Sigueme.

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Su respiración, sus manos cálidas posadas en mis caderas, me di vuelta y quede frente a frente con el, pude sentir su respiración chocar con mis mejillas, una sonrisa bacilona se escapó de su boca, no entendía nada ¿Me quería fastidiar a caso?, escuché golpes en la puerta principal.

—Mierda, tía Julieth y tío Marck, tu no puedes estar acá, vete —Me empecé a tomar el pelo, estaba desesperada.

—¿Por qué?, ¿No puedes recibir visitas a caso?

—¡Vete! —Le grité exasperada, en ese momento entro Julieth.

—Mi niña ¿Que ah sucedido? —Miré hacía atrás y no había nadie. ¿Que significa todo este desorden?

—¿A quien corrias ___?, no hay nadie acá —Marck miró la habitación echa un asco. Siete años de mala suerte por golpear un espejo.

—Eh visto un ratón, sin querer golpeé el espejo, no es nada grave —Mentí, lo que había pasado realmente es que el psicópata entra a mi ventana cada ves que tengo crisis, pensé.

—Deberiamos llamar al alguien para que fumige la casa, los ratones son poco higiénicos —Se asustó Julieth.

—¿También los ratones dejan pizadas con zapatos de humanos? —Miro hacía el suelo.

—Entró el conserje para ayudarme —Todo se estaba jodiendo, de nuevo.

—Marck, dejala, todos le tenemos miedos a los ratones, incluyendote —Lo retó.

—Esta bien, esta bien, trajimos películas y popcorn —Mostró aquella caja con distintas carátulas.

—Eso suena genial —Sonreí.

Nos sentamos en el sofá de cuero, y prendimos el televisor, poniendo así unas películas, no me llamaban mucho la atención las películas en este momento, solamente quería saber como aparecía cada ves que tengo aquellas crisis de odio hacía mi, también quería saber cuando este infierno acabaría, no me siento cómoda gritándole a un espejo cada ves que como o sintiéndome sola cuando cae la noche ¿Y si esto no tiene arreglo? ¿Y si me vuelvo loca?

—¡Agh, basta! —Grite, pensando en voz alta.

—____ ¿Estas bien? ¿Quieres que nos vayamos? —Se preocupo.

—No tía, dejalo así, me siento ¿asfixiada?, si, creo, bueno saldré a caminar al parque —Me levanté juntando el chaleco.

—¿Quieres que te acompañemos? —Me siguió con la mirada.

—Marck, se supone que se siente asfixiada con nosotros, dejala.

Asenti con la cabeza y me retiré del departamento, ¿dónde iría?, no lo sabría, me dolía la cabeza y tenía demasiada hambre, caminé por el pavimento un poco gastado, pisando las hojas secas, el otoño ya venía, me encantaba el sonido que hacían las hojas "Crush" se escuchaba debajo de mis pies al tener contacto con aquellas, venía riendome y saltando, cuando de pronto escucho gritos y disparos, me exalte.

—Quiero ese dinero ¡Ahora! —Gritaba una voz ronca, como de unos cuarenta años.

—Te eh dicho que aún no consigo suficiente lana ¿Podrías esperadme? —Suplicaba la otra voz.

Comencé a seguir aquellas voces, logré entrar a un bosque, todo estaba obscuro y el miedo de quedarme sola aparecía.

—Pide tus últimos deseos, a la cuenta de tres desaparecerás. —Precionó el gatillo.

—Eres un animal, por eso te dejaron, ¡Maldito bastardo!

Soltó el gatillo y pude escuchar el grito de dolor del señor y la risa de orgullo y emoción salía de la boca del señor, mi mente de empezó a revolver, caminé y me tropecé, me había roto la pierna, comenzó a sangrar, mierda ¿Por que a mi?, solté un grito de dolor y escuche pasos que venían hacía mi, ahora si que estoy jodida.

—¿Quien eres? —Me apuntó con la misma pistola que había matado al otro señor.

—No nos conocemos, solo venía a caminar y accidentalmente llegue hacia acá, no eh visto nada ¡Se lo juro! —Empecé a sudar en frío.

—Si, que has visto todo, tendré que matarte a ti también —Cerré los ojos con temor.

Sentí la brisa chocar con mi rosotro, el sonido de la bala provocó que abriera mis ojos, no me había llegado, vaya. si que tenía suerte después de todo.

—Solo sigueme. —Tomó mi mano.

—¿Quién eres? —Miré mi mano con la de el.

—...

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Tormentas del pasado. [Justin & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora