Capítulo 8

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Las dos semanas más largas de su vida. Así se podía resumir su estancia en Acapulco. Quedaba un día para su boda y lo único que tenía claro es que echaba de menos a Juliana. En esas dos semanas había intentado distanciarse, pero había sido en vano, pues siempre acababa llamándola o enviándole mensajes al móvil para hablar de cualquier cosa que se le pasara por la cabeza. 

Todo lo contrario pasaba con su prometido Lucho, con él estas dos semanas habían sido un infierno lleno de discusiones y peleas. Esa misma mañana además, había estado a punto de encontrar el Soulmater, pero Valentina había estado atenta para esconderlo en el armario antes de que lo viera. 

Había sido totalmente imprudente llevarse el aparato a Acapulco, pero le gustaba mirar el nombre de Juliana escrito en él antes de dormir, le daba calma, como si todo fuera a solucionarse por sí mismo.

También había estado por allí Teresa, su futura suegra, dando órdenes y preparando todo como si fuera ella la que se fuera  casar. Valentina había llegado a ese punto en el que ya le daba todo igual. Solo quería que pasara lo más rápido posible. 

Lo único que le mantenía con una sonrisa en la boca era la expectativa de ver a Juliana. Ese día estaba planeado que llegara por la tarde (al igual que el resto de damas de honor), puesto que harían una improvisada despedida de soltera organizada por su hermana Eva.

Lucho también tendría su despedida de soltero, así que se habían despedido aquella mañana para no verse hasta el día de la boda, lo cual no hacía nada más que sumar alegría al día que tenía por delante. 

— ¿Quién soy? — Le dijo alguien detrás de ella mientras le tapaba los ojos. Su corazón dio un brinco sabiendo exactamente de quién se trataba.

— ¡Juliana! — Se giró rápidamente para abrazarla. 

Dios, cuánto la había echado de menos.

— Se suponía que llegabas más tarde.— Sonrió de felicidad al verla. Estaba radiante.

— Tu hermana Eva pudo conseguir tickets para venir antes y queríamos darte una sorpresa.— Señaló detrás de ella, donde se encontraba Eva hablando con la chica de recepción del hotel. 

— Es la mejor sorpresa que podíais darme, tenía muchas ganas de verte...de veros.—Intento rectificar, pero por la mirada de Juliana supo que ella se sentía igual.

— ¿Estás preparada para tu despedida de soltera?

— ¿Habrá stripers?

— Eva no quiso. 

Valentina se echó a reír. Por supuesto que su hermana no iba a hacer una despedida de soltera con stripers.

— Claro que no. En fin, supongo que nos tocará sesión de spa y masajes ¿no?— Juliana ladeó la cabeza sorprendida.

— ¿Cómo lo sabes?

— Conozco demasiado bien a mi hermana. 

Justo en ese momento se acercó Eva a saludarla.

— Petra, la prima de Lucho, no podrá venir a la despedida, al parecer tiene gastroenteritis, así que seremos nosotras tres. — Valentina se encogió de hombros porque la verdad es que no le importaba en absoluto.— Aquí tienes la llave de tu habitación, Juliana. — Le pasó la llave.— Tenemos sesión de masaje en 30 minutos, os aconsejo que vayáis a cambiaros y quedemos aquí en 20 minutos. 

Dicho esto, agarró su maleta y se fue directa a uno de los ascensores.

— Supongo que habrá que hacerle caso. — Le dijo Juliana una vez que su hermana ya no pudo oírlas.

The Soulmate Sequence | JuliantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora