Él fue mi crush primero(#1) [Completo]

Capítulo 19: Lo de ayer fue un error.

Tenia un nudo en la garganta, solo quería llorar porque fui tan estúpida como haber bebido de mas y haberle abierto las piernas a Calvin dejándome llevar en una noche de descontrol, probablemente tenia novia, hijos y amigos, amigos a quienes les diría lo que había pasado.

Estúpida, ¡estúpida!

Me miré en el espejo que tenía en la peinadora, el maquillaje lo tenía corrido horriblemente por toda mi cara, mi rostro grasiento y extrañamente hinchado, mi cabello echo un revoltillo, limpie mis mejillas con mi camisa y me peine con mis dedos intentando mejorar un poco mi aspecto, solo un poco.

Solté un suspiro y toque el pomo de la puerta, sin embargo esta se abrió y Calvin entró mirándome con esa sonrisilla suya secreta.

-Mis padres se acaban de ir, puedes bajar sin moros en la costa.

Asenti con la cabeza, al menos él era consiente de que estaba lo suficientemente avergonzada como para toparme con sus padres.

Caminé por el pasillo y bajé las escaleras sintiendo sus pasos detrás de mí, no me tocaba ni me hablaba, lo agradecía y a la vez me entristecía aun mas, solo fui una más que terminó cediendo.

De repente vi a Habacuc sentado en la sala, antes de que lograra ocultarme, él volteo y su cara al verme fue todo un poema. La vergüenza se reflejo en mis mejillas, ¿que se suponía que le diría?

-Hola Claus, ¿cómo te sientes?

¿Que?

Creí que habría algún tipo de cuestionamiento o al menos una exigencia por saber que hacia aquí en su casa.

-Bien, yo... Estoy bien... -dije- ¿y tú...?

-Vaya que ayer cuando Calvin te trajo en brazos creí que estabas muerta o inconsciente -dijo Habacuc-, menos mal que mis padres estaban durmiendo...

¿Cuando llegue creyó que estaba muerta...?

- ¿Tu sabias que estaba aquí? -Murmuré intentando ocultar mi perplejidad, pero parecía imposible.

-Claro, yo ayudé a acomodarte en la cama y Calvin durmió conmigo.

Ahora me imaginaba que mi rostro era todo un poema.

Mire a Calvin y el comprimía sus labios para evitar una sonrisa. Maldito.

-Yo... gracias -Murmuré-, adiós...

Caminé a la puerta y casi me caí cuando el sol me dejó ciega, Dios mio, las pastillas no me habían hecho sentir normal otra vez. Calvin me sostuvo, pero me aleje de él sintiéndome de repente irritable.

- ¡Eres un imbécil! -dije entre dientes.

- ¿Por qué estas molesta? -Dijo Calvin - ¿No te alegra saber que te quedaste dormida en el auto? Ni siquiera había terminado de quitarte la camisa cuando quedaste inconsciente.

Ah, me quedé dormida...

No podía describir el alivio que sentía.

- ¿Por qué dijiste entonces que lo hicimos tantas veces y que yo te dije que era tu diablilla?

-Lo de diablilla en realidad si me lo dijiste -dijo-, pero me pareció divertido hacerte sufrir un poco, no iba a estar contigo cuando estabas medio muerta, quiero que cuando estemos juntos lo disfrutes.

Solté una risa irónica y me cruce de brazos.

-No vamos a estar juntos, lo de ayer fue un error.

-Claro, fue un error que prácticamente me violaras y luego te quedaras dormida -dijo, su lengua brillando en sarcasmo-, tuve la decencia de no dejarte abandonada.