Funtom Candy

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Por suerte mi madrina trabajaba de periodista, fue a la oficina de investigacion audiovisual y sacó una copia del video. Fuimos a la oficina de Jacob, uno de sus ex-compañeros de trabajo.

—¿Estás segura de que aquí había un video?— .

—Pues claro que sí. Yo lo vi anoche— le respondí.

Jake: —Pues aquí no hay ningún video y eso es imposible—.

—¿A qué te refieres?—le pregunté.

Jake: —Para hacer una de estas cintas, que la verdad son algo antiguas, debería existir un video obligatoriamente—. 

Los tres nos sentamos en una mesa y les expliqué los sueños que tuve en estos días, también le hablé sobre Ciel, el muñeco y aquella paleta de caramelo que estaba encima del cadáver de Eddie.

—En ningún momento había escuchado sobre ese muñeco— dijo extrañado.

—¿Qué asecino mata y deja una paleta?— decía mi madrina haciendo que eso sonara como una estupidez.

Antes de que comentaramos algo más, entró una compañera de Jacob avisandole que lo necesitaban. Mi madrina tomó la cinta y ambas abandonamos el lugar. Cuando salimos de ahí, le dije a mi madrina que tenía tarea por hacer para que me dejara ir a la biblioteca pero en realidad iva a buscar información en el ordenador. Ella cedió con la condición de irme a buscar y acepté. Tomamos caminos diferentes y cuando iba caminando, en el suelo había un anillo color oro; era parecido al que llevaba aquella mano en mi sueño. Tomé el anillo y observé el escudo que tenía como diseño.

—¡Es mio, se me había caído!— dijo un hombre alto con barba, con la cara muy seria que parecía huraño o gruñón, arrebatandome el anillo bruscamente. Cuando quise reaccionar, aquél hombre se había esfumado por el callejón.

Llegué a la biblioteca y me senté en una computadora. Escribí en el buscador el nombre que tenía la envoltura de la paleta : "Funtom Candy".

"Funtom candy". "Funtom campany". "Funtom cafe"?. La compañía Funtom abre sus puerta en Londres. La famosa fábrica de juguetes y dulces cuyo dueño era.. ¿Ciel Phantomhive?— dije en un susurro.

—¡Señorita! Ya vamos a cerrar— ︎me dijo la bibliotecaria en un audible susurro.

—Antes, ¿Podría darme un bolígrafo, por favor?—.  Anoté el apellido de Ciel en mi muñeca y salí de la biblioteca. Mi madrina aún no venía por mi así que me tocaba caminar sola por las frías y oscuras calles. Con mucho miedo, caminaba como un ladrón después de robar para que no lo atrapasen hasta que por fin llegué a la casa de Evelin; mientras me dirigía a la entrada, algo junto a la basura se quemaba.

—¡Madrina, ya estoy aquí!— dije en voz alta colgando mi abrigo en el perchero.

—¡Asi que la pequeña Lilian está aquí!— decía la voz del estúpido ex de mi madrina, quien sabíamos perfectamente que era un abusador que le daba golpes.

—¿Qué haces tú aqui?—.

—Esperando a que me hagas la cena. La estúpida de tu madrina no quiere salir —.

—¡Largate de aquí!— gritó ella desde la planta de arriba. Este hombre me daba mala espina, y asustada le preparé unos espaguetis y me fui a mi habitación antes de que intentara hacerme algo.

—Hola Ciel, ¿Me extrañaste?— le sonreí al muñeco mientras me quitaba la ropa para bañarme. Tomé al nombrado y me metí a la bañera; por un momento se me había olvidado todo el tema de la cinta y los sueños. Me puse el pijama y me senté en el escritorio a buscar el nombre de Ciel Phantomhive.

"Era el lider de la familia Phantomhive y dueño de la compañía Funtom. Perro Guardián de la Reina y Aristocrata del mal".... —suspirando, leía sin interés mientras pasaba página. —Quiero algo que me lleve a ti dierectamente— hablaba en voz alta mientras fijaba la mirada en el muñeco acostado en mi cama. Volví la mirada hacia el ordenador y encontré un dato interesante: "Murió a los trece años y la causa de la muerte es deconocida. Se dice que su mayordomo tuvo algo que ver al misteriosamente desaparecer el mismo día".

Tomé mi cuaderno y anoté todos esos datos que me serian de ayuda para investigar. Me acosté casi a las dos de la mañana escribiendo los nombres de las personas cercanas a él. Cuando iba a escribir el último nombre, la computadora se sobrecalentó. Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo cuando una mano se posó en mi hombro izquierdo.



Continuará ...
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Kuroshitsuji: Diabolic DollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora