Volver a amar una vez más

⚪ Capítulo 5⚪

La rubia despertaba lentamente, pero tuvo que levantarse rápido, de pronto tuvo ganas de vomitar, corrió al baño y empezó a vomitar, cuando terminó tiró la cadena del retrete y se cepilló los dientes para quitar el mal olor, miró su teléfono. 9:26 a.m, 28 de febrero, había pasado 1 semana desde que se fue a vivir ahí y estaba con vómitos y náuseas, ya conocía la mayor parte de la ciudad, ya que solo paseaba por las calles, evitando lo más posible estar en esa casa, no le gustaba estar sola en una casa grande lejos de la ciudad.

Su madre ya le había comprado más ropa para el invierno, ya que debía ir al nuevo instituto con ropa normal, no requería uniforme, eso le agradaba un poco, ya que detesta usar uniforme.

Se levantó de la cama para ir a darse un baño relajante de agua tibia. Estuvo 40 minutos en la tina, ya se había relajado bastante, se puso una toalla en su cuerpo y otro en el cabello, salió del baño y fue a su gran closet lleno de ropa, la mayoría era negra, azul y roja, casi ninguna era blanca y no había ninguna prenda de otro color, solo algunas chaquetas cafés, se puso unos jeans claros, unas pantuflas grises y un suéter un poco grande negro con triángulos blancos y grises, se secó el pelo con el sacador y bajó a la cocina donde estaba Stormfly comiendo, se hizo un chocolate caliente y unas tostadas con mermelada casera, se fue al sillón y prendió la televisión, Stormfly se fue a echar en un sofá aparte.
Astrid estaba aburrida, y su madre llegaría a las 3 o 4 de la tarde, por que está buscando trabajo en algún lugar.

Revisó su celular haber si tenía mensajes nuevos y si que tenía, tenía más de 50 mensajes de Elsa, 20 mensajes de Anna, 3 de Jack, 17 de Mérida y 7 de Rapunzel. Los de Elsa la mayoría eran de disculpas, los demás eran de donde estaba, si algún día la perdonaría y que se arrepentía de haberse metido con Jack y que era un imbécil, cosa que ella obviamente no creyó, y harta de recibir mensajes de ella todos los días, la bloqueó. Los mensajes de Anna eran de disculpa por tener a ese tipo de hermana, que ignora a Elsa y que siempre a ella la apoyará en todo que ella decida, Astrid no pudo evitar sonreír, sin duda ella es de las mejores amigas que a tenido, le dijo que no se preocupe, que nunca tuvo la culpa de que su hermana haga estupideces, que cuando quisiera la fuera a ver, le dijo que no era necesario que se disculpe y se despidió. Los mensajes de Mérida eran sobre qué había pasado, que de repente llegó y se enteró que Jack le fue infiel y que ella se fue de la ciudad, Mérida no tenía idea ya que estaba de viaje en América por unos días, le dijo que era verdad, pero no le contó que la violó, ya que no quería que el mundo arda. Los mensajes de Jack, bueno, decían que la encontraría esté donde esté y se la llevaría con él, que la amaba y que no la haría sufrir de nuevo, ella solo dió un gesto de fastidio y enojo, hizo lo mismo que hizo con él contacto de Elsa, lo bloqueó.
Los de Rapunzel era casi idénticos a los de Mérida, solo que ella no estaba de viaje, solo fue a visitar a sus abuelos en el otro extremo de la ciudad de Oslo, le dijo que no pasará nada, que cuando quiera los fuera a ver, etc.

Fue a su habitación para ponerse una polera larga azul, un suéter un poco ajustado de color azul marino y una chaqueta de cuero color negro, se dejó los mismos pantalones, se puso una bufanda y un gorro gris junto con unos guantes de lana color azul marino, se dispuso a salir junto a Stormfly, fueron en bus, ya que hacía mucho frío como para ir caminando, se bajó en una plaza y se sentó en un banco, llamó la atención de Stormfly, movió el dedo índice en círculos hacia arriba, dando a entender que este cerca y que no se aleje, el perro captó enseguida y se dispuso a jugar con otros perros y hacer vida social, cosa que Astrid no hacía.

Ella solo veía a gente dándose abrazos, niños correteando entre la poca nieve que había en el suelo, unas pocas personas vendían cosas calientes y dulces para combatir el frío, Astrid miró la hora, eran las 13:15, si que había pasado el tiempo, pensaba, llamó la atención de Stormfly y golpeó suavemente su pierna derecha, diciéndole que la siguiera, estuvo caminando y miraba a su alrededor, casi no había nadie en las calles, fue a un paradero y estaba esperando el bus, ninguno estaba pasando por ese lugar, solo veía como otros se desvían a otra calle, sin más remedio, fue caminando, tardó 30 minutos en llegar a su casa, estaba cansada y tenía frío, cuando llegó encendió las estufas, se iba a sentar en el sillón, pero antes de tocarlo había sonado el timbre, con pocas ganas fue a abrir, encontrándose con el cartero, lo miró de mala gana