Kuroshitsuji: Diabolic Doll

Incendio

La pelirroja llamó a la puerta. Pasaron unos segundos de silencio y en lugar de que alguien respondiera, la puerta de madera se fue abriendo poco a poco.

—¿Hola?. ¿Hay alguien? —. Ambas se adentraban al hogar observando el gran vestíbulo color dorado, con una larga mesa en medio, decorada con lo que eran rosas marchitadas. A parte del polvo que había en la puerta, en el techo se podían apreciar telas de araña que daban a entender que ahí no vivía nadie.

— Como se nota que tenían dinero— se decía así misma la rubia, refiriéndose al tamaño y decoración del lugar.

Mientras tanto, su ahijada se encontraba en el segundo piso corriendo por los pasillos persiguiendo algo o a alguien.

Lo que parecía la sombra de un niño caminaba con prisas por los pasillos, sus gemidos de dolor y sus tambaleos al caminar le daba a entender a la joven que necesitaba ayuda.

—¡Oye!. ¡Espera! — le gritaba ella. Esa "sombra" o ese "espíritu" (como pensaba la adolescente que era) entró  una puerta que había al final del pasillo.

—¿Estás aquí?— decía mientras bajaba las escaleras de lo que parecía ser un sótano lleno de estantes tanto de vinos como de té y otras comidas.

—¡Achoo!. Genial, cojere un resfriado— dijo limpiandose la nariz. —¡Buah! .. Alguien parece que vómito aquí —dijo algo asqueada.

No encontró a la "persona" que estaba persiguiendo pero si encontró lo que buscaba; Aquella caja de té que Ciel le mostró en sus recuerdos, dentro se encontraba el antiguo anillo de su padre. Una preciosa piedra azul zafiro que brillaba con intensidad al igual que sus ojos.

—"Phantomhive" — susurraba aquellas palabras que estaban grabadas en el aro del anillo. —Sin duda es est-. La chica fue interrumpida por un temblor que comenzaba a derrumbar toda la casa. Lilly salió corriendo del sótano, buscando desesperadamente a su madrina la cual buscaba en la planta del lado contrario a ella.

—¿Lilly?.. ¡¡LILLY!! —. Ambas se habían perdido en la mansión.

—¡¡Aahh!!. ¡Eso pudo haberme matado! — gritó Evelin al ver que un candelabro del techo casi le cae encima.

—¿De dónde salió este fuego? — se preguntaba Lilly asustada al ver que las paredes de la casa se prendian en llamas. La pelirroja se encontraba en una sala siendo rodeada por las repentidas llamas; Sin saber cómo escapar de ahí, fijó su mirada a la gran ventana de aquella sala.

—Es la única solución —dijo ella, tomó impulso y saltó desde la segunda planta callendo boca abajo sobre el jardín trasero.

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Dos personas observaban el incendio desde la copa de un árbol. La chica pelirroja que acompañaba a su amo, no entendía el por qué su amo la había llevado a ver ese desastre sin hacer nada.

—Mey-Rin — la llamó. — ¿Ves a la chica que está tirada en el jardín trasero? —.

—¡Si señor! — respondió ella.

—Cargala, llevala a la mansión. Después de desinfectar sus heridas y de bañarla, ponle uno de tus vestidos. Luego la dejas en el jardín de la mansión —.

—¿Y eso por qué? —.

—Como ves, no tengo ropa de mujer — respondió sarcástico.

—Me refería a por qué dejarla en el jardín y no en una habitación? —.

—No cuestiones a tu amo y has lo que te digo —.

—Siento ser pesada pero, ¿Que hacemos con la mujer? — preguntó apenada ya que no quería que su amo volviera a regañarla.

—¡Déjala! Su precensia se está desvaneciendo por lo que morirá pronto. No serviráde nada. Además ella no es la que me interesa —.

La hica obedeció la orden de su amo y saltó del árbol para adentrarse al jardín y buscar a la chica.

El joven, mientras su sirvienta cumplía la orden, se acercó al cuerpo de la mujer rubia que yacía tirado en el suelo de un pasillo quemado por las llamas para devorar su alma.

Continuará ....
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