Capítulo 28: Olvidando el dolor (+18).

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En el capítulo anterior:
—Mi corazón ya no resiste mas. Sácame este dolor, Sasuke.
—No puedo hacer que el dolor se vaya, Sakura, pero puedo hacer cualquier cosa para consolarte.
—Por favor, haz que me olvide de esto, haz que deje de doler.
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Narrador:
Sasuke besaba despacio y lento a la joven que tenía frente a él, ella aceptaba el contacto mientras las lágrimas aún se deslizaban por el rostro.
El joven acercó más su cuerpo al de ella, subió un poco el mismo y se apoyó con un brazo en la cama.

Ella quedó abajo de él, pero no sentía miedo, no sentía rechazo, simplemente quería olvidar todo.
Sakura subió sus manos, cruzó sus brazos por detrás de la cabeza del Uchiha y se aferró, temblaba, pero no se iba a detener.

Él en un lento movimiento comenzó a acariciar a la Haruno; su brazo, su hombro, subiendo lentamente hacia el cuello, para luego depositar la mano en la mejilla de la joven, todo suave, roces lentos y despacios.

Sasuke de a poco comenzó a profundizar la unión de ambos, acercó la punta de su lengua a los labios de Sakura, pidiendo permiso tímidamente para entrar a esa pequeña cavidad, siendo ésta aceptada a los segundos, que, con vergüenza y timidez, Sakura le respondía con el mismo juego.

El íntimo contacto de labios se había vuelto demandante, pero no pasionalmente brusco.
Sakura se sentó de golpe, él muchacho la observó con los ojos abiertos, no estaba seguro si Sakura querría continuar, pero al ver sus ojos, la aceptación y deseo que éstos tenían, hizo que su llama interior se volviera a encender.
Ella, torpemente, se quitó el sweater que vestía, iba a por la camiseta en un rápido movimiento, pero Sasuke se lo impidió rápidamente.

—No hay prisa...

El muchacho se acercó nuevamente a ella, atrapando sus labios en un vehemente contacto. Con el mismo juego de labios, el pelinegro ahora le daba pequeños besos en el cuello a la Haruno.
Esto hizo que Sakura se estremeciera desconcertada, ya que era una sensación que no había sentido en su vida; una carga eléctrica que bajaba por su espina dorsal, haciendo que se le escaparan diminutos gemidos, provocando que se avergonzara en el proceso, por lo que tapó su boca.

—No te avergüences— Él le susurró al oído con un seductor tono de voz.

Tomó suavemente la mano de la avergonzada muchacha, ella le miraba abochornada, el Uchiha le dio un corto beso a la pequeña mano y volvió a su tarea, besar el cuello de Sakura.

Los leves gemidos de Sakura se comenzaban a hacer presentes en la habitación, Sasuke se sentó derecho sobre el colchón y la invitó a sentarse a horcajadas sobre el, para continuar con un fogoso, apasionado y deseoso beso.

Él, sin ninguna prisa, deslizó suavemente la camiseta de la muchacha, Sakura imitó el movimiento y dejó a Sasuke solo en torso desnudo; caricias y besos se fundían con la piel de ambos.
Sasuke acariciaba cada relieve, cada poro, cada cicatriz que el cuerpo de Sakura podía tener, el exquisito olor a cerezas, que el cuerpo de Sakura emanaba, le llenaban las fosas nasales, lo volvían loco, cada vez más suplicante por un poco más de ella.

El muchacho tomó el brasier de su compañera y lo desabrochó, inexperto, pero logrando quitárselo. Bajó la boca hasta sus pechos, blanquecinos, redondos, con pezones perfectamente rosados y pequeños; de a poco comenzó a lamer uno, a besar, a devorarlos sin brusquedad.

El contacto hacía que Sakura se siguiera estremeciendo, nerviosa, pero era una sensación tan llenadora y romántica.

Ellos querían, no, necesitaban profundizar más ésta unión, no les bastaba con roces y tocamientos.
A Sakura el solo toque de los dedos con su piel le quemaban, Sasuke disfrutaba de cada caricia propinada por la muchacha.

Secreto familiar (+18). (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora