Ya no está disponible en YouTube
-
Ella, la escritora de historias sobre MB.
Él, el protagonista de cada capítulo.
-
"Es momento de que escribas una nueva historia conmigo... pero no en tu celular, belleza."
-
No es permitido hacer copias o adaptaci...
Claro, por que cuando el chico que te gusta te da un abrazo, te da un beso en la mejilla y te dice, 'No tienes por que estar nerviosa," hará que ya no estés nerviosa en lo absoluto.. Mas bien hará que entres en pánico!
En menos de un segundo me había sonrojado.
"Yo- em- no- yo-" no dejaba de tartamudear hasta que finalmente pude decir una frase completa, "nos vemos luego."
"Adiós belleza," fue lo último que lo escuché decir antes de entrar a mi casa.
"Hola hija," me saluda mi mamá, "y tu amiga?"
"Oh.. la fui a dejar a su casa," le respondo rápidamente.
"Okay.. Quieres comer?"
"No gracias, me voy a dormir."
"Está bien, buenas noches hija."
"Buenas noches, mamá."
Una vez que llegué a mi cuarto, me tiré en la cama, dando el suspiro más profundo que había dado en mi vida. No podía dejar de sonreír. Sentía que su cálido abrazo y sus labios en mi mejilla seguían adheridos a mí. Lo mejoraba aún más los pósters de mi habitación. Sin duda, hoy era uno de los mejores días de mi vida. No me importaba lo torpe que me veía, lo único de lo que me quería acordar eran los últimos minutos que estaba con él.
Al día siguiente, desperté con el sonido de una ambulancia y un llanto. Frotando mis ojos, me levanté para averiguar lo que estaba pasando. Bajando las escaleras, encontré a mi mamá llorando mientras que la ambulancia se llevaba a mi hermano. En ese momento, bajé las escaleras rápido y corrí hacia mi mamá.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Que pasó?!" pregunto confundida. "No lo se, lo estuve moviendo muchas veces y no me respondía," me contesta mi mamá sollozando.
Rápidamente fui a cambiarme y nos fuimos directamente al hospital. Pasaron las horas y aún seguían sin decirnos nada. Poco tiempo después, llegó un doctor y nos explicó todo. Nos dijo un montón de cosas, pero para resumirlo todo, descubrí que mi hermano se drogaba.
"Lo siento, no logramos salvarlo," fue lo último que dijo el doctor.
Mi mamá comenzó a llorar como nunca en su vida había llorado. De mí, no salió ni una sola lágrima. Sí, estaba triste, tal vez hasta más que mi madre, pero no sabía como expresarlo. Estaba impactada. Simplemente no lo podía creer.