Me devolví de dónde venía, subí hacía mi habitación y vi que el departamento estaba hecho un asco ¿En qué estoy pensando?, ¿Por qué vivo así?, debería cambiar, ser consciente con las cosas que hago y ahora estoy actuando como una verdadera pequeña inmadura, debería cambiarme de departamento o arreglar este chiquero, tengo dos opciones, conseguirme dinero para arreglar esta mugre o mudarme a otro departamento, quizás la primera opción sería la más adecuada, pues no tengo tanto dinero para cambiarme. Tomé mi pequeño celular que era casi ya de la prehistoria y marqué el número de mi tía.
—¿Alo, tía Juliet? —Estaba nerviosa y ni siquiera sé porque, quizás es por el hecho de pedirle dinero, ya que nunca se lo eh pedido.
—¡Hola ___! ¿Qué sucedió?, ¿Se quemó tu departamento?, casi nunca me llamas… —Preguntó desesperada y atemorizada.
—Lo siento, es que, mh ¿Cómo decirlo?, quiero… cambiar este chiquero, quiero renovarme y ser una nueva persona, pues me di cuenta que no sirve de nada seguir sufriendo, necesito votar recuerdos, pintar esto y cosas así y pues… necesito dinero y ayuda con comprar cosas y pinturas ¿Podría ayudarme? —Lo único que esperaba era un si sobrina querida, pero lo más probable es que me diga no y que estaba loca y que yo me busqué esto.
—¡Pero por supuesto mi niña!, tu sabes que siempre contaras con mi ayuda, eres como una hija para mí. El dinero que te daba ¿Lo gastaste? —¡Dios el dinero! ¿Dónde podría estar?, es ahora cuando me odio.
—Jamás lo eh tocado y ni siquiera lo eh gastado, ¿Podría venir?, así reacomodamos todo y me ayuda a buscar ese maldito dinero. —Maldije.
—Esta bien, adiós cuídate, enseguida voy para allá. —Se despidió y cortó.
Tía Juliet era la única persona confiable que tenía, porque mh podríamos decir que casi toda mi familia estaba contra mío, de que gracias a mi, mi querida y hermosa madre, nótese el sarcasmo, está en la cárcel y que soy una malcriada, que tengo a todos contra mi madre y no es así. Tía Juliet no puede tener hijos y me considera a mí como una hija, está casada hace tres años con Tío Marck Jefersson y a pesar de que no puedan tener hijos se aman, es lindo ese amor, que a pesar de pequeños obstáculos se siguen amando como la primera vez que se conocieron. Me senté y empecé a adelantar trabajo, era realmente asqueroso, vi comida que no comía hace miles de años, estaba podrida, ganas de vomitar se avecinaron por mi garganta, no aguanté más y vomité en el baño. Voté toda esa asquerosa comida, escuché tres golpes en la puerta principal, la abrí y ahí estaban: Tía Juliet y Tío Marck
—¡___!, me alegro de que estés tomando esta iniciativa —Sonrió Tío Marck desde el marco de la puerta, cuando sentí cuatro brazos rodeándome, dios hace tiempo no tenía un abrazo tan cálido y querido como este.
—Apenas le conté a Marck y se alegró, tomo algunos votes de pinturas y desinfectantes, como puedes ver acá están —Apuntó una bolsa llena de tarros de pintura, desinfectantes.
—Ya veo que están entusiasmados, gracias por su apoyo y por su ayuda, son grandiosos —Reí agachando mi rostro, esto sí que era incómodo.
Entraron y me ayudaron a ordenar la casa, habían cucarachas, arañas y ratones ¡Muertos!, ¿Cómo pude reaccionar tan tarde?, dios mío me da asco vivir acá después de lo que vi. Tío Marck echó desinfectante por todos los rincones, suelo y techo, mientras que Tía Juliet sacaba algunas cosas que no me servían, yo veía como todos ordenaban, no sabía qué hacer, se veían tan hermosos ordenando, ¿Existirán aquellos amores que duren, relativamente para toda la vida?, si existieran ojalá que tenga un ‘’Tía Juliet y Tío Marck’’ para siempre.
Me levanté de aquel suelo y agarré una escoba, barrí todo lo que podía, había demasiado polvo, mi nariz se puso roja como Rodolfo el reno y empecé a estornudar una y otra vez era alérgica al polvo, mis ojos se pusieron lagrimosos y picaban demasiado. ¡Qué insoportable esto! Al cabo de treinta minutos de desinfectar, barrer y ordenar terminamos.
—Ahora viene el proceso de pintar y dar luz a esta habitación, yo podría pintar mientras ustedes van a comprar algunas cosas ¿Vale? —Decía Tío Marck terminando de desinfectar una esquina, la cual estaba llena de telarañas.
—Si, pero ¿Con que dinero?, les dije que no tenía nada. —Los miré con alguna respuesta buena.
—Pero nosotros si tenemos dinero —Sonrió Tía Juliet. Además encontré todo el dinero que te di, así que vamos al centro comercial y compremos las cosas y si quieres un poco de ropa, porque creo que no tienes algo que te quede.
—Realmente no sé si quisiste ofenderme o no —Reímos. Pero no me afectó en nada si quisiste hacerlo.
—Solo decía la verdad mi niña, estás acá encerrada por mucho tiempo, sin salir ni nada, tu pelo era un asco y esta ropa quizás de cuando es y solo porque estás flaquísima te queda —Quería tocar mi piel, pero tocó una costilla, lo que hizo que me doliera.
Fuimos en el pequeño auto Chevrolet que tenían era acogedor y bonito, nos dijimos al centro comercial y pasamos por cada tienda de ‘’Hogar’’, estaba con la mirada gacha, no quería mirar a las personas, ni tampoco que ellos me miren, cuando de pronto choqué con un chico.
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Hola, les venía dar las gracias a una chica que me ayudó a difundir mi novela y a ayudarme @antxbiebs, gracias por todo n_n y bueno espero que les haya gustado, comenten y voten, las quiero:*