Capítulo 23: Gran error, parte 2.

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En el capítulo anterior:
—Dime, Sakura... ¿Acaso... Acaso él te hizo algo?... ¿Algo que no querías?
—¿Cómo... Cómo lo sabes?
—Dios mío...
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Narrador:
Miles de recuerdos inundaron la mente de Mebuki.
Recuerdos de sus primeros mejores años de vida, como también de la tormentosa vida que le tocó vivir a tan corta edad.
Recuerdos horripilantes que quiso borrar, en su momento, con drogas y alcohol.

Mebuki llegó a la conclusión de que Sakura podía estar siendo abusada porque Jiraiya era un animal, y esa era una cara de Jiraiya que Mebuki conocía perfectamente.
Al fin y al cabo, ella había sido una víctima a manos de su propio padre.

—Te hice una pregunta.

Sakura no soportaba el silencio tortuoso de su madre, que se encontraba pensativa y temerosa.

—Sakura, mi vida no ha sido fácil, quiero que lo entiendas. Creo que ya es hora de que conozcas toda la verdad, aún si me odias en el proceso.

Mebuki miraba la mesa junto al café que tenía encima, por suerte de ambas, estaban apartadas del resto en un pequeño rincón.

—Habla de una vez.
—No quería volver a profundizarme en mi tormentoso pasado, pero a veces lo que más quieres evitar es necesario sacarlo de aquí— Mebuki puso su mano en la zona del corazón —No quiero darle más rodeos. Sakura... Quiero que sepas que Jiraiya, mi padre, ese animal que llamas tú, solía abusar de mí también.

Sakura no pudo con el impacto de la noticia.
Abrió sus ojos estupefacta, sin dejar de mirar a su madre y negándose, no podía creer que Jiraiya ya haya hecho esto antes, y con su propia hija.

—No... No puede ser.

El labio de Sakura temblaba, insistía en negar todo lo escuchado, pero notó que no había mentira en las palabras de su madre.
Lamentablemente ella decía la verdad.

—Jiraiya abusó de mí desde los doce años. Solía decirme que me amaba, que mi madre no le daba lo que yo sí, que era una puta y que nadie me quería ni nadie más que él me iba a querer. También que mi cuerpo le pertenecía.

Cada palabra, sin malas intenciones, que salían de la boca de Mebuki, a Sakura le calaban en lo más profundo de su alma.
Lloraba en silencio, sin mirar a su madre.

—Jiraiya era un hombre repugnantemente sádico conmigo—. Mebuki cerró sus ojos, apretándolos fuertemente —Solía amarrarme desde los tobillos a la cama para que yo no escapara. Solía quemarme cigarrillos en las piernas solo para castigarme y solía  golpearme fuertemente cuando no quería hacer lo que él quería que haga. Me torturaba tanto...

Mebuki sollozó nuevamente, el dolor era notable, el trauma de años para intentar olvidar, volvían a su cabeza en un santiamén como puñales filosos.

—Me violaba incontables veces. Yo solo era una niña...

Sakura no sabía que decir, no sabía que hacer.
Su madre había vivido lo mismo que ella estaba pasando actualmente.

Sentía odio, náuseas, repugnancia por la especie humana, por ese asqueroso hombre.

—Y así fueron pasando los años. Al cumplir los quince conocí a un chico, trabajaba en el supermercado como reponedor de las estanterías. Cada vez que iba Chiyo al supermercado, yo decía que quería ir con ella solo para verlo a él. Su nombre era Kizashi Haruno.

Sakura escuchaba atentamente todo lo que Mebuki le contaba, ¿por fin escucharía de su padre?, alguien tan desconocido para ella

—Comenzamos a salir... Los meses pasaron y yo podía sentirme un poco mejor gracias a el, él lograba distraerme y sacarme, aunque sea por unas pequeñas horas, de esta porquería de vida que llevaba; pero no había podido tener contacto íntimo con Kizashi, me daba terror. Y lo peor es que uno de sus amigos comenzó a darme las primeras drogas que probaría en mi vida— Mebuki se abrazó, sintiendo escalofríos —Un día Jiraiya, sin avisar, llegó a buscarme al colegio y me vio con él. Hizo aberraciones conmigo esa misma noche, después de que él terminó yo salí corriendo de esa casa, para no volver más. Hasta que...

Mebuki respiró hondo, cerrando los ojos por unos segundos y volviéndolos a abrir para observar fijamente a su hija.

—Comencé a sentirme mal. Náuseas, dolores de pecho, vómitos y fatiga, tampoco menstruaba y no era la primera vez que me sentía de esa manera.
Yo... Estaba embarazada.

Sakura estaba helada, seguía sin poder reaccionar de buena manera, continuaba con su lucha interna de si permanecer ahí escuchando todo esto o largarse definitivamente del lugar.
Una pequeña duda se le asomó a su cabeza.

—¿Te embarazaste de mi "padre" después de irte de esa casa?

Mebuki se quedó en silencio, ésta verdad sería la que más le dolería a Sakura, y con esto probablemente terminaría odiándola para siempre.

—Respóndeme—. Le volvió a insistir Sakura, dura y a secas.
—No, Sakura. No fue la primera vez que yo había estado embarazada. Jiraiya ya me había hecho abortar unas cuatro veces.
—No entiendo.
—Me embaracé el mismo día que Jiraiya me encontró con Kizashi.

Sakura muy en el fondo insistía en solo querer negar la dolorosa y asquerosa verdad que se abría paso frente a sus ojos.

—Sí, Sakura. Me embaracé de Jiraiya... Él es tu verdadero padre.

Y así sin más, y con un gemido ahogado, Sakura se quebró.

No le importó que se encontraran en público, no le importó verse débil frente a esa mujer que se hacía llamar su madre, lloraba desconsoladamente, movía de forma constante su cabeza de forma negativa, no quería oír su triste realidad, la desagradable y tormentosa verdad.

—Me estas mintiendo.
—No. Jiraiya lamentablente es tu padre. Kizashi sabía de todo lo que yo había vivido, él me ayudó contigo, me dijo que él sería tu padre, pero un día, cuando tú cumpliste cuatro años, él no volvió más a casa. Jiraiya había hecho de las suyas.
—Detente, detente de una vez. No quiero oír mas.
—Me sentía tan sola, te miraba y no podía soportar el criar a una hija que no pedí y peor aún, que había nacido producto de una violación. Solo pude ir a dejarte a casa de él. Perdóname hija, por favor. Con Kizashi te adorábamos y no es como si me sintiera orgullosa de todo esto. Estoy arrepentida.

Sakura se puso de pié rápidamente, la cabeza le daba vueltas, sentía que vomitaría todo en ese mismo lugar, tenía asco.
No podía mirarla y sus oídos se le habían tapado, el corazón latía a mil por hora, sintiendo salirse por la boca. Sudaba frío y temblaba.

Antes de dirigirse a la salida, le dijo:

—Felicidades, fuiste a tirar a tu hija para que la viole igual que a ti. Maldita desgraciada, no te vuelvas a acercar a mí nunca más en tu puta vida.

Había sido un gran error haberse juntado con esta señora.

El peor error de su vida...

Continuará...

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Notas del autor:
Jiraiya si que es un desagraciado :( ...

¿Votos?, ¿Comentarios?
Solo espero que sea de su agrado la lectura y nos vemos en el próximo capitulo ♥️.

HeeniUch.

Secreto familiar (+18). (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora