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Ella, la escritora de historias sobre MB.
Él, el protagonista de cada capítulo.
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"Es momento de que escribas una nueva historia conmigo... pero no en tu celular, belleza."
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No es permitido hacer copias o adaptaci...
"Hasta que por fin decidió regresar la nerd. Ya extrañábamos tus preciados capítulos," ríe Salomé.
Sólo la ignoré y seguí caminando hacia mi casillero. Sin embargo, ella me jaló del pelo para que le hiciera caso.
"A mí no me ignoras estúpida," me dice.
"Qué quieres?" le pregunto.
"Quiero saber dónde estabas, que no tenía a nadie para molestar todo este tiempo."
"Yo no tengo porqué decirte donde estaba."
Ella me jaló del pelo más fuerte, pero aún así, logré escaparme. La verdad no sé qué fue lo que hice mal para recibir esto en mi vida.
Justo cuando abrí mi casillero, escuché el metal pegar contra algo que no era otro casillero. Moví la puerta un poco y me encontré con Sofía. Al ver que era ella, me reí.
"Te odio," me dice antes de reírse conmigo.
Segundos después, hubo un gran silencio.
"Y.. cómo están las cosas con Mario?"
"Ayer se fue.."
"Pero apuesto a que volverá por ti."
"Por qué volvería por mí?" le pregunto, "yo sólo soy otra Bautister."
"Y si sólo eres otra Bautister, como tienes su número y por qué decidió pasar el resto de los días que le quedaban aquí contigo."
"Sólo quiso ser lindo conmigo después de todo lo que me pasó."
"Muy pronto, te darás cuenta de que yo siempre tuve la razón."
-Narra Mario-
Me encontraba en el avión, pensando en como estaría Sol. Entonces fue cuando decidí no quedarme con la duda y preguntarle.
Yo: Hola belleza, cómo estás?
Después de mandarle un mensaje, revisé constantemente mi celular para ver si me había contestado. Sin embargo, llegué a mi destino y aún no me respondía.
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Me olvidé un poco del tema en el aeropuerto cuando varias Bautisters empezaron a pedirme una foto. Una vez que salí de ahí y llegué al hotel, escuché el sonido de notificación. Rápidamente, saqué mi celular y vi su mensaje.
Sol: Hola, yo estoy bien y tú? Yo: Bien también, y qué haces? Sol: Acabo de salir del colegio, aunque, estuve pensando en ti todo el día.
Honestamente, no sabía cómo responder a eso hasta que me volvió a escribir.
Sol: Perdón, esa fue mi amiga la que escribió eso. Yo: No hay problema, de igual manera si fuera cierto, no me molestaría para nada.
De pronto, tocaron la puerta y tuve que despedirme de ella.
