(Me levante en un colchón que estaba tirado en el piso, Martin seguía a mi lado y con él seguía mi deseo de que fuera Iara, algo imposible, pero no quitaba las posibilidades. Nos despertamos y fuimos a mi casa, era tarde y teníamos que esperar para encontrarnos con algunos compañeros de la escuela para ir a la casa de Martin, vivía en un campo. Era algo lejos, pero hermoso, muy buenos paisajes, paz y tranquila, siempre que íbamos perdía la paz. Ya había empezado a hablar con Iara, un mensaje de buen día era un detalle que nunca faltaba, al igual que las dudas para saber como estaba, aunque me gustaría darle los buenos días personalmente ya me estaba adaptando a esperar lo que fuera necesario para poder hacerlo. Pasaron las horas hablando con ella, cada palabra era un mimo al alma, si bien yo ya le había dicho muchas cosas lindas indirectamente, ella nunca lo había hecho y estaba dispuesto a escuchar cada cosa que me dijera y guardarla para siempre.)
Llegamos a lo de Martin, íbamos a hacer un asado, todos mis compañeros estaban hablando entre ellos, yo escuchaba música de un auricular, y me metía de a poco en la conversación. Les empecé a contar de Iara, y todos me empezaron a escuchar haciendo chistes por la edad, pero no me importaba. Si hubiese estado en otro cuerpo hubiese confirmado mi teoría de que me brillaban los ojos, estaba seguro que me brillaban. Amaba hablar con ella, eran conversaciones tan simples para todos, pero tan apasionadas para mi. Me la imaginaba contestando cada mensaje, pero no podía hacer mas que imaginarla. Seguía escuchando música, y empezó a sonar Increíble, terminaba y la volvía a poner. La cantaba, y había pasado de nuevo, la letra me recordaba a Iara, me recordaba a lo que estaba empezando a vivir. A todo lo que me hacia sentir."Pensar que todo ser humano, quiere tocar el cielo con las manos y yo lo estoy abrazando"
Lo estaba abrazando, hablaba con el cielo con un ángel del cielo, y seguía cantando...
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'Entre poesías, un amor y una niña'
RomanceLas historias de amor son de lo mas raro, casi todas las personas le tienen miedo a las verdaderas historias de amor, otras solo sueñan con ellas. Estoy dispuesto a contar la mejor adaptación de mi verdadera historia de amor, espero que les guste.