Amaia estaba escuchando a medias lo que le decía su amiga Sara, tenia la cabeza en distintos lugares, con Alfred, con Leonardo, con...ya ni sabia donde tenia la cabeza, estaba a punto de volverse loca.
-Vale, muy bien...seguiré hablando sola.-Amaia giró la cabeza y vio a Sara mirándola expectante.-¿Me estás escuchando?.
-Em...si, bueno no...un poco.-Apoyó la cabeza en la pared y suspiró.-Vale no, es que...tía, no puedo concentrarme en nada.
-No me digas.-Dijo Sara irónica.-Amaia, el de historia ya te ha puesto el ojo, te has saltado varias de sus clases y hoy no estuviste muy brillante al responderle que hiciera lo que le diera la gana cuando te dijo que te pondría un cero por no responder.-Amaia puso los ojos en blanco.
-Ese tío me odia desde el primer día, y te aseguro que el odio es mutuo.
-Amaia ¿quieres ir al curso de verano?, porque yo no tía.
-¿Quién quiere ir al curso de verano?, es solo que...no puedo, son tantas cosas que no puedo.
-¿Has tenido problemas con tu padre de nuevo?.-Amaia frunció el ceño.
-A ese ni lo he visto estos días. No, él no es el problema.
-¿Entonces?.
-¿Te acuerdas de Alfred?.
-¿El amigo de tu hermano?.
-Si...
-Claro, estabas loca por él cuando éramos niñas.-Dijo sonriendo.-¿Él es el problema?.
-Algo así...
-¿Cómo que algo así?.
-Pues que...desde que he vuelto...nuestra relación es medio rara.
-No entiendo.-Dijo confundida.
-Hay rollo.-Sara abrió los ojos.
-¿Con Alfred?.
-Es lo que te estoy diciendo.
-Pero...¿y Leonardo?.
-¿Ves?, ahí es donde está el otro problema. A Leo también lo quiero, me encanta estar con él...pero es que con Alfred es diferente, es...me siento...no sé.-Se mordió el labio y sonrió apoyando la cabeza en la pared.
-Vaya rollo que tienes...
-Ya...
-¿Y que vas a hacer?.
-¿Qué se supone que voy a hacer?, no lo sé.
-Pero...¿Qué es exactamente lo que ha pasado?.
-Nos hemos besado varias veces...-Dijo en un susurro.-La ultima vez fue culpa mía.-Rió.-En realidad yo lo besé, es que me estaba evitando ¿sabes?, y ese día él estaba en la cocina tomando agua, y pues yo lo vi y me acerqué tapándole los ojos...cuando se giró me vio de una forma tan...no sé, es que no sé como describirlo, sentí tantas cosas que sin decir nada lo besé y lo mejor fue que él no me apartó, todo lo contrario.-Volvió a suspirar.
-Tú estás loca, tía.-Rió Sara.
-Puede...pero si sentirme así es locura me encanta estar loca.
-¿Y él que te dice?.
-Nada, lo peor es que no hemos hablado de esto. Cuando va a casa siempre está con mi hermano...en realidad hace unos días que no lo veo...estará con su novia.-Dijo apretando la mandíbula.
-Ah vale, es que tiene novia además.
-Claro, tú la conoces...la tonta de los ojos verdes.
-¿Tiene la misma novia de hace cinco años?.