Él fue mi crush primero(#1) [Completo]

Capítulo 37: Nos volveremos a ver algún día

«Este último capítulo es dedicado a todos ustedes, son mejor que las papas de McDonald's y que el café por la mañana, gracias por leer♥ atte: Ysa★»

×♥×

Lancé el control a un lado y me monté a horcajadas en sus piernas para atrapar sus labios, con mi lengua lo obligué a abrir su boca y sus manos jugaron con el cierre de mi vestido en mi espalda hasta bajarlo, con su ayuda me lo saqué por la cabeza de modo que quedé vestida solamente con mis bragas. Solté los botones de su camisa mientras él deslizaba sus dedos la silueta de mi cintura y repartía besos por lo largo de mi cuello, quité con desesperación su camisa y mis manos buscaron como desamarrar su cinturón.

—Habías dicho que nada de sexo —susurró Calvin sobre mis labios.

—Sé lo que dije —murmuré, pero prefería que Calvin fuera mi primera vez antes que cualquiera, él pronto se iría y yo pronto comenzaría la universidad, algo serio ya no valía la pena.

Desamarré su cinturón y cuando bajé su cierre él me alzó aguantándome del trasero.

— ¡Calvin! ¿A dónde me llevas? —grité aferrándome a él con miedo a que me dejara caer.

Él se limitó a soltar una carcajada mientras abría una puerta y me tumbaba en la cama llena de pétalos de rosas y un perfume embriagante de arándanos. Se bajó el pantalón y quedó en sus bóxer, tenía un cuerpo tan escultural que tuve que recordar que debía cerrar la boca antes de que se me escapara la baba.

Gateó lentamente hacia mí y se colocó entre mis piernas volviendo a besarme esta vez con más pasión, dispuesto a devorarme y dejándome sin aliento.

Su mano se coló dentro de mis bragas y al ser de encaje la rompió.

— ¡Oye! —gemí de molestia, pero después solo comencé a gemir de placer cuando comenzó a tocar mi feminidad.

—Solo estamos tú y yo, no tengas miedo —susurró a mi oído antes de mordisquear mi cuello, me aferré a sus brazos cuando sentí mis músculos comprimirse y la ola de calor me consumió en un grito que esta vez ni si quiera me interesé en ahogar.

Me sentí temblorosa, escuché la rasgadura de un envoltorio, sentí como Calvin se acomodó entre mis piernas y lentamente comenzó a introducir su miembro en mí, vi estrellitas en mi visión y fue como si se mezclara una rara línea de placer y dolor.

— ¿Estás bien? —murmuró Calvin a mi oído, afirmé lentamente con la cabeza sin ser capaz de hablar—. No había tenido el valor de decírtelo, pero estoy completamente enamorado de ti.

¿Qué?

—Estás mintiendo —Dije en un hilo de voz, Calvin me miró fijamente y una de las comisuras de sus labios se alzó.

No podía creer lo que me decía, si alguien me hubiera dicho que estaría aquí con Calvin en esta situación el día que me cerró la puerta en la cara jamás le hubiera creído.

—Hablo enserio —susurró—, te amo.

¿Qué-qué?

Mi mente estaba nublada, pero mi corazón comenzó a latir desenfrenado.