Capítulo 32: Día gris, parte I

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Capítulo dedicado aMagareyCrs  te lo mereces por seguir la historia, te amo con mi hígado♥★


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<<Aprecia cada momento, a veces nos olvidamos que la vida es una sola...>>

★†★

Desperté y decidí que era hora de cambiar mi rutina, no volvería a ver el amanecer porque mi papá ya no estaba ahí, era lo que haría una niña que todavía guardaba ilusión y ya no quería ser una niña ingenua a la que cualquiera pudiera hacerle daño nunca más. Bajé a las 6:45 am ya vestida y lista para desayunar e irme a la institución, me sorprendí de ver a mi mamá en la cocina, estaba arreglada y lista para salir, pero entretenida tomando su café y pan del desayuno.

— ¿Piensas salir? —murmuré.

—Roger me viene a buscar, vamos a ver unas flores decorativas para la boda —dijo mi mamá—. Te guardé desayuno, está en el microondas.

—Ya me imaginaba que era raro que tú amanecieras tan temprano —murmuré yendo al microondas y sacando mí desayuno para sentarme a comer con ella.

—Debo amanecer temprano, últimamente casi ni te veo —dijo mi mamá—, sales temprano y yo llego cuando estas dormida.

—Antes estabas en casa todo el tiempo —dije—, ahora te la mantienes con Roger y de seguro que cuando se casen será peor.

Mi mamá terminó de comer y giró los ojos con fastidio.

—Ya vas a comenzar con tus comentarios llenos de celos —dijo mi mamá—, espero que la universidad te enseñe a crecer un poco y te haga darte cuenta que no eres el centro del universo.

Oh por favor, ¿en serio todos creían que era tan infantil?

Eché mi desayuno a medio comer hacia un lado.

— ¡Claro que sé que no soy el centro del universo mamá! —Dije enojada—, pero eres la única madre que tengo, creí que al menos sería importante para ti.

Ya que al parecer no era importante para nadie más.

—Deja de ser tan dramática Claus —mi mamá alzó la voz—; ¡sabes que eres importante para mí! Pero ahora tengo que enfocarme en mi felicidad, una que al parecer tú no quieres que alcance.

— ¡Ah! —Expresé con ironía—, ¿ahora tu felicidad se llama Roger?

—Ya vete a la escuela Claus —mi mamá se levantó de la mesa y comenzó a lavar su plato—, es muy temprano para aguantar tus berrinches.

Quería soltar un bufido y golpear la silla, la mesa y hacer resonar mis pasos, pero ese sería hacer un real berrinche, así que sintiendo un nudo en la garganta, me levanté, tomé mi bolso y salí de la casa sin ni siquiera despedirme.

Se suponía que mi mamá debía de ser feliz, pero justo en este momento necesitaba que me abrazara y me consolara, que Calvin me hubiera rechazado, que todavía no tenía la carta de aceptación de alguna universidad me hacía sentir como una fracasada, ahogada y sobre todo angustiada. Tal vez no debía pensar en mí y en mi depresión, pero quería que ella me demostrara más amor, o comprensión porque me sentía sola.

Él fue mi crush primero(#1) [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora