Capítulo 16: Un relato necesario.

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Narrador:
—Te escucho— Le respondió Kakashi a Sasuke.
—Sakura está abajo, en urgencias.
—¿Qué le ocurrió?— El hombre se sentó exaltado.
—No tenemos idea. Mis padres la encontraron camino a casa, se desmayó. Esta golpeada y venia sin camiseta—. Los pensamientos mataban de rabia lentamente a Sasuke, se sentía inservible.
—Dios...
—Sabe, ya no aguanto mas la incertidumbre.

Sasuke agarró la silla que se encontraba al lado de la camilla, se sentó y le dijo:

—Quiero preguntarle si usted sabe algo de lo que le ocurre a ella.
—¿Lo que le ocurre?— Al parecer Sasuke logró llamar la atención de Kakashi.
—Bueno, ocurren muchas cosas. Primero que todo Sakura no es de muchas palabras, en realidad ella no habla con absolutamente nadie en la sala de clases. Ahora recién está haciendo unas diminutas relaciones de amistad con dos amigos y yo. Eso fue lo primero que me extrañó de ella, digo ella es muy hermosa, y si quisiera podría ser la chica más popular de todo el instituto, podría verse feliz, dichosa, pero siempre está cabizbaja, con la voz y la mirada apagada y perdida.

Le decía Sasuke a Kakashi, mirando el suelo mientras intentaba recordar más información.

—Bueno, por otro lado, desde los primeros días que conozco a Sakura he notado que ha aparecido con diferentes golpes, por ejemplo con las muñecas heridas, no eran cortes, si no como si algo le hubiese rozado muy fuerte la piel. Por otro lado, un día ella llegó tarde, salió del baño de mujeres y cuando me acerqué noté que había estado llorando, pero eso no fue todo, su rostro estaba morado y tenía su labio partido, obviamente la habían golpeado. Esta situación ya me tiene preocupado, ahora aparece golpeada y sin ropa. Y lo peor de todo es el miedo que le tiene a ese caballero que vino ayer

Kakashi escuchaba, pensativo, el relato de Sasuke.

—Entiendo—. respondió a los segundos —Sasuke, lo que te voy a decir espero que no lo hables con nadie más, ya que estoy quebrando uno de mis principios profesionales, y es algo que no debería hacer— Le dijo el, muy serio y mirando por la ventana.

Esto tenía a Sasuke expectante y nervioso.

—Dígame, señor Kakashi. No hablaré con nadie más.
—Llegué al instituto hace cinco años aproximadamente. Conozco a Sakura desde que tiene trece años— Comenzó a relajarse, colocando su cuerpo hacia atrás sobre la almohada —Un día ella llegó a mi oficina, dijo que quería ver el tema de la Universidad, de su admisión, y de las becas para así no recibir ni un solo peso de Jiraiya, su abuelo, que es su tutor legal—. Miraba por la ventana —No me llamó la atención la corta edad para estar interesada en la universidad, si no que su cuello, su cuello lo tenía morado, con marcas de haber sido apretado hasta el cansancio. Yo no me pude quedar callado por mi naturaleza de mi trabajo, por lo que le pregunté directamente que qué es lo que le había sucedido en esa zona, ella solo me respondió que jugando con una compañera, sin querer se apretaron demasiado una bufanda, lo dejé pasar una vez. Pasaron dos años, y varias sesiones donde continuábamos las charlas de sus becas, de las calificaciones, de su vida, pero me seguía carcomiendo la cabeza porque ella llegaba cada vez con nuevos moretones, en los brazos, rostro, cuello, piernas, o con las muñecas muy heridas. Con los años ella hasta fue cambiando su semblante, ya no era la pequeña de trece años que conocí, ella se volvía cada vez más depresiva y reacia a todo contacto humano. Lo peor de todo es que ella nunca me decía a qué se debían esas marcas, simplemente mentía cada vez que le preguntaba por ello.
—No puede ser...

Sasuke se tomó la cabeza con las manos, se sentía muy molesto, frustrado.
Sabía que algo malo le estaba ocurriendo a ella.

Kakashi:
Flashback
—Sakura, llevo dos años preguntándote lo mismo. Si me sigues mintiendo y no me dices lo que en verdad te sucede, tendré que hacer lo que me compete y eso es llamar a tus tutores, les tendré que pedir explicaciones a ellos, o la justicia lo hará—. Le dije, secamente.
—¡Usted no puede hacer eso!, ¡no tiene el derecho!— Ella me respondió muy molesta.
—Claro que puedo y tengo todo el derecho. Mi profesión como Trabajador Social de este establecimiento me hace competente y calificado para ello. Ahora, ¿me dirás la verdad tú o esperarás que ellos lo hagan por ti?

A simple vista, y como buen observador que soy, pude notar que, la adolescente de quince años que se encontraba frente a mí, estaba muy asustada.

—No lo haga...— Me susurró ella, comenzando a llorar —Si lo hace, será peor para mí, y él me castigará—. Bingo, había comenzado a hablar.
—Eh, preciosa...

Me acerqué a ella, le tomé la mano e hice que se sentara en el sofá, yo me senté al lado.

—¿Quién te va a castigar? Cuéntame qué te está sucediendo—. Me miró asustada, temblaba y cerraba los ojos, negando a ratos.
—Mi abuelo, Jiraiya...

Se quedó en silencio un buen rato, le tuve mucha paciencia, al fin y al cabo era mi trabajo, quería ayudarla.

—¿Qué sucede con tu abuelo?
—Jiraiya, mi abuelo... Él... Abusa de mí, me viola— Lo sospechaba, sabía que su abuelo tenia que ver en todo esto.
—¿Desde cuándo?
—Desde los once años—. Sollozaba la pobre, con las manos apretadas encima de sus piernas —Todo comenzó porque yo no quería que él siga golpeando a mi abuela. Era un salvaje con ella, un día de esos, el la estaba golpeando tan fuerte, la pateaba en el piso como queriendo matarla. Ella no podía moverse y yo sin pensar me acerqué y le dije que haría lo que el quisiera. Ese fue mi grave error, esa noche comenzó mi martirio que hasta el día de hoy, no he podido detener.

Se mordía el labio inferior, ella no quería seguir llorando, pero recordar el salvajismo de su abuelo, le dolía.

—Cada vez se vuelve peor para mí. Si me atrevo a desafiarlo, o a negarme, él me castiga horriblemente, me obliga a hacer cosas que no quiero—. Miraba el suelo, estaba perdida en algún punto invisible, miraba a la nada, mientras lloraba desconsoladamente.
—Lo siento, Sakura.

La abracé.
Le di un abrazo fuerte y apretado, entregándole mi completo apoyo, era una joven vulnerable; que no solo necesitaba de un cálido abrazo, palabras de sustento, o que alguien la escuche. Ella necesitaba, no solo de cariño paternal, si no que necesitaba ayuda, alguien que la saque de ese lugar, y ahí estaba mi trabajo; tendría que mover cielo, mar y tierra para hacerlo, pero lo haría, sacaría a Sakura de ese infierno cueste lo que cueste.
Fin del Flashback.

—Luego de eso, comencé a mover los hilos, la entrevistaba, anotaba lo necesario y así comencé a crear un expediente de su caso. La mandé al psicólogo, una compañera muy cercana mía, para así tener el expediente de ella también, todo lo iba uniendo. Iba todo muy bien encaminado, el no estuvo en casa por tres meses por una junta de psiquiatras en otro país, eso provocó que Sakura, cada día que pasaba, volviera a tener la esperanza de que yo podría sacarla de su sufrimiento.

Me detuve, me sentía culpable al recordar todo en este momento.

—No se detenga, por favor, esto de verdad me interesa—. Sasuke estaba impaciente.
—Pero un día ella dejó de venir a mi oficina...

Continuará...

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Notas del autor:
Sí, querid@s. Sasuke no es el único que quiso ayudar a nuestra Sakurita ♥️

Cualquier crítica constructiva será bien recibida para así mejorar (no sean tan duros tampoco xD).
Solo espero que sea de su agrado la lectura y nos vemos en el próximo capitulo ♥️.

HeeniUch.

Secreto familiar (+18). (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora