Narrador:
Sakura no lo negaba, después de haber pasado una semana, ella seguía observando el papel que esa mujer le entregó, le carcomían las palabras que le había dicho en la puerta: "Hablemos", después de tanto tiempo.No sabía que hacer, muy en su interior ella sí quería hablar con esa mujer, después de todo era su madre, aún si ella la había abandonado a una corta edad con ese asqueroso hombre.
Un día se decidió.
Sakura aprovechó que Sasuke se duchaba para salir sin avisar; se alejó unas cuadras de la casa y marcó el número indicado en el pequeño papel, temblorosa subió su teléfono a su oído, esperando respuesta del otro lado.—¿Diga?— Sakura comenzó a respirar entrecortadamente, estaba nerviosa y con las manos sudorosas.
—Soy yo, Sakura.
—Hija mía, que bueno que me llamaste.
—Querías hablar...
—Juntémonos en algún lado, por favor.
—Tú dirás.Sakura no sabía como tratar a la mujer que le hablaba por la otra vía, era su madre, pero no la sentía como tal.
Al cabo de unos veinte minutos, Sakura se encontraba sentada esperando en un pequeño café a su madre, ella llegó agitada y cansada, al parecer había caminado de prisa para llegar.
Sakura no la miraba, se sentía muy incómoda y decepcionada. No la había visto en años, la edad se le notaba, y ni siquiera recordaba su nombre; el teléfono de Sakura sonaba sin cesar, ella suponía que debía ser Sasuke, pero esto tenía que hacerlo tarde o temprano, Sasuke lo entendería.
—Estas tan hermosa, Sakura.
Mebuki por otro lado estaba impaciente, no quería decir algo indebido y hacer molestar a Sakura.
—¿Y bien?, ¿de qué querías hablar?
—Bueno... Yo... Sakura...— Mebuki observaba a su hija nerviosa y con miedo —Quería disculparme contigo, como se debe.Sakura se imaginaba las palabras que escucharía, por lo que no le sorprendió en demasía.
—Te abandoné por mis vicios, te dejé en esa casa, no sabes como me he sentido todos estos años, pero ahora que estoy sobria ya tres años, necesitaba comunicarme contigo.
Sakura miró fijamente a su madre, tenía una mirada de tanta rabia, imposible de describir.
Se quería tragar sus venenosas palabras, pero no podía, odiaba a esta mujer y era imposible no hacérselo saber.—Tsk... Eres un chiste, "madre"— Mebuki la miró confundida —¿Acaso crees que pidiéndome perdón todas las aberraciones que he vivido se van a olvidar?, ¿acaso sabes cuánto te necesité?, ¿cuántas veces te llamé para que me ayudaras?, ¿cuántas malditas veces te esperé para mi cumpleaños o navidad?
Sakura estaba soltando todo el resentimiento guardado en su corazón, todo ese odio que necesitaba sacar de una buena vez.
—No lo sabes. Preferías estar borracha o drogada que preocuparte de tu maldita hija de mierda, ¿no?
Sakura había perdido los estribos, sin querer, aunque quizás muy en el fondo, sí quiso gritarle a la mujer que tenía enfrente.
Necesitaba despreciarla y humillarla, culparla de la vida de mierda que le entregó.—No sabes cuánto he sufrido sin ti, no sabes cuánto he llorado y anhelado que mi madre me quisiera todos los malditos días de mi vida.
Sakura hablaba, con un nudo en la garganta que le impedía, peligrosamente, continuar.
—Sakura tú no entiendes...
Mebuki sollozaba frente a su hija, le dolían sus palabras, porque al fin y al cabo, ella tenía razón.
—Entiendo, madre. Tu hija de cinco años fue un impedimento para seguir con tus asquerosidades de vicios, ¿no?. Por eso me fuiste a tirar a esa casa, como un perro con un destino igual que ser un callejero.
—No puedo decirte nada, Sakura, pero estás equivocada, no lo entenderías.Su madre seguía llorando, pero eso a Sakura no la conmovía en lo absoluto, con los años aprendió a no sentir lástima por nadie.
—Explícame, entonces. Dame una buena excusa, por muy barata que sea, de porqué abandonaste a tu hija con ese asqueroso y repugnante animal...— Sakura no se había quebrado todavía, apretaba sus manos por encima de sus piernas.
—¿Ese... animal?— Mebuki abrió sus ojos desmesuradamente, comenzó a respirar nerviosamente, sin mirar a Sakura.
—Tu querido padre, Jiraiya.
—Acaso él...— Ella observó a Sakura manteniendo su sorpresa, no podía gesticular palabra alguna —Dios mío...Mebuki subió sus dos manos a su boca, con lágrimas que se seguían manteniendo en sus ojos, ya húmedos.
Sakura no entendía su repentina sorpresa, miró confundida a su madre, esperando una explicación.—Dime, Sakura... ¿Acaso... Acaso él te hizo algo?... ¿Algo que no querías?
Mebuki tanteaba el terreno, quizás estaba sacando conclusiones apresuradas, pero aún así no perdía nada con preguntarle.
—¿Cómo... Cómo lo sabes?— susurró Sakura.
Ella estaba impresionada por las conclusiones de su madre, ¿cómo llegó, repentinamente, a la conclusión que Jiraiya podría estarle haciendo daño?
—Dios mío...— Mebuki tomaba su cabello y se apretaba la cabeza con los dedos.
Era una pesadilla...
Y una que no quería revivir.Continuará...
— • — • — • — • — • — • — • — • — • — • — • —
Notas del autor:
Uy!!¿Qué creen que se trae Mebuki entre manos?
¿Por qué creen que ella llegó a ese tipo de conclusiones?¿Votos?, ¿Comentarios?
Solo espero que sea de su agrado la lectura y nos vemos en el próximo capitulo ♥️.HeeniUch.
ESTÁS LEYENDO
Secreto familiar (+18). (Finalizado)
FanfictionExiste un secreto en la familia. Uno de esos que nadie se imagina, o mejor dicho, uno de esos que solo el poder es capaz de ocultar a los ojos de la gente. Ellos no lo entienden, te apuntan con el dedo, te juzgan. Por eso a veces... Hay secretos que...