El domingo mi madre insistió en ir a la iglesia de la cuadra, quería dar sus diezmos como promesa a Dios por la prosperidad que había tenido en su negocio, y como le había estado funcionando desde hacía muchos años, lo seguía haciendo. Me puse el vestido semi elegante y como todos los días me recogí un moño en el cabello, por más polvo y labial que me echara, mi rostro parecía igual que siempre, nunca me había sentido tan fea o por lo menos nunca había pensado que era tan fea hasta ahora.
— ¿Estás bien? —preguntó mi mamá cuando tomamos asiento en las butacas del medio para esperar a que comenzara.
— ¿Soy fea? —pregunté. Mi madre frunció el ceño y parecía intentar comprender por qué le preguntaba tal cosa.
—Claro que no —dijo—, eres hermosa, que nadie te diga lo contrario, si ese chico Bryton no se fijó en ti...
—Brian —corregí.
—Como se llame, es un idiota por no ver lo especial que eres.
Asentí con la cabeza, pero solo lo decía porque era mi madre, ella tenía el cabello rubio y ojos profundamente azules, era hermosa en lo que cabe de una belleza comercial, en cambio yo, era igual a mi padre, con esto no digo que fuera feo, pero su cabello era negro y sus ojos marrones, mi cabello era muy largo y abundante, así que prefería amarrarlo porque me daba flojera peinarme, era alta al igual que ellos, pero ahora eso me hacía sentir como un poste averiado donde todos lo veían y detallaban los defectos.
Observé a la señora y el señor Craft caminar por el lado derecho de la iglesia y tomar asiento en una de las primeras butacas, detrás de ellos iba Habacuc y Calvin, no sabía que ellos asistían a la iglesia, Habacuc estaba vestido con un elegante smoking al igual que su padre, sin embargo Calvin parecía que apenas se hubiera levantado y se colocó la primera franela que encontró, aunque le quedaba a la perfección resaltando toda su musculatura, los tatuajes de sus brazos parecían gritar “mírenme”, todos volteaban y murmuraban entre sí, de seguro por los tatuajes y su falta de elegancia para venir a la iglesia, sentía pena ajena por Calvin y a la vez admiración de que no le importara lo que dijeran de él.
Seguidamente mi mirada se desvió hacia la pareja que acaba de entrar y buscaban asientos con la mirada, sentía que el suelo se abría bajo mis pies y un extraño vacío se abría en mi estómago cuando detallé que se trataba de Trami, tomaba de la mano a mí Brian descaradamente mostrando con orgullo que estaban juntos.
¿Pero es que a todos les dio por buscar de Dios hoy?
Por más que intentaba enfocarme en el servicio, mis ojos se desviaban a las sonrisas, gestos y cariños que hacían entre ellos, sentía mi corazón partirse a cada segundo, tres años ilusionada con Brian, tres años deseando estar como estaba mi ex mejor amiga Trami en este momento con él.
Cuando terminó el servicio, mi madre se quedó hablando con el sacerdote Requena porque quería... en realidad no sé qué quería preguntarle, me imaginaba que cosas de Dios o de como poder dormir en la noche (se le hacía difícil desde que papá murió), mientras tanto, me quedé sentada en una butaca revisando las redes sociales en mi teléfono, era tan aburrido usar Facebook ahora que no tenía a Trami para bromear o etiquetarnos en memes graciosos, tuve que resistir la idea de desbloquear a Brian y revisar su perfil como siempre hacía, así que preferí apagar el teléfono y pensar en cualquier otra cosa antes de ponerme a llorar.
Mi mirada se cruzó con la de Calvin cuando lo vi acercarse hasta donde yo me encontraba, la comisura de su labio se alzó un poco rebelando una ligera sonrisa que ahuecaba los hoyuelos de sus mejillas, sus ojos entrecerrados intensificaban su mirada en mí, me removí incomoda sintiendo como se me entrecortaban la respiración, era demasiado hermoso como para ser real, parecía justo lo que era; toda una super estrella del deporte.
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Él fue mi crush primero(#1) [Completo]
Teen FictionLlevaba enamorada de Brian Cannoli tres malditos años, mi mejor amiga Trami lo sabía, Pero eso no le impidió meterse con él, debía de existir una regla que le impidiera a tu mejor amiga meterse con tu crush, y no todo acaba ahí, el hijo mayor de mi...