Me cuadré de hombros y aclaré mi garganta, supongo que aquí no valía su primera clase de seducción de "mirar e ignorar". Arreglé mi cabello, voltee a mirarlo y le sonreí casi enseñándole todos mis dientes, intente pestañear repetidamente y luego miré hacia otro lado para volver a acomodarme el cabello.
-No funciona -dijo-, estas siendo muy infantil.
Su comentario me enojó un poco, creí que de alguna manera estaba siendo sexy.
- ¿Ah enserio? -Dije en tono sarcástico-, supongo que tú eres un experto en seducción.
-Comparado contigo, soy un dios de la seducción -refutó-. Debes ser atrevida, si quieres conquistar y llamar la atención ante las otras chicas, no debes temer a mostrarte irreverente.
-En otras palabras... ¿Cómo una puta resbalosa? -Giré los ojos-, mejor ya vete, no sirvo para esto.
-A eso me refiero -dijo-, debes mostrarte irreverente, entre más odiosa seas, más atraerás a los hombres.
Eso no tenía ningun sentido ¿por qué un hombre se acercaría a una chica odiosa?
- ¿Se supone que debo tratarlos mal para que quieran estar conmigo? - Calvin afirmó con la cabeza en respuesta-, después dicen que las chicas son las complicadas.
-Ese es el factor de atracción -dijo-. Siempre elemental.
Ser odiosa, e irreverente, sonaba interesante. Mis ojos pasearon por su torso y observé que tenía una especie de tuercas que se enroscaban entre sí con distintas tinta de colores alrededor de una ciudad, daba mucha curiosidad los perfectos trazos del dibujo.
- ¿Qué significa tu tatuaje? -él parecía débilmente distraído y bajó la mirada cuando toqué con mi dedo índice su pectoral, iba a apartar mi dedo, pero él tomó mi mano con la suya y la pegó a su pecho, no sabría decir por qué, pero el ambiente cambió volviéndose más íntimo entre los dos.
-Es la mecánica de la ciudad, significa que muchos siguen un patrón ordinario; mecánico, pero que otros... -arrastró nuestras manos un poco más abajo- salen de ese patrón y hacen cosas memorables...
Observé el diseño que nuestras manos tocaban, debajo de la ciudad estaba dibujada una especie de universo lleno de planetas y destellos, era todo un arte plasmado en su piel.
-El cielo no es el límite -continuó- el universo sí lo es.
Esa simple explicación me hacía ver que no era una superestrella hueca y sin corazón, Calvin tenía pensamientos profundos. Mis ojos recorrieron su brazo, donde también parecía tatuado parte de un universo, y nuevamente me encontré con el reloj entre las imágenes artísticas, me encantaba que cada dibujo significara algo, como una historia, podría escucharlo por horas.
- ¿Qué significa esto? -Mi otra mano tocó su brazo donde estaba el reloj, pude percibir un poco de textura en su piel-, ¿por qué marca las doce y media?
Lo sentí ponerse tenso donde mis manos lo tocaba, y apretó la quijada como si estuviera incomodo de mi intromisión. De repente en un ágil movimiento atrapó mis muñecas con sus manos y me jaló hacia delante, logré estabilizarme antes de chocar contra él, sin embargo quedamos tan cerca que se me olvidó incluso lo que estaba pensando cuando mi mirada se quedó atascada en sus ojos verdes.
- ¿Qué eres, una reportera? -Dijo con una leve sonrisa-, ¿por qué haces tantas preguntas?
Él no debía mirarme fijamente de esa manera y sonreír así, ocasionaba que no pudiera recordar como respirar correctamente.
-Se supone que los amigos se conocen -murmuré intentando enfocar mis pensamientos-, ni siquiera sé qué edad tienes...
Él comenzó a acercarse, los latidos de mi corazón se escuchaban tan fuertes que temí que él los escuchara, tuve el impulso de retroceder, pero recordé que no debía hacerlo, así que cuando rozó su nariz contra la mía, voltee la cara a un lado. Me sentí orgullosa de que casi no temblé, pero sentí un extraño cosquilleo en mi vientre cuando percibí su sonrisa rozando mi oreja.
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Él fue mi crush primero(#1) [Completo]
Teen FictionLlevaba enamorada de Brian Cannoli tres malditos años, mi mejor amiga Trami lo sabía, Pero eso no le impidió meterse con él, debía de existir una regla que le impidiera a tu mejor amiga meterse con tu crush, y no todo acaba ahí, el hijo mayor de mi...