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Nathan acababa de salir de la habitación, Fabiola y Christophe por fin estaban juntos, aquel abrazo en el pasillo había sido perfecto, juntos al fin después de tantos años de espera. De pronto, sus rostros se encontraron y el joven de cabello castaño no perdió la oportunidad para besar al amor de su vida. Los besos continuaron llevándolos a la habitación, sin separarse abrieron la puerta, ella apagó la luz, cerraron la puerta con seguro y él la empujó contra la pared, acorralándola.—{¿Estoy soñando?}. -Susurró el chico entre besos.
—{Si es un sueño, espero nunca despertar}. -Respondió ella mientras correspondía a los besos con la misma pasión.
La emoción del momento hizo que Chris la cargara recargándola contra la pared, las piernas de ella rodeaban su cadera y sus manos le quitaban al chico aquel suéter ligero color azul marino dejando su marcado torso al descubierto. La intensidad subía segundo a segundo hasta que de pronto.
*TOC TOC TOC*
—Oigan tortolitos, lamento interrumpir su encuentro pasional pero les recomiendo que se vistan por qué vienen en camino los papás de Fabi, dudo que quieras darles una mala tercera primera impresión. -Interrumpió Gael a través de la puerta, se notaba que claramente disfrutaba la situación mientras que la joven pareja intentaba reponerse de un posible infarto y se esforzaba por recuperar la compostura, Chris se ponía su suéter otra vez y Fabi arreglaba su cabello y ropa.
Ups una disculpa, esta es la historia equivocada, bueno, en parte es la misma, pero esta no empieza aquí, retrocedamos un poco.
UN AÑO ATRÁS
Fiesta de compromiso de Nathan y FabiolaLa alegría rodeaba el ambiente, después de dos años de noviazgo, Nathan por fin le había pedido a Fabiola su mano en matrimonio. La reunión era en el hermoso y gran jardín de la mansión de los padres del prometido. El día tenia el clima perfecto, todo decorado con flores blancas y rosadas, elegantes mesas habían sido delicadamente colocadas, parecía como si cada detalle hubiera sido planeado a la perfección. Los invitados disfrutaban del evento escuchando la hermosa música clásica que tocaba una pequeña orquesta.
De pronto, uno de los invitados de Fabi, un alto y apuesto joven de cabello blanco, ojos color gris y elegantemente vestido para la ocasión, se ponía de pie con copa en mano y caminaba en dirección al pequeño lago artificial que decoraba aquel inmenso jardín. Estaba contento por su mejor amiga y compañera de departamento, Nate le parecía un buen y respetable chico, pero se sentía un tanto agobiado por la frivolidad de aquel evento y se cuestionaba si su amiga era en el fondo feliz, hasta que sus pensamientos fueron interrumpidos.
—Gael, ¿Verdad?. -Preguntaba un encantador chico británico de cabello negro y tez pálida, él era el mejor amigo de Nathan y pertenecía al mismo equipo de Lacrosse del actual prometido de su amiga.
—¿Eh? ¿Te conozco?. -Dijo como respuesta Gael, mirándolo con cierto desagrado ya que había interrumpido sus pensamientos.
—¿No me recuerdas? Soy Aster, nos conocimos en el cumpleaños de Fabiola el año pasado. -Respondió desconcertado el joven que era unos centímetros más bajo que nuestro protagonista.
—Ah ya, el chico molesto. Escúchame, esto, sea lo que sea, no va a pasar, olvídalo. -Agregó el joven de cabello blanco mientras daba un sorbo a su copa y dirigía nuevamente su mirada al lago.
Lo que no sabía nuestro querido Gael era que aquella fiesta se tornaría un poco más emocionante después de unas horas, pero no hay que adelantarnos.
La fiesta de compromiso transcurrió de acuerdo a lo planeado, sirvieron la comida, llegó el momento del brindis y Gael dijo unas emotivas palabras hacia la joven pareja, hizo algunos chistes difíciles de entender para el resto de los invitados británicos y amenazó debidamente a Nate si se atrevía a lastimar a su mejor amiga, al terminar sus palabras, Fabi limpió sus lágrimas y lo miró con una expresión de cariño y desaprobación. Fue perfecto.
Después de aquella hermosa reunión, la joven pareja decidió ir con todos sus amigos a la discoteca de moda. Una vez dentro, el alcohol y la emoción de aquel día hicieron de las suyas, para nuestro protagonista, aquella combinación causó ciertos estragos.
—Te dije que te alejarás. -Dijo un no tan sobrio Gael mientras fulminaba con la mirada a un no tan sobrio Aster.
—¡Vamos! ¿Porqué estás siempre tan serio?. -Replicó el apuesto chico de cabello negro mientras se acercaba.
Lo qué pasó después de aquello transcurrió en cámara rápida para ambos; alcohol, música alta, más alcohol, luces de colores parpadeantes, un beso, más alcohol, otro beso, baile, más alcohol y no recordar más.
Fue hasta la mañana siguiente que Gael despertó debido a la luz del sol que le daba directamente en el rostro, ocasionando una mueca seguida por otra al sentir un gran dolor de cabeza, hasta que se dió cuenta que se encontraba en una gran cama entre sábanas blancas completamente desnudo, sin recordar lo que había pasado, solo tuvo tiempo de girarse hacia la puerta del baño que se abría y de esta salía Aster, aquel molesto jugador de Lacrosse que ahora se encontraba recién bañado, únicamente con una toalla rodeando su cintura, con el cabello mojado y despeinado, y dejando ver su musculoso y atractivo torso.
—Vaya, ya era hora que despertaras bello durmiente. -Dijo el joven con una gran sonrisa en el rostro.
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GAEL
Romance[OBRA TERMINADA] ¿Qué harías si tuvieras que convivir con un posible psicópata que sonríe demasiado, es realmente apuesto y con el qué tal vez tuviste una noche de desliz la cuál no recuerdas en absoluto?. Gael un apuesto estudiante universitario co...