Cuando el hilo rojo se rompe

Capítulo 3

Sango intentó esconder su sonrojo pero no pudo evitarlo, Miroku sonrió de lado y le ofreció su brazo, ella con algo de temor e inseguridad miro a Kagome quien asintió para que aceptara, y por fin, con algo de vergüenza lo sujetó con su mano derecha, luego los cuatro entraron al gran salón. 

Kagome pudo notar que todo el mundo le tenía mucho respeto Inuyasha, hasta incluso podía llegar a sentir que algunas personas le temían, intentó no prestar atención a ese detalle y trató de disfrutar la velada. Fue adulada por muchos hombres, pero luego de enterarse de que era la pareja de Inuyasha, todo el mundo la dejo tranquila y se limitaban a admirar su belleza desde lejos, con mucho cuidado de Inuyasha. 

Al llegar la media noche Inuyasha dio unas palabras de agradecimiento a los invitados y la fiesta continuó.
Kagome: ¿Esta fiesta es en tu honor?
Inuyasha: Algo así... Kagome... Quiero pedirte un favor...
Kagome: Dime *Sonríe*
Inuyasha: Estos días me he sentido realmente bien contigo... Y creo que jamás me había sentido así con alguien... Quiero pedirte que vivas conmigo, no quiero que trabajes porque yo puedo proveerte de todo lo que necesites *La mira a los ojos profundamente* Quiero cuidarte como la princesa que eres...
Kagome: Pero Inuyasha...
Inuyasha: Con el tiempo también... Me gustaría casarme contigo...
Kagome abrió mucho los ojos. Le parecía casi un sueño porque todo había pasado muy rápido.
Inuyasha: ¿Te sorprendí? Siempre estoy lleno de sorpresas *Sonríe* entonces… ¿qué dices preciosa?
Kagome: Pero es que yo...
Inuyasha: *Seductoramente* No aceptare un no por respuesta... No podría vivir sin ti... *La besa profundamente*
Kagome: *Sonrojada* Esa bien Inuyasha... Tú ganas 
Sango: Veo que ahora es más que oficial ¿no?
Venía tomada de la mano de Miroku.
Kagome: Y veo que ustedes se han entendido muy bien *Le guiña un ojo* 
Miroku: La preciosa Sango ha decidió darme una oportunidad para conocernos... Creo que no se arrepentirá *Sonriendo*
Inuyasha: *Abraza a Kagome por la espalda* Preparare todo en mi mansión para tu mudanza preciosa... Sango, si quieres llegar a visitarla, llama a este número y pasarán por ti donde quiera que estés *Le da un papel* Kagome será tratada como una princesa a partir de ahora *La besa*
Sango: ¿De verdad? *Sorprendida* ¿Ahora vivirás con él?
Kagome: *Sonrojada* ¿Que te puedo decir?... *Ve a los ojos a Inuyasha* Él es mi destino...
Miroku: Bien, bien... Basta de cursilerías *Riendo* 
Kagome: Así nos pondremos nosotros cuando tú y Sango estén en las mismas... *Ríe*

Al día siguiente Kagome ya tenía sus maletas listas en la puerta, recogió a algunas de sus pertenecías y esperaba a Inuyasha, el pasó a recogerla, la saludó con un beso y en menos de una hora, ya se encontraba en la mansión de Inuyasha, estaba sorprendida de ver tantos lujos en una sola casa, un mayordomo llamado Myoga la atendió y una mucama con el nombre de Kaede la ayudo a acomodarse en su nueva habitación, era enorme y espaciosa, tenía dos ventanas enormes hasta el suelo y un balcón, al asomarse se podía ver el patio trasero con piscina y el jardín sumamente cuidado, dentro de la habitación estaba la cama en el centro y al rededor había roperos con mucha ropa de mujer, zapatos joyas y accesorios, estaba realmente sorprendida.
Inuyasha: ¿Te gusta preciosa?
Kagome: Es increíble... No sabía que tuvieras tantos lujos... Pero ¿porque tienes tanta ropa y cosas de mujer?... Y por qué la mayoría de vestuarios son color rojo? *Curiosa*
Inuyasha: Bueno, ¿ibas a venir no? Le dije q Kaede que se encargara de tu habitación personalmente, de todas maneras, este cuarto lo usaras sólo para arreglarte y vestirte, si así lo deseas.
Kagome: No entiendo...
Inuyasha: *Le susurra al oído mientras la mucama veía hacia otro lado* También puedes dormir conmigo si así lo deseas... *Se aparta* Pero es tu decisión.
Kaede: Disculpen por interrumpir, ¿no se les ofrece nada más?
Inuyasha: Por ahora no, muchas gracias, puedes retirarte.
Kaede: Si necesita algo señorita, sólo toque la campanilla que está en la mesa de noche, con permiso.
Ella salió de la habitación dejándolos solos.
Inuyasha: Acomódate, pronto nos encontraremos en el comedor para cenar, puedes ponerte cualquier prenda que desees del closet. Yo tengo unos asuntos que atender de la empresa, nos vemos en un par de horas. 
Le besó la frente y salió de la habitación, Kagome suspiró, admiró la habitación y luego se metió al baño para darse una ducha.