Elías había salido temprano en la mañana para recolectar unas vallas necesarias para un pócima de nutrición para un niño que sufría de perdida de apetito. Mientras yo me levantaba sentía que mi cuerpo no quería responder igual, una sensación extraña comenzaba a recorrer todo mi ser y me impedía continuar con lo que tenia que hacer. Intente bajar las escaleras para encontrarme con Flor y que me revisara por si no había contraído una enfermedad o presentaba algún mal. Flor en compañía de Miguel comenzó a revisarme con la varita que ella tenia y pudo encontrar con lo que tenia. Un chip de implante cerebral estaba afectando mi correcto desenvolvimiento y por eso estaba presentado esas complicaciones.
Cuando Elías regresó, Flor le explico lo que tenia y argumento que debía ser llevada al lugar del que fui rescatada para que pudieran extraerme ese chip que me estaba causando tanto daño. Elías rápidamente compro los boletos para Miguel, él y para mi ya que necesitaba de la mayor ayuda posible. Viajamos todo el día y llegamos tarde por la noche, Miguel recomendó que nos hospedáramos en un hotel de la ciudad para que asía descansáramos y con mas fuerzas continuáramos en la mañana. Temprano en la mañana Elias contrato un vehículo que nos llevara al orfanato para que pudieran retirarme el chip y pudiéramos continuar con nuestras vidas con normalidad. Cuando llegamos al orfanato pudimos ver que estaba lloviendo y que el lugar comenzaba a tornarse escalofriante, Elías toco el timbre de la puerta y por el micrófono atendió un señor de voz ronca invitándonos a pasar. Cuando entramos a la sala de espera noté que en la puerta nos recibían dos niños que vestían trajes blanco de botones, pude notar un detalle en ellos y era que no poseían ojos normales pues eran demasiado grandes para un niño de su edad. Todo parecía normal sino hasta que pude ver que de los ventiladores salía un gas amarillo el cual envolvió la sala rápidamente Elías me tomo en su brazos pero no fue suficiente por que los tres nos desmayamos por aquello.
Cuando desperté estaba en una cama acostada y amarrada de manos y pies, inmovilizada sin poder levantarme. Pedía auxilio y llamaba a Elías y a Miguel pero no sabia donde estaban pues me encontraba sola en la habitación. Luego de un tiempo vi que entraba una enfermera con unas inyecciones las cuales de seguro iban a ser administradas en mi. Sentí nuevamente los dolores de cuando estaba encerrada y no pude contener el llanto, era una desesperación completa por que no sabia lo que sucedía y tampoco por que estaba hay. Luego apareció uno de los administradores de "Jaula Blanca", lo noté por que cargaba el tatuaje que solo los encargados del lugar lo cargaban. Él me explico que estaba agradecido de que yo había regresado pues un experimento de mi calibre no podía ser tirado a la basura como lo estaba haciendo, entendí rápidamente que el hecho de que me dejaran salir fue con la intención de saber cuales eran mis poderes y lo que podía hacer con ellos. Me hizo la propuesta de que trabajara para ellos para crear nuevos especímenes como yo y asi completar una serie de soldados super dotados para gobernar el mundo de una manera nueva y única. Me negué rotundamente pues lo único que quería era salir de ese espantoso lugar y ver a Elías y a Miguel, saber si estaban bien o que les había ocurrido. Pero esa petición no fue aceptada y me inyectaron un líquido en las venas que me dormiría por par de días más.
