4. Derek Hale

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La joven frunció el ceño, mientras observaba al lobo Hale en la ventana, que parecía estar enfadado con el mundo, más de lo habitual.

Derek estaba hasta las narices de tener que correr a ayudar a Scott y su manada cada dos por tres. Se decía una y otra que le recordaban a los caprichos de su hermana Laura. Apretó los labios ante el pensamiento de su hermana muerta, por simple codicia.

—Deja de darle tantas vueltas, Hale

El lobo se giró a mirar a la banshee, que estaba sentada en el sofá del loft, mirándolo con una ceja alzada, molesta. Derek lo sabía, ya que podía oler su molestia desde lejos. El lobo volvió a darle la espalda.

—Si no quieres ayudarnos, dilo y ya está—exclamó exasperada

El mayor de los Hale veía la escena desde la escalera, divertido, pensando en lo orgulloso que era su sobrino.

—No sé porque me mandan a mi venir a convencerte. ¡Si es más fácil hablar con una pared! —comenzó a protestar la joven—Dios, tanto músculo te debe impedir pensar con claridad, porque lo único que haces es fruncir el ceño, como seguramente estés haciendo ahora.

Derek se sorprendió y dejó de fruncir el ceño. Soltó un bufido cuando oyó la risa de su tío en la planta de arriba.

—Es como estar hablando con un gato con rabia—siguió quejándose la joven—Siempre bufando y con mala cara.

El lobo quiso reírse pero no lo hizo, sino que se giró para mirar a la chica, que hablaba indignada, gesticulando como el chico de lunares.

—Dios, ni los gatos tienen tan mal carácter—casi bufó—Más que hombre lobo deberías ser hombre gato, porque estas siempre bufando como un lindo gatito.

—¿Me acabas de llamar lindo gatito?

La joven se sobresaltó al oír la voz de Derek y paró su vómito verbal para girarse a mirarlo. El joven Hale la miraba con una ceja alzada y ella sintió como la rabia la carcomia por dentro.

—¡¿¡De todo lo que he dicho solo te has quedado con eso?!?—casi chilló exasperada

Derek encogió los hombros, haciendo que la joven soltara un chillido histérico.

—Eres imposible, Derek Hale—expresó, enfadada

El mencionado puso los ojos en blanco, pensando en la cantidad de veces que se lo había dicho en los últimos meses.

—Esta conversación há terminado—añadió la joven, frunciendo el ceño

Se levantó y cogió su chaqueta. Se la puso y miró al lobo Hale, que seguía con la ceja alzada. Soltó un bufido, reprochandose porque siempre le daba el beneficio de la duda al lobo gruñón.

—Melanie—la llamó el lobo

La joven paró sus pasos, pero no se giró a mirarlo.

—Voy a ayudaros—habló Derek—Así dejarás de llamarme gruñón

—Ni en tus mejores sueños

—No creo que quieras saber de que van, Melanie

La mencionada puso una mueca de asco, divirtiendo a Derek.

—¿Y se puede saber a qué se debe ese cambio?—preguntó Melanie—¿Quién ha echo que tu corazón gruñón se compadezca?

—Tú

Melanie lo miró raro

—Ah claro, mi vómito verbal te ha molestado tanto que has decidido ayudar—expresó la joven—Sólo para que me calle

Derek puso los ojos en blanco.

Era como tratar de hacer que un loro parara.

—Melanie, déjame hablar—casi gruñó el lobo Hale

La joven se volvió a sentar y miró a Derek con interés, haciéndole saber que quería que hablara ya. El lobo era consciente de la poca paciencia que tenía la chica, por lo que se apresuró a hablar.

—No quiero que te pase nada—habló Derek—Y ayudaros es la única forma de asegurarme de que estés a salvo

—Soy una banshee—replicó la joven

—Que no sabe utilizar sus poderes—contraatacó Derek

Melanie puso mala cara

—No entiendo porque quieres protegerme

—¡Por que me importas!—estalló Derek

La joven lo miró como si se hubiera convertido en un dragón delante suya.

—¿Desde cuando te importa alguien que no seas tu?—preguntó la joven

El lobo Hale controló su ira, mientras la joven lo observaba entre confusa y divertida.

—¡Maldita sea, Melanie! —exclamó—¡Eres mi ancla!—siguió, gritando—Por eso quiero protegerte—añadió más tranquilo

Melanie abrió la boca sorprendida. Ni de broma se imaginaba ser la ancla del lobo gruñón

—¿Soy tu...

—Si—la cortó Derek

—¿Hablas en...

—Si—volvió a cortarla

—¡Déja de interrumpirme!—exclamó molesta

—No seas tan predecible—expresó Hale

Melanie suspiró. Derek se acercó a ella y se sentó a su lado. La joven lo miró

—Siento haberte gritado antes, Derek—se disculpó—No te entendía

El mencionado puso los ojos en blanco

—Deja de hacer eso—lo regañó—Te vas a quedar vizco

—Eres igual de insoportable que tu hermano

Melanie soltó una carcajada

—Aún así me quieres—dijo sonriendo

Derek bufó.

—Yo no he dicho eso—murmuró

—Allison es el ancla de mi hermano, Derek—dijo la joven divertida—Sé lo que implica eso

El lobo Hale apretó el puente de su nariz, suspirando.

—Eres realmente insoportable

Evitó poner los ojos en blanco cuando oyó la risa de Melanie. Su lobo interior se calmó ante el dulce sonido.

—En algo nos complementamos—dijo divertida la chica

Derek quiso hacerse el ofendido, pero fracasó al ver la sonrisa de Melanie.

—¿Y ahora qué?—murmuró la joven, mirando los ojos verdes de Hale

Derek suspiró y besó la frente de la joven McCall, haciendo que esta volviera a sonreír.

—Todo y nada, Mel

Melanie suspiró, pensando en como se pondría su hermano y su mejor amigo cuando se lo contara.

—Me gusta ese plan—dijo, dándole un casto beso a Derek

El lobo Hale alzó las cejas sorprendido, y sonrió de lado.

—A mi también, Melanie, a mi también

Ambos sonrieron abrazados, él por estar con su ancla y ella por sentirse protegida y querida.




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Teen Wolf One Shots [CERRADOS] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora