Kagome volvió a contactarse con Rin, quedaron en volver a reunirse, ésta vez Inuyasha estaría presente. Rin quedó sorprendida por el parecido con Sesshomaru y luego de que le explicaran la situación sus esperanzas se vieron renovadas. Sería la oportunidad perfecta para limpiar el buen nombre de su amado y que mejor que su hermano para ayudarlo.
Si Rin decía la verdad, no habría motivo para llevar a Sesshomaru ante las autoridades. Había ocasiones en las que era mejor hacer la mirada a un lado por un bien mayor. Inuyasha entendía eso mejor que nadie, ya que fue obligado a sacrificar a Kagome por atrapar a un pez mayor.
Rin llamó a Sesshomaru. Desde la redada en la mansión no habían tenido oportunidad de volver a verse. Ambos habían coincidido en tomar distancia por un tiempo. Acordaron encontrarse en un hotel. Cada uno llegaría por su lado y así evitarían llamar la atención. Claramente Rin omitió el detalle de la compañía extra que tendrían.
Llegada la Noche, y estando próxima la hora del encuentro Inuyasha partió al lugar pactado. Dejando sin posibilidades de ir a una molesta a Kagome. Cuando volviera la compensaría.
Pasó a buscar a Rin, insistió en llevarla. Pasaron por recepción y ambos subieron por el ascensor hasta la habitación reservada. El momento fue incómodo y el maldito artefacto parecía demorar demasiado en subir los siete pisos. La música de fondo no relajaba para nada el ambiente tenso.Rin había deseado conocer al famoso Inuyasha, del cual su amiga le había hablado tanto, pero sin duda no era en estas condiciones. Algo como una cena, era lo que tenía en mente.
Inuyasha volvió a presionar el botón del séptimo piso como si eso acelerara su llegada. Finalmente las puertas se abrieron y ambos entraron a la habitación. Rin se sentó en la cama luego de sacarse su abrigo. Parecía nerviosa. Inuyasha miraba por la ventada esperando ver a su hermano llegar en cualquier momento.— Kagome me habló mucho de ti. Te hace sonar muy especial.
Inuyasha volteó a verla y luego se sentó en el sillón que había en una esquina de la habitación. —Ella también me ha contado de ti, y de cómo la ayudaste a sobrepasar todo aquello. Gracias.
— No tienes que agradecerme. Solo le di a Kagome la misma oportunidad que Sessh me dio a mí.
— ¿Cómo conociste a mi hermano? Es decir...
— ¿Quieres saber cómo llegó a la mansión? —Inuyasha asintió. — ¿Qué sabes de tu hermano, Inuyasha? ¿Sabes a que se dedica? ¿Qué le apasiona? ¿Qué le que gusta o disgusta?
— No...— Negó apenado. —No he sabido de él en mucho tiempo.
— Exacto, no lo conoces. —Sentenció Rin. —Tu hermano es ingeniero y uno muy inteligente además. El día que lo conocí, acababa de cerrar un trato millonario con un magnate del mundo empresarial. Aquel hombre era un cliente frecuente de la mansión y para celebrar llevó a todos los involucrados en el proyecto hasta allí. Fue cuando conocí a Sessh.
Hacía solo un par de meses que yo había llegado a la mansión, era ingenua y tonta, y esa noche me ordenaron entretener a tu hermano. Lo supe cuando lo vi. Él iba a ayudarme, sus ojos me lo decían. Aproveché el momento de distracción de sus compañeros y lo llevé conmigo a un lugar apartado. Le dije que me habían secuestrado, que me tenían en contra mi voluntad. Sessh prometió hacer todo lo que estuviera en sus manos para ayudarme. Por desgracia Kagura nos escuchó hablar. Tu hermano debió marcharse al amanecer y al día siguiente la maldita bruja me castigó dándome latigazos en la espalda. Son cicatrices que jamás olvidaré.Inuyasha recordó súbitamente las cicatrices que había visto en el vientre de Kagome. Ella también había sido víctima de aquella maldita mujer. Rin prosiguió con la historia.
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Sálvame de la Soledad
FanficKagome era la cantante más exitosa del momento. Un intento de secuestro obligó a su representante a contratar seguridad las 24hs. Así lo conoció. El nombre de su nuevo problema, Inuyasha. Desde ese momento sus destinos quedaron enredados para siemp...