Tormentas del pasado. [Justin & Tú]

Nervios.

—Justin no ed el chico perfecto, ah sufrido bastante en su vida, no tiene madre... —Interrumpí a Tía Julieth.

—Yo no tengo padres ¿Que estaría mal?

—Tu no comprendes, tu madre no está muerta, sigue viva...

—Para mi es como si mi madre estuviera muerta.

—¡Dios ___!, cierra el maldito pico, Julieth quiere decir que el padre de Justin es un estúpido asesino, borracho y drogadicto, también es el más famoso apostador del país, quiere que su hijo Justin sigs sus pasos y lo está logrando, queremos que por favor no sigas arruinando tu vida liandote con el —Trató de explicarlo lo más bien Tío Marck.

—No, es mentira todo esto ¿Como puede ser aquello posible?, no creo que Justin sea capas de matar a alguien...

—No, pero el tuvo que ver con la separación de tus padres, el producto del por que tu madre te odia demasiado.

—Me estáis asustando, vaya...

—Solo queremos que te alejes de el, por favor —Ambos me abrazaron.

—Que haya hablado con el, no significa que me casaré con el, o que me vaya a topar con el nuevamente —Suspiré.

—Queremos que evites cualquier contacto con el, no queremos que tengas tu vida en riesgo.

—¿Por que tiene que ver con la separación de mis padres?, tiene casi mi misma edad, es imposible que haya echo algo...

—Las cosas se saben a su debido tiempo, no seas tan apresurada, ya sabrás el por qué —Se levantó Tía Julieth.

—Pero quiero saberlo ahora, no me importa el maldito tiempo.

—Es mejor que ordenemos y sin berrinches —Salió Tío Marck.

Tenía duda, era obvio, ¿como era posible aquello?, dios uno nunca sabe los secretos que oculta la gente, si los supiéramos, todos estaríamos atemorizados los unos con los otros, mi mente esta echa un lío, supongo que con todo este tema, explotará pronto.

{Cuatro horas después}

Todo la habitación quedó como nueva, era como sacada de una revista, llegó la hora de la cena y todos quedamos a gusto, podía sentirme como en esas películas navideñas donde todo es perfecto. Llegó la hora donde mis tíos se tenían que ir, quedé sola de nuevo y los recuerdos empezaron que mi mente empezara a colapsar.

Me puse en una posición "fetal" y oculte mi rostro en mis piernas, estaba yo, la obscuridad y la depresión, mis únicos amigos de hace tiempo, empecé a llorar, gritar y hacer escándalo, la loca ___ había vuelto, me levanté y me miré al espejo.

—Eres idiota, mira ese cuerpo, tienes mas pliegues que concuna, eres horrible, asquerosa, deberías estar muerta. —Le gritaba a mi mayor enemigo, el espejo.

Me puse de incline hacía el inodoro y empecé a vomitar todo, valía mierda, me limpie el rostro y fui hacia mi habitación, empecé a golpear la almohada, gritar con todas mis fuerzas y haciéndola trizas, empecé a patear todo a mi alrededor, un ataque de irá se apoderaba de mi.

Fui hacía la cocina y agarré unas tijeras, me devolví hacia mi habitación, di un grito pero no de irá, si no de miedo, que hacia "Perfección Humana" ¿aqui?, ambos nos quedamos mirando, dios es jodidamente hermoso, con tal solo mirarlo me tranquilice, espantó a mis demonios, la tijera se soltó de mis manos y lo abracé.

Sus manos empezaban a rodear mi cintura y a acariciar mi cabello, su dulce voz hacia que mis oídos, mis neuronas, yo, se quedaran en son de paz, nos deslizamos lentamente hacía el suelo, me quedé dormida en su regazo y con la frase "Todo estará bien" que la repetía cada cinco segundos en mis oídos.

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