectenla, por desobediente.

Luego de esta orden llegaron 2 enfermeros grandes y musculosos tomaron a Camile de manos y pies mientras que llegaba lo que parecía ser un "doctor" el cual firmemente sostuvo su muñeca he inyectó un extraño líquido.
Que no tardó en hacer efecto y todo se tornó oscuro para Camile.

Camile despertó en la misma habitación parecía que había pasado mucho tiempo ya que era de noche y sólo se lograba vislumbrar una luz por el pequeño orificio que había en la puerta. Pero en medio de la oscuridad se veia algo diferente, un cartel pegado a la pared blanca escrito en rotulador azul, algo muy curioso ya que parecía la misma caligrafía y marcador de la primera nota que recibió en su auto.

"Cuidadito Camile debes obedecer te estoy vigilando y te castigaré cual perro si lo necesitas para ver si así logras aprender"

Camile entró en pánico. No sabía que hacer el miedo la controlaba, se sentía derrotada no sabía con quien hablar.

Pero aún así después de todo ella aún recordaba los instantes en que vio al espectro de Erick, estaba más segura que nunca que lo ocurrido era real, así que estaba decidida a desenmascarar al asesino de su único amor, a la persona que le arrebató lo Único que ella consideraba como una vida.

Pero las dudas empezaron a llegar a su cabeza ¿Quién había escrito ese aterrador cartel? ¿Quién la acosaba? Y peor ¿Será que el asesino hizo que metieran a Camile al sanatorio para quitarla de su camino?

Todo esto estaba sin respuesta y un cúmulo de emociones rondaba por su cabeza, estaba enojada y triste por que hasta ahora nadie la buscaba y sus "amigos" y su "familia" ¿por qué nadie se había preocupado? . Además Ya habían pasado unos cuantos días desde su llegada, Camile aproxima que duró drogada más de 18 horas puesto que su cuerpo aún estaba adormesido ya tenía unos cuantos moratones gracias a la "amabilidad" de los enfermeros y la psiquiatra.

Se sentía culpable por la muerte de Erick, eran muchas emociones para tan sólo una chica.

Quería ser fuerte y creer que todo iba a mejorar pero la verdad era que estaba sola.

Luego Alguien gritó con una voz gruesa y varonil lo que logró sacarla de su ensimismamiento.

- Hora de la cena Maniaticos-

y por la pequeña rendija de la puerta empezaron a pasar lo que parecía comida.
Era un viejo plato de metal con algo de arroz, puré, y carne seca.

Al lado un pequeño vaso con agua que ciertamente no era la más limpia.
Camile con mucha hambre puesto que "durmío" mucho tiempo procedió a comer. El sabor de esta comida era asqueroso, su olor putrefacto algo que no era digno para nadie.

De inmediato Camile gritó al hombre que distribuía La "comida"

- No Voy A comer, esto es insalubre he inhumano darle esta basura a alguien - Gritó Camile molesta.

El hombre le contestó en un tono abrupto y grotesco

- Esto es un Manicomio no un palacio, además que vas a hacer eres sólo otra maniática creyendo que puede ser libre de criticar, Agradece que no pido que te castiguen- Prosiguió - Come o muere A nadie le importa.

Tras este encuentro con el personal Camile se sentía vacía,  Hueca sin una razón por la cual vivir, así que empezó a pensar de forma incoherente.

Quería reunirse con Erick de cualquier manera posible así que empezó a idear un plan de suicidio. No era la idea correcta en la cabeza correcta ni en el momento correcto pero la desesperación hace que lleguemos a los peores lugares.

Hasta que una voz que brotó desde un oscuro rincón del cuarto   le dijo
- Aún no es tu hora -

Se Que No Es CiertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora