Tormentas del pasado. [Justin & Tú]

Angelical.

Desperté sola, tirada en el suelo, en unos centímetros de mi, estaban aquellas tijeras, ¿donde se habrá ido? ¿y si nunca apareció y solo fue un efecto de mi consciencia?

A mi alrededor estaba todo el desastre que provoque producto de mi ira y de mi descontrol, guarde aquellas tijeras y fui hacia el baño, vi mi vomito ahí y tiré la cadena, era tan asquerosa y repugnante, traté de arreglarme un poco, fui hacia la cocina para ver si habia un poco de comida, pero no había nada, quizás aquel chico me la había robado, ¿Como logró aparecerse por no ventana?, todo era tan raro.

Fui hacía mi habitación nuevamente y me vestí, poniéndome unos shorts, vans, pollera a tirantes y un chaleco abierto de lana, no era mio, tampoco de mi madre, tenía el olor angelical de él, dios, creo que estoy loca.

Agarré un poco de dinero y me dirji hacia el supermercado, cuando salí del departamento, afuera estaban unos vecinos, me miraron feo, supongo que escucharon mis gritos de loca, suspire y agache la cabeza. Compré lo necesario para un mes de comida, algunas recetas y algunos dulces, estaba tan distraída mirando a la nada cuando de pronto escucho la voz de Jazzy.

—¡Amiga!, no fuiste a mi cumpleaños, fue un asco, no sabes lo que ocurrió, papá empezó a beber y llegaron sus amigos, los maf... —Se quedó callada cuando una voz que hizo que me estremeciera la había interrumpido.

—Jazzy, callate y ve por golosinas —La miró exhausto.

—Pero Justin, quiero que mi amiga sepa lo que pasó ayer, ya que se perdió todo.

—¡Jazzy, ve! —Le indicó donde había un peluche gigante, aquella corrió para abrazarlo.

—Ayer no era necesario ir —Lo miré.

—Estabas mal —Se razco la nuca y sonrió.

—Lo siento, tengo que irme —Avancé rápidamente hacia hacía la caja.

Tengo que evitarlo y evitar que entre a mi habitación, tengo que averiguar como lo hizo, y si no lo evito, los problemas aumentaran y mis miedos volverán con mis moustros, dios estoy hablando como una completa loca.

Pagué todo y me fui hacía mi departamento, lo observé desde afuera y había una enredadera, quizás por ahí había subido, tendría que cortarla y así evitar que se apareciera por mi habitación de nuevo. Deje mi comida en la encimera y llamé al conserje.

—Buenas, necesito que corte aquella enredadera que hay afuera de mi ventana, me molesta, no me gustan para nada —Menti, las plantas me encantaban.

—Ahora mismo las quitaremos.

Colgué y empecé a cocinar lasaña, nunca la había probado y se veía difícil de hacer, pero mi estómago rugía de hambre y no sabia que hacer, terminé de cocinar y empecé a comer, al frente mío había un espejo, no se por que rayos había uno, empecé a mirarme como comía, mis moustros vinieron de nuevo, tiré el plato de comida lejos y los insultos volvieron.

—¡Callate de una vez loca de mierda! —Golpee el espejo.

Empecé a sudar, y mi respiración se agitaba, lo de la noche anterior empezó a suceder de nuevo, cuando de pronto unos brazos rodearon mi cintura.

—Jamas lograrás escapar de mi ___, siempre estaré ahí para espantar tus tormentas del pasado.

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