Kuroshitsuji: Diabolic Doll

El cadáver

—¿Qué encontraste? — preguntaba Evelin a la femenina quien corría hacia un enomre árbol.

—¿Tuviste otra visión?— le gritaba desde el banquillo. La pelirroja se arrodilló frente al verdoso árbol y como un perro cuando quiere enterrar un hueso, empezó a cavar en la húmeda tierra desesperadamente. Pues frente a éste  había un bulto de tierra como si algo estuviera enterrado ahí.

—Por favor, dime que has encontrado un tesoro— hablaba la rubia con sarcasmo pies ya estaba cansada por la corrida y la paliza que recibió hace un rato y de todo este rollo del demonio.

Sus manos al igual que las uñas y su ropa se le ensuciaban de tierra. Gracias a que anteriomente había llovido, cavar la tierra se le hacía mas fácil hasta que dio que con algo; sus azulados ojos se abrieron como dos platos cuando ya se hacían visibles una boca y una nariz humana.

—¡Oh dios mio! ¡No puede ser!— susurraba ella, seguía cavando motivada al ver aquél cuerpo.

Retirando la tierra y limpiando su rostro, la chica pasaba su mano derecha por detrás de la nuca del chico y sacándolo con mucho cuidado lo sostuvo en su brazo con lágrimas en los ojos.

— Pobrecito— decía ella acariciando su pálido rostro, retirando sus cabellos azules que lo tapaban observó que éste no tenía costuras por ninguna parte, era delgado pero no tanto como su demonio, y sobre todo, era más alto. Su traje, en lugar de ser negro como siempre lo llevaba el que ella conocia, o de ser azul como era el de su muñeco, este era morado con algunos lazos negros.

— Entonces, tu eres .. — No terminó de hablar ya que el cadáver que sujetaba en sus manos abrió los ojos.

Sus grandes ojos azules comenzaron a brillar y entonces, tuvo otra visión:

El mayordomo de la familia Phantomhive caminaba en medio de un bosque en busca de algo o alguien. Su aura demoniaca daba a entender que estaba bastante furioso. Tumbando árboles que intervenían en su paso, llegó hasta su objetivo: la mansión Trancy.

Camuflado con un abrigo negro y un sombrero tomando en mano una maleta un poco pesada, se adentraba a la mansión con el fin de engañar al conde de la casa y bajar hasta el sótano en busca del anillo de su amo donde ahí yacía encerrada su deliciosa alma.

— ¡Madrina, ven aquí!. ¡He econtrado — .. Antes de terminar, volvió su mirada al cuerpo que en un abrir y cerrar de ojos se convirtió en un esqueleto donde aparte de sus huesos, lo único que quedaba era su cabello y su ropa.

— ¡Ahh! — chilló soltando el cuerpo del susto. 

《 Entonces si este no es el Ciel que yo conozco, quiere decir que su cuerpo está en el otro mundo》— pensó ella.

De repente, se levantó un viento frío azotando las hojas de los árboles. La juguetona risa de un niño se escuchaba en medio de la oscura y fría noche en el bosque. La señora no se había  percatado de que su ahijada ya no se encontraba frente a aquél árbol.

—¿Lilly? — la llamó buscándola con la mirada.

La pelirroja corría adentrándose al bosque siguiendo la sombra y la risa que la llamaba.

—¡Ciel! ¡Espe- .. ra —. Dejó de llamarlo cuando se dio cuenta que el camino se terminaba y antes de deternese cayó al acantilado.

Dejándose aumergir en la fria agua, la figura del nombrado aparecía frente a ella; Su ojo rosa brillaba como una liz en medio de la oscuridad.

—¿Ciel? — pensó. El chico extendió  su mano hacia ella, y antes de que la chica correspondiera, de su brzo libre fue jalada haci el exterior.

—¿¡Estas loca!?. ¡Deberías tener más cuidado!— le regañaba su madrina que por su ropa mojada daba a entender que se había lanzado para sacarla.

—Me caí, lo siento — se disculpaba con una tonta sonrisa, Evelin suspiró con pesadez. La joven se levantó de la arena y miró  su izquierda. —La mansión Trancy está por aquí cerca —.

—¿Y quieres ir así y a esta hora? — le reprochaba refiriéndose a sus ropas y cabellos empapados. —Deberíamos volver o casa antes de coger un resfriado —.

—¿Sabes cómo volver desde aquí? — Evelin se quedó callada. —Si vamos a la mansión podemos pedir hospitalidad y ropa limpia —. Ambas caminaron rumbo a la dirección donde desde el lugar se veía dicha casa.

En realidad ésta era otra pista que le daba Ciel con el propósito de que ella llegara a él ya que su venganza se había cumplido.

Acabar con las personas que lo traicionaron desde el día en que su hermano gemelo llegó a la mansión de la misma forma que él ahora ha llegado pero de manera distintas. Aquellas personas que no solo le dieron la espalda sino que también lo mandaron a la cárcel llamándolo asesino y ladrón de identidades. Todos ahora estaban justo donde él quería ... Bajo tierra.

Es irónico que quien haya sido el culpable de traer a su hermano a la vida es quien lo ha ayudado con todo esto; Pues Ciel tenía claro que con un Dios de la Muerte legendario como Undertaker no podía contra él.

A parte de que la guadaña de la muerte es una desventaja porque pueden llegar a hacerles daño a los demonios.

—Me gustan las mansiones —.

—Desearía vivir en una — decía Evelin.

Ambas con una sonrisa observan mientras se adentraban al territorio de los Trancy. Cerca de la puerta solo una de las dos farolas alumbraban el lugar; En medio del camino que conducía hacía la puerta principal había una fuente sin agua.

—¿Crees que aquí vivirá alguien? — dudosa, preguntaba Evelin al ver que alrededor de la fuente habían arbustos sin podar y las hojas de los jacintos azules corrían por el suelo.

—Vamos a averiguarlo—.

Continuará ...
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