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Mike estiró casualmente su cabello mientras miraba su hoja de cuaderno bañada en problemas matemáticos que no le provocaban nada más que asco.
Masticó la goma del lápiz tratando de recordar tablas de multiplicar que aprendió en primaria.
"Mike." Luka lo llamó antes de apartarle respetuosamente el lápiz. "No muerdas mi lápiz, por favor."
"Lo lamento." Se disculpa el pecoso.
El trío mira sus libros de la tarea para el fin de semana. Llevan Un hora estudiando sin pausa porque decidieron que si querían pasar todo el día de mañana en el bosque, debían terminar cualquier tarea el día de hoy. Era por eso que se habían encontrado temprano e la biblioteca pública para ponerse a terminar tres tareas, un a investigación y adelantar el proyecto que pronto entregarían para la clase de geografía.
Beau miró su cuaderno con suficiencia antes de levantar la mirada. El azabache no se había dado cuenta de que se le había quedado mirando hasta que ella le sonrió, y rápidamente bajó la vista para seguir exprimiendo su pobre cerebro sobre la hoja cuadriculada.
"Ya he terminado." La señorita sonrió cerrando su libro más pesado.
"¿Cómo no se te dificulta esto?" Luka golpea su frente con la mesa un par de veces.
"Es un patrón; usa tu fórmula." Ella le explica con paciencia antes de impulsarse con los brazos para poder levantarse de su silla. "Voy a iniciar mi investigación."
Los varones la siguieron con la mirada hasta que desapareció detrás de un muro de libros. Mil suspiró y continuó su tarea. No era que sintiera, el azabache, una extraña atracción a la señorita y quisiera tenerla cerca; o mínimo verla. El enrulado cerró su cuaderno y empujó su asiento atrás para levantarse, llamando la atención del muchacho a su lado.
"¿A donde vas?" Le preguntó.
"Recordé que ya había hecho esto en casa" camina hacia donde Beau había ido. "Iré con Beau."
Luka suspiró antes de asentir y sacar su calculadora de la mochila.
Siguiendo los pasillos que la señorita había recorrido, Mike la encontró mirando un libro enorme con una sonrisa.
