El beso que roba el alma

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La Vi de cerca, era cálida, llena de paz, Hermosa!. Todo el dolor, las angustias, valieron la pena, para estar a su lado.

Ella me tomó, sus manos eran gélidas y sus labios parecían robar mi alma, poco a poco; sin embargo; todo ese rencor, todo ese malestar de mi vida se esfumó, fue , fugaz e  indoloro, cuando me llevo con ella.

Nunca  me sentí más feliz.

Fue ese último besó y esa  última caricia,  que recibí de ella, la que puso  mi mundo oscuro, más  no sentí  temor, la recibí con agrado y ella a mí .

No recuerdo más, después de eso , y no necesito hacerlo porque  sé que ahora todo estará mejor.

El manifiesto de una rareza en tiempos de normalidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora