CAPÍTULO III: ESFÚMATE

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El tiempo pasó y para fortuna de Gael, los chistes sobre lo que había sucedido aquella noche habían terminado. Los preparativos para la boda de Fabiola estaban casi listos y ahora era turno de la prueba del pastel para elegir el sabor. Cómo buen mejor amigo, Gael la acompañó a una famosa pastelería en el centro de Londres donde los esperaban a media tarde para el té y la degustación.

—Hazlo todo de chocolate, a nadie le gusta el sabor frambuesa. -Dijo nuestro protagonista a su amiga mientras bajaban del vehículo y caminaban a la entrada de la tienda.

—Ya te dije que el pastel tendrá varios niveles, ademas a varias personas les gusta el sabor frambuesa. -Respondió Fabi mientras abría la puerta de la tienda. -Oh mira ya han llegado.

—Entonces sabor vainilla, espera... ¿Han llegado?. -Preguntó Gael en el momento que entraba a la pastelería tras su amiga y veía en una de las mesas a Nathan y a Aster quienes los saludaban con la mano. —Yo me marcho. -Dijo Gael mientras se daba media vuelta para salir de la tienda y era tomado del brazo por Fabiola.

—Tú te quedarás aquí, prometiste que me ayudarías a elegir el pastel, Aster es el padrino de bodas, además ya pasaron mas de 8 meses desde aquella noche, seguramente ya no se acuerda. -Ordenó ella mientras lo jalaba a la mesa en dirección a su prometido.

—¿Estás diciendo que una noche conmigo es tan fácil de olvidar? Digo, eso no tiene nada que ver, él es muy molesto y sonríe todo el tiempo, debe ser un psicópata o algo así. -Intentó corregir nuestro protagonista mientras era jalado por su amiga hacia la mesa donde los esperaban.

—Lamentamos haberlos hecho esperar, no sabía que habrían varias calles cerradas por reparación. -Se disculpó Fabi mientras soltaba a su amigo y se acercaba a su prometido para abrazarlo y darle un pequeño beso en forma de saludo. —Me da gusto verte Aster, me alegra que pudieras acompañarnos.

—El gusto es mío, esperaba este encuentro con ansias, por los pasteles claro está. -Dijo Aster mientras sonreía muy alegra a los recién llegados, especialmente a Gael.

Después de que todos tomaron asiento, el chef pastelero se acercó a ellos trayendo una bandeja con tazas y té, seguido de otra con varias rebanadas de pastel de distintos tipos para poder elegir los sabores de los niveles del pastel de bodas.

Gael se notaba un tanto molesto por la presencia de Aster, no era porque el chico fuera poco agraciado, al contrario, era muy bien parecido, sus facciones eran el equilibrio perfecto entre delicado y varonil, su cuerpo era atlético, tenia una sonrisa muy cautivadora y el color azul profundo de sus ojos combinaba perfectamente con el tono claro de su piel y el color negro de su cabello. Era aquella actitud alegre e insistente que lo irritaba, nadie podía ser tan amigable pensaba Gael, a menos que tuviera una razón oculta.

—¿Gael? ¿Estás bien?. -Preguntó Fabiola que miraba desconcertada a su amigo que se encontraba sumergido en sus pensamientos y no había puesto la debida atención al encuentro.

—¿Ah? Si, si, estaba recordando algo de la universidad, disculpen, ¿Ya decidieron cual les gusta más? Este de manzana y avellanas está delicioso. -Respondió Gael que intentaba retomar la plática.

—Ese es muy rico, pero hay algunos invitados que no pueden comer nueces por alergia, creo que chocolate y frutos rojos es la mejor opción, ¿Tú que opinas amor?. -Consultó Fabi a su prometido cuando de pronto su celular empezó a sonar. —¿Bueno? Señora Jones, ¿Cómo se encuentra?... ¿Qué? ¿Qué hay un problema con la elección de la decoración y debemos ir inmediatamente?... Entiendo, estaremos en unos momentos con usted, muchas gracias por avisarme, hasta luego. -Colgó la llamada y miró preocupada a Nathan. —Era la señora Jones, que hubo una confusión con la decoración y que necesita vernos de inmediato. Chicos, ¿Podemos por favor encargarles la elección del sabor del último nivel del pastel? Confío en ustedes totalmente. -Pidió mientras se puso de pie seguida por Nate, se despidieron y salieron rápidamente, dejando a los dos chicos solos.

—Vaya, eso fue inesperado, planear una boda es un tanto caótico. -Dijo Aster con tono bromista.

—Ni me lo digas, hay días en los que Fabiola se comporta como aquellas mujeres del programa de Bridezilla y eso que aún faltan 4 meses. -Agregó Gael con una sonrisa de terror mientras recordaba el colapso anterior que tuvo su amiga cuando tuvo que decirle a su futura suegra que prefería violetas y alcatraces en lugar de rosas y peonias en los arreglos.

Aquella conversación agradable continuó unos minutos más hasta que Aster decidió cambiar el rumbo de esta.

—Hace mucho que no te había visto. Es como si te escondieras de mi. -Dijo con tono bromista el joven británico de 26 años.

—Pfff ¿Yo esconderme? Te equivocas, pero sus reuniones son muy aburridas. -Respondió Gael con un tono despreocupado.

—¿Aburridas? Aquella noche no te veías para nada aburrido. -Agregó Aster.

—¿Qué noche? Ah aquella noche, debió ser muy importante para ti si sigues mencionándola después de tanto tiempo. Mejor deja de decir tonterías y terminemos con esto. -Ordenó nuestro protagonista de 22 años mientras metía por la fuerza un bocado de su rebana de pastel en la boca de su molesto acompañante.

Aquella acción sorprendió a Aster pero le dió cierta gracia, así que tras masticar y pasar rápido el bocado continuó la conversación.

—Siempre estás enojado, además no aceptaste mi solicitud de amistad en faceb- aj...algo me pica en la boca. -Dijo el chico de ojos azules mientras llevaba su mano a la garganta en señal de asfixia y señalaba el pastel de Gael. -¿De qué... es... tu... pastel?.

—¿Eh? Manzana con avellanas, ¿Porqué?. -Respondió perplejo el chico de cabello blanco.

—Soy alérgico... a las nueces... llama... a una... ambulancia... por favor... -Dijo Aster mientras se desplomaba de la silla.
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