Capitulo 18

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Kagome empezó a relatarle toda su vida desde que conoció a Inuyasha en aquella cafetería, omitió la parte en que Tsubaki le decía aquella locura del hilo rojo, había sufrido tanto con ese hombre que ya no creía en esa estupidez... Eran las 2 am, Sesshomaru escuchaba a Kagome con suma atención, no hacía preguntas para no interrumpirla, si tenía dudas las haría cuando ella finalizara, no dijo nada sobre Kikyo y explicó también que aparentemente Miroku era buena persona a parte de realizar ese trabajo, le contó sobre la relación de Sango con ella y de los buenas amigas que habían sido durante toda su vida hasta la tarde anterior en que llego a buscarla egoístamente sólo para que la ayudara a sacar a Miroku de prisión, también le contó lo bonita que era su relación con Inuyasha al principio, de aquella fiesta en que la drogó para que no se diera cuenta quien era realmente, de cómo poco a poco su actitud fue cambiando, que se dio cuenta de las demás mujeres... Finalmente llego al momento en que se dio cuenta de que estaba embarazada, comenzó a llorar de sólo recordarlo, Sesshomaru la abrazaba y tocaba su cabeza para calmarla, ella poco a poco continuaba relatando como aquella mujer vestida de rosa llego a la mansión e Inuyasha intentó golpearla, pero el golpe lo recibió él bebe, de allí no recordaba nada más... Solo la habitación blanca del hospital donde despertó y que luego intentó escapar. El resto Sesshomaru lo sabía, Kagome le contó detalladamente que descubrió que Inuyasha mando a matar a Koga, aquel amigo suyo por medio de Hoshiomi, que ese hombre se lo dijo directamente el día que dejo el apartamento de Sesshomaru e Inuyasha estaba totalmente decidió a matarla. Término su relato cerca de las 6 am, no durmieron nada y Sesshomaru debía ir a trabajar, ella continuo llorando hasta que Sesshomaru regresó luego de alistarse para irse, la sostuvo en su pecho una vez más, envuelta en la sábana y sin pensarlo dos veces le dio un beso en la frente. Kagome se sonrojó y dejo de llorar, lo miro confundida...
Sesshomaru: *Serio* Debo irme... Pero por favor ¡te suplico! Que no hagas ninguna locura, no salgas de la casa, Sango es una mujer sospechosa si te ha dado el celular... El celular... Dámelo.
Kagome: ¿Qué? *Asustada*
Sesshomaru: No puedes quedarte con el si ella te lo dio, puede ser una trampa.
Kagome: *Se lo da* Sesshomaru... Por favor no le cuentes al resto de policías... Me da mucha vergüenza y sería una humillación muy grande para mí tener que relatar enfrente de todos lo que te conté a ti...
Sesshomaru: *La toma por los hombros* No se lo diré a nadie, lo prometo, este asunto me concierne sólo a mí... Pero, si dejare vigilancia aquí... No quiero que corras ningún peligro.
Kagome: Gracias...
Sesshomaru: ... *La mira con ternura* Tratare de volver de la estación lo más rápido que pueda...

Kagome tomó un baño, se sentía libre luego de contarle a Sesshomaru todo lo que había sufrido, no se sintió humillada al contárselo a él, lo cual le demostraba que se había ganado su confianza, se colocó unos pantalones cómodos y una camisa color naranja que Sesshomaru le había conseguido, luego se sentó en el sofá, recordó los mensajes del celular... Pero él se lo había llevado, ahora se encontraba en un dilema... Debería ir a ese lugar? "Número desconocido" debía de ser Kikyo... 

Sesshomaru condujo hasta la estación, llevaba en el bolso de su pantalón el celular de Kagome, estaba apagado pero tenía intenciones de revisarlo más tarde, entró y encontró un relajo, uno de los prisioneros había escapado... <<Miroku>>... Corrió a ver las cámaras de seguridad y las cintas grabadas de las últimas horas, en las primeras horas se puede ver a Miroku tranquilamente en su celda, pero luego de un rato comenzó a toser y parecía que estaba muy enfermo, uno de los policías del lugar se acercó a ver que sucedía... Sesshomaru miro detalladamente al policía que lo atendía... No lo conocía, ese hombre tenía el cabello negro y piel clara, además de que el uniforme no exactamente el mismo que los demás en la comisaría usaban. Tomo la cinta y corrió a ver al jefe.
Jefe: ¡Sesshomaru! ¡Tienes que encontrar a ese hombre!
Sesshomaru: ¿Ya revisó las cintas?
Jefe: No, a eso íbamos, hace apenas unos minutos nos dimos cuenta que Miroku escapo.
Sesshomaru: Mírelas... Yo tengo que buscar testigos...

Cuando el hilo rojo se rompeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora