Capítulo 8

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(Me olvide de contar que el miércoles en el que ella me dio nuestro primer beso la había invitado a tomar un helado, ahí aprendí algo nuevo de ella, le gustaba el helado de sambayon. Era un pequeño detalle que iba a tener en cuenta para los próximos días.)

Cuando llegué a mi casa, ese catorce de agosto, fui a visitar a unos amigos había llevado la cámara con intención de que nos saquemos una foto y así poder escribirle por alguna red social todo lo que sentía por ella, de una manera mas pública, siempre le escribía a la gente que apreciaba y subía junto a todo el testamento una foto. Y quería hacer lo mismo con ella, salvo que ella no se saco una foto y lleve la cámara al pedo. Cuando me resigne de estar con amigos, fui a visitar a mi amiga Victoria que cumplía años, era legal, me quedé en su casa hasta las ocho y cuando volví, empecé a hablar con Iara mas seguido, no importaba que este con amigos o no, siempre le  contestaba. A mis amigos no les agradaba mucho eso de dejarlos de lado por contestarle, estaba todo el tiempo con mi celular, no importaba la hora, ni que este haciendo, no lo soltaba para nada. 

Me acuerdo de esa conversación que hablabamos de nuestro primer beso, y ya sabía que la próxima semana la iba a saludar con un beso, y así todo el tiempo. Como si fuéramos novios, cosa que no eramos, pero no estabamos lejos de serlo, era feliz estando con ella y sin tener título. Pero los títulos son buenos a veces, tal vez para poder reclamar cosas y demás. Ella siempre me repetía que no me podía reclamar nada porque no eramos nada, pero si eramos algo, para mi eramos mas que algo, para mi ella era lo más importante que tenía y si me pedía mi vida se la daba, entonces no entendía por qué razón no me reclamaba aquellas cosas que le molestaban, sin embargo me resigne, me hacía bien saber que ciertas cosas le molestaban, si bien si las hubiera sabido las hubiese podido cambiar era bueno saber que le importaba lo que hiciera o dejará de hacer, era bueno por el simple hecho de que sabía que si le importaba por algo era, y que ella también se estaba enamorando de mi o encariñando, no sabía bien sus sentimientos. Si bien me hablaba como a un novio, no era tan expresiva como yo.

Fueron pasando los días y con ellos cada día hablaba mas de ella, era tanto lo que hablaba de ella que cualquiera que no me conociera hubiera pensado que estaba loco, y tal vez lo estaba, no iba a disimular lo que sentía. Cada día era un gusto levantarme y saber que iba a tener su mensaje, ella se levantaba mas temprano que yo porque entraba antes al colegio, y cuando me levantaba lo primero que hacía era mirar si ella me había escrito o contestado mi último mensaje. 

Pero mi situación iba de mal en peor, no con ella, sino conmigo mismo. Me sentía solo la mayoría del tiempo, y vivía encerrandome. Estaba atado a una cama por decisión propia y si yo no elegía salir de ahí, nadie lo iba a hacer por mi. Iara fue una gran ayuda, ella me ayudo a levantarme de alguna manera, y ahí estaba yo queriéndome mentir a mi mismo que no me estaba enamorando, era lo que más quería. Pero tenía miedo de lastimarla, eran muchas las diferencias, y me ponía mal el simple hecho de pensar que lo termine arruinando. Era un karma para mi alejarme de todo lo que me hacía bien, si sentía que no podía vivir sin ella, sabía que iba a querer alejarme. Me gustaban los desafíos, y tenía miedo de completar con el desafío de estar con ella y cansarme, no quería lastimarla, pero tenía miedo que una parte de mi se arrepienta en algún momento de haberla conocido. Pensé en alejarme, pero no podía, no podía dejar de hablarle y cada día estaba mas atado a ella para estar de pie, ella me levantaba cuando caía, todo el tiempo. Y tal vez si yo la hubiese soltado todavía estaría en el piso, pero no, no la solte aunque lo halla pensado en algún momento, no me atreví a perderla. 

En esos tiempos yo vivía con dos amigos, literalmente, vivían en mi casa. Ellos a la noche me escuchaban hablar de todo lo que me hacia sentir, y me aconsejaban. Eso era otro sósten que tenía, los tenía a ellos y eso era bueno, pero sin embargo Iara es el personaje principal de esta historia, y de mi vida. 

'Entre poesías, un amor y una niña'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora