Vencedor [PQY #2] ✔ versión 2014

Logan y Ally

Capítulo especial
***

—Hola, Als —digo cuando Ally abre la puerta.

—Hey —dice con voz tímida. Se acerca a besar mi mejilla y luego sonríe levemente—. Pasa —pide. Suena nerviosa. Ella se hace a un lado y entro a su casa, la cual está como siempre, en silencio y ordenada.

Me giro hacia ella y la veo rascar su codo, algo que hace cuando está nerviosa, y una sonrisa ladeada se forma en mi rostro. Me gusta la idea de que esté nerviosa por nuestra primera cita.

Es raro teniendo en cuenta de que nos hemos besado, desnudado y... Ustedes saben, tenido intimidad, pero ya es hora de que ella abra los ojos y se dé cuenta de que está clavada en mi corazón y que no importa lo que haga, ella solo parece cavar más y más hondo su lugar en mi alma.

Incluso cuando traté de tener algo con Sam, ella siempre estaba presente. Comparaba sus besos, sus caricias y sus palabras. Todo Ally, Ally, Ally. Siempre Ally.

—¿Otra vez sola? —pregunto elevando una ceja con la sonrisa persistiendo en mis labios.

Ella asiente y muerde su labio tratando de esconder su sonrisa. Sabe que estoy recordando todas las veces en las que se quedó sola y me llamó para... conversar, si saben a lo que me refiero. Me acerco lentamente hasta que nuestros cuerpos están separados por solo un soplo de aire fresco. Su respiración se acelera y su reacción me dificulta recordar por qué estoy ahí.

Ah, sí. La cita.

Desvío la mirada hacia la cocina y frunzo el ceño cuando veo un plato con comida sobre la mesa. Ella sigue mi mirada y sonríe.

—Estaba a punto de comer. No te esperaba hasta dentro de una hora. —Empieza a caminar a la cocina—. ¿Quieres comer algo? Hay arrocito, pollito y sopita —dice revisando las cacerolas sobre la estufa. Yo sonrío.

Algo que siempre me ha gustado sobre ella es su uso frecuente de diminutivos.

—No, gracias. Acabo de comer antes de venir —informo. Ella gira y se sienta en la mesa.

—Como quieras. Yo sí comeré, no pienso desperdiciar esta deliciosidad solo porque llegaste antes de tiempo.

Suprimo una risa.

—¿Deliciosidad? Creo que se dice delicia, si no me equivoco. —Se encoge de hombros y empieza a comer.

—Lo que sea —contesta entre bocados restando importancia a mis palabras con un gesto de su mano. Ahora sí río.

Otra cosa que me gusta de ella es eso: Su uso de palabras inexistentes, inventadas o poco frecuentes en el vocabulario de una persona normal. La admiro mientras come y ella finge no notarlo, pero sé que se ha dado cuenta porque toda su cara se vuelve roja mientras mira su plato como si este fuera lo más interesante a su alrededor.

Una vez que termina de comer, empieza a recoger y acomodar todo lo que está fuera de su lugar. Pasan cinco, diez, veinte minutos y suspiro exasperado.

—¿Podrías dejar eso, por favor? Se nos hará tarde para la película. Empieza en... Genial, en diez minutos y tú ni siquiera te has arreglado.

Una vez que las últimas palabras salen de mi boca, Ally se gira y me fulmina con la mirada, lo que me causa gracia ya que Ally no intimida a nadie.

—¿Estás diciendo que me veo mal? —pregunta molesta con las manos firmemente plantadas en sus caderas. Por alguna razón siento que es una pregunta con trampa.

—Eh... ¿no? —digo dubitativo. Se acerca molesta dando fuertes pisadas y levanta su rostro para mirarme.

—Me terminé de arreglar un par de minutos antes de que tú llegaras —suelta bastante enojada. Mi boca forma una «o». Creo que he metido la pata.