GAEL

CAPÍTULO VI: ¿PORQUÉ NO ESCRIBES?

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Aquella escena generó varias emociones entre los espectadores, el grupo de chicas alcoholizadas comenzó a gritar de emoción, Gael terminaba el beso con un sonrojado y ya no tan heterosexual John, los chicos aullaban en señal de victoria por su amigo y Aster... Aster los miraba triste y la sonrisa que acababa de iluminar su rostro había desaparecido en su totalidad.

—Ah lo siento, John. Fue una apuesta. Nos vemos, linda noche. -Dijo Gael mientras soltaba el rostro del incrédulo y ruborizado pelirrojo, de reojo pudo ver la expresión de Aster, sin querer darle importancia, se dió media vuelta y continuó su camino hacia sus amigas.

—¿Estás bien?. -Preguntó Nathan a su amigo que seguía mirando a Gael mientras éste se alejaba.

—¿Eh? Ah, si, todo en orden, ¿Dónde está el alcohol? Necesito alcohol. -Respondió Aster.

La fiesta de las chicas continuó 1 hora más para luego mudarse a otro Club y por último terminar en el departamento de Fabiola y Gael. Al día siguiente la resaca de todos era notable, pero más notable fue la sorpresa de Gael al no recibir ningún mensaje o emoji de parte de Aster.

3 días sin mensajes "molestos" y llenos de los preparativos finales para la boda pasaron, Fabi estaba vuelta un mar de nervios. Al día siguiente tendrían el ensayo de la boda en la iglesia y la cena de ensayo.

—Fabi ya tienes todo listo, lograron ajustar tu vestido, la madre de Nathan logró aprobar el color de servilletas y ya puedes descansar. -Calmó Gael a su nerviosa amiga.

—¡En dos días me caso! ¡No puedo! ¡Aún hay tantas cosas que preparar! ¡Oh Dios mío me dará un ataque!. -Se hiperventilaba su joven amiga.

—Calma. Todo estará bien, te casarás con el hombre que amas y serás muy feliz, ¿No?. -Preguntó Gael mientras la tomaba de los hombros y miraba a los ojos.

—Ah si, tienes razón... creo que iré a descansar, mañana debemos salir a las 9 am, por favor no vayas a olvidarlo.

—Descuida, no lo olvidaré, tus gritos en la mañana me despertarán, descansa y por favor ponte algo para esas ojeras....

—¿QUÉ?! ¿OJERAS?! ¡Ah, te odio! ¡Iré a mi habitación, no se te vaya a ocurrir despertar tarde!. -Se quejó su amiga mientras se soltaba del agarre y se dirigía a su habitación, mientras avanzaba podían escucharse sus pensamientos en voz alta, clara señal de su nerviosismo.

—Me pregunto si estará así solo por los preparativos... -Su pensamiento fue interrumpido por un sonido emitido por su celular. —¿Eh? ¿Quién podrá ser? Seguramente el molesto de Aster. -Dijo en voz alta mientras sacaba el móvil de su bolsillo, miraba incrédulo la pantalla y contestaba después de unos segundos. —¿Christophe?.

El día siguiente llegó y para fortuna de Gael, lograron llegar a tiempo a la iglesia para el ensayo de la boda. Como padrino de bodas, Aster estaba presente, pero se le notaba diferente, su seriedad no hacía juego con su apuesto rostro y evitaba hacer contacto visual con Gael.

—Y cuando empiece la música entrará la novia junto a su padre, caminará hasta el altar y se colocará junto al novio. -Indicó el sacerdote mientras los instruía sobre el protocolo.

Después de 1 hora de ensayo y de ser totalmente ignorado por Aster, salieron de la iglesia y Gael acompañó a Fabiola al spa para relajarse antes de la cena de ensayo.

—Te ignoró totalmente, sólo a ti se te ocurre besar a su amigo frente a él. -Agregó Fabi desde la camilla de masajes mientras ambos recibían un masaje de piedras calientes.

—Fue una apuesta y no es que me importe mucho que no me haya dirigido la palabra, mejor aún, ya no tengo que lidiar con su molesta personalidad. -Respondió Gael desde la camilla de masajes continua. —Además deja de juzgarme, llevas actuando extraña con respecto a tu boda con Nate por meses.

—¿E-extraña? ¿Porqué actuaría extraña?. -Intentó disimular su joven amiga.

—No lo sé Fabiola, tú dímelo.

Después de su masaje pasaron a los faciales y a la sala de vapor, al terminar volvieron al departamento para arreglarse y llegar puntuales a la cena de ensayo. La agradable velada transcurrió en orden y después de unas horas se despidieron.

—Descansa mi cielo, mañana por fin serás mi esposa y seré el hombre más feliz del mundo. -Se despidió Nathan de su futura esposa.

—Aww que dulce, tú también descansa mi amor, mañana por fin será el gran día. -Dijo Fabi con cierto nerviosismo.

—Ya, ya tortolitos, mañana por fin estarán juntos por siempre y no se separarán jamás, si, si, con tu permiso me llevo a tu prometida que si no duerme sus 8 horas se verá fatal con ojeras. -Agregó Gael mientras la tomaba de la mano para irse a casa.

Al llegar al departamento, se quitaron sus abrigos, Gael tomó una pequeña bolsa de la repisa y sacó tres películas.

—Antes de ir a dormir deberíamos ver una película como en los viejos tiempos, es tu último día de soltera.

—Oh es cierto, mañana estaré casada... de acuerdo, ¿Qué quieres ver?. -Dijo Fabi en tono melancólico.

—Renté tres películas que me recomendó el dueño de la tienda. La primera es una comedia romántica mexicana donde el protagonista es un cirujano pediatra que ha vivido enamorado de la misma chica toda su vida. -Dijo Gael mientras sonreía tras la respuesta facial esperada de su amiga. —¿Qué, esa no? De acuerdo, esta otra trata de una chica que va a casarse con un hombre que no ama y no ha podido olvidarse de su amor de la infancia. -Miró de reojo a su pasmada amiga. —¿Esa tampoco? Bueno, la última trata de dos chicos que se conocieron por internet, oh mira el protagonista se llama "Christophe"... ¿Christophe? ¿Dónde he escuchado ese nombre?.

—{Christophe...}. -Susurró la joven que miraba nerviosa a su amigo. —Yo... yo ya no quiero ver nada, estoy muy cansada, ¡Iré a dormir! Mañana llegará la estilista a las 7 am, más te vale que estes despierto a esa hora. -Ordenó la chica mientras se retiraba a su recámara, claramente nerviosa.

—Vaya, así que si es verdad... esto se pondrá interesante. -Sacó su móvil, marcó un número y esperó respuesta. —Estoy dentro, ¿Qué necesitas que haga?.
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