Revelación.

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—Me llamo Justin, Justin Bieber —Sonrió tiernamente.

—Tu nombre me suena… —La mirada de Tía Julieth escondia algo, luego me miro nerviosa ¿Qué sucede?

—Debe estar equivocada, quizás con otro Bieber, u otro Justin… —Se rascaba la nuca nerviosamente. Bueno me tengo que ir, mi hermana me espera con unas ganas inmensas de tener ese pack de princesas… —Se fue sin más.

—Eso fue raro, Tía ¿me esconde algo? —Todo era raro, y además me intrigaba saber, se que lo conozco recién, pero su nerviosismo, además la cara que tenía en aquella camioneta, esto es tan raro, primera ves que salgo y me entero que hay secretos, quizás cuantos secretos más hay en esta ciudad.

—Te contaré en casa, ahora concentrémonos en comprar, tu tío debe estar aburrido de tanto esperar —Miró su reloj de pulsera, aquel era de cuero color café, tenía detalles de color dorado, luego me miró a mi. Esta esperando hace media hora, es mejor que nos apuremos.

Lo único que quería era llegar al departamento y que Tía Julieth me cuente pronto lo que sucedía con el chico de la perfección humana, más conocido como Justin, Justin Bieber. Habían decoraciones hermosas, pero ningunas me convencían del todo, tenía mi mente en otro lado, en saber aquel secreto, más bien no era un secreto, si no una confesión, aun así encuentro injusto saber algo de él, siendo que él no sabe mi historia, aun así estoy más intrigada que nunca.

—Bueno, hemos acabado —Suspiró con el carro lleno de cosas para el hogar, la verdad es que eran dos carros.

—Espero que sirva… —Veía las cosas y las tomaba, las miraba y me preguntaba a mi misma <<’¿Para que servirá esto?’>>, me siento tan inútil.

—Cariño, todo lo que llevas ahí, sirve —Posó su mano sobre la mía dándome una mirada cálida y tierna.

Fuimos a pagar todo esto y gracias a dios pudimos nos alcanzó el dinero, la ayudé a cargar las bolsas y las pusimos en la parte de atrás, el auto en si se veía pequeño, pero caían miles de cosas en el, agotada me subí al chevrolet de color verde petróleo.

—Cuando llegues a la casa te contaré sobre aquel chico, no quiero que te acerques a él, sé que no soy nadie para decirte esto, pero él es… —Me miró y luego agachó la cabeza. Peligroso, es decir toda su familia lo es.

—¿Mafioso? —Abrí la boca. ¿Con la edad de veinte años?

—Bueno, no tan así, solo que el a sido testigo de cosas crueles, su vida no es tan hermosa que digamos —Encendió el auto.

—¿Qué quieres decir con eso?, ¡Vamos habla luego, que me desespero! —Puse mis manos en la nuca y la miré, esto me estaba hartando.

—Te dije que te esperes —Siguió manejando sin despegar la vista del volante.

Para ser mujer, manejaba bastante bien, no quiero decir que las mujeres que manejan mal, pero manejaba más bien que mamá. Mamá se pasaba las luces rojas y no respetaba ninguna señal de transito, mientras que Tía Juliet siempre fue delicada, cuidadosa y paciente, siempre desee que ella hubiese sido mi madre, bueno lo es, quizás no de sangre pero para mí lo es. Llegamos por fin a mi departamento, el cual era grande, de piedra, tenía una estructura de la antigüedad, con balcones, todo se veía tranquilo, creo que yo era la única loca viviendo ahí.

Tía Juliet se devolvió hacía aquel Chevrolet petróleo para tocar la bocina, Tío Marck bajó inmediatamente, el tenía la ropa sucia, de diferentes colores, rojo, blanco, rosado, Calipso y azul, eran colores pasteles y en su ropa se le veía bien. Subimos las cosas y pude contemplar aquellas habitaciones, las cuales eran obscuras y llenas de polvo, ahora estaban convertidas en amor, me sentía cómoda acá.

—Creo que le tenemos que decir a ____ —Tía Julieth lo miró, aquel tragó en seco, hizo que ambas nos sentáramos en el suelo, el cual estaba más reluciente que nunca.

—¿Cómo se ah enterado? —La miró confuso, imitando nuestra acción, poniendo los hombros tensos y su mandíbula igual.

—Se ah topado con el —Miró hacía abajo nerviosa.

Tormentas del pasado. [Justin & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora