Él fue mi crush primero(#1) [Completo]

Capítulo 28: El vecino volvió a meterse por la ventana

**Capítulo dedicado a valeriarf5 feliz cumpleaños hermosa criatura de Dios, que cumplas muchísimos años más, gracias por serle fiel a la historia desde el principio y siempre resplandecer.
Te amo con mi hígado y mi pulmón♥**

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No era posible, me negaba a creerlo, de ninguna manera...

No sería mi padre, pero si mi padrastro.

Sentí extrañas náuseas y cubrí mi boca con mi mano, subí corriendo hacia el baño y vomité dentro del váter, luego solo comencé a toser y antes de darme cuenta estaba llorando despavorida, apenas había asimilado que mi madre tuviera una relación con él, y ahora iban a casarse, de seguro él iba a vivir aquí y de seguro iba a querer tratarme como su hija.

¿Cómo era posible que cuando algo malo ocurría, mil cosas malas le seguían? Como si el universo descargara una serie de sucesos malos para castigarnos de alguna manera.

Tomé una larga ducha fría, siempre las duchas frías me hacían sentir mejor, como si enfriaran mi mente y me dieran relajación, pero nunca quitaban el dolor, ese se adhería permanentemente a la piel.

Me cambié y me peiné con el secador de aire caliente tomándome mi tiempo, sabía que estaban abajo esperándome y cuando estuve un poco más serena ante la idea, bajé y me senté con ellos.

El sacerdote Requena dijo que no pretendía usurpar de alguna manera el lugar que tenía mi padre, pero que si yo consideraba verlo como una figura paternal él estaba dispuesto a serlo, después declaró que el amor que sentía por mi madre era el más puro que Dios le había dado o algo así, lo que entendí y presté atención fue cuando dijeron que querían hacer la boda el siguiente mes y que ya todo estaba organizado.

Como cosa rara, al parecer yo siempre era la última en enterarme, y querían que yo llevara los anillos, sin embargo les dije que lo tendría que pensar y sin más que decir, me despedí para poder subir a mi habitación.

Decidí distraerme haciendo unos proyectos en la computadora que debíamos entregar para el final del año escolar, terminé dos y adelanté el tercero cuando ese familiar sonido de mi ventana abriéndose se manifestó y Calvin cayó en el suelo.

—Vengo por mi teléfono —dijo y vi por mi vista periférica como se levantó en un agil movimiento.

Calvin tomó asiento en la cama y le extendí el teléfono en mi mano sin ni siquiera mirarlo, sin embargo, él no estaba dispuesto a que lo ignorara y me empujó la tapa de la computadora para acaparar mi atención. Cuando alcé la vista me fijé que tenía un aro dorado en su labio inferior y eso extrañamente me dio fantasías raras de poder jalárselo con mis dientes.

— ¿Y ese piercing en tu labio? —pregunté sintiendo de repente mi garganta reseca.

—Tenía casi cinco semanas sin usarlo porque no lo encontraba —dijo—, pero estaba debajo de unas carpetas y me lo coloqué.

Me obligué a apartar la mirada de sus labios y fijé nuevamente la mirada en mi pantalla.

— ¿No vas a decirme lo bien que la pasaste con Brian?